Uno de los atributos más reveladores del profeta Salomón (la paz sea con él) fue el gran poder que tenía. Allah le concedió muchos talentos sobresalientes. Ejercer un control sobre los genios e incluso hablar con los animales se encontraban entre dichas habilidades. Su comprensión del lenguaje de los animales se relata en el Corán como sigue:
(16) Y [en esta perspicacia] Salomón fue [verdaderamente] heredero de David; y decía: "¡Oh gentes! Nos ha sido enseñado el lenguaje de los pájaros, y se nos ha dado [en abundancia] de todo [lo bueno]: ¡ciertamente, esto es en verdad un claro favor [de Dios]!"
(Sura 27: An-Naml (Las Hormigas), aleya 16)
El Profeta Salomón, que dio gracias a Allah por la superioridad que le otorgó, se dirigió a Él con la oración:
(19) … "¡Oh Sustentador mío! ¡Inspira en mí un agradecimiento continuo por esas bendiciones Tuyas con las que me has agraciado a mí y a mis padres, y para que obre rectamente [en una forma] que sea de Tu agrado; e inclúyeme, por Tu gracia, entre Tus siervos justos!"
(Sura 27: An-Naml (Las Hormigas), aleya 19)
Aparte de estos talentos especiales, al Profeta Salomón se le concedió una generosa riqueza material. A cambio de esto, daba gracias a Allah y rezaba así:
(35) “… ¡Oh Sustentador mío! ¡Perdóname mis pecados, y concédeme el regalo de un reino que nadie pueda heredar después de mí: en verdad, sólo Tú eres el [verdadero] Dador!"
(Sura 38: (Sad), aleya 35)
En las páginas anteriores, hicimos hincapié en que los creyentes deben evitar limitar sus oraciones a los deseos personales o mundanos. De hecho, la petición del Profeta Salomón de " un reino que nadie pueda heredar después de mí" está lejos de ser un deseo mundano: es, en realidad, un deseo pensando en el más allá. Esto se sobreentiende en la aleya:
(32) "…¡En verdad, he llegado a amar el gusto por lo bueno porque me hace recordar a mi Sustentador!"
(Sura 38: (Sad), aleya 32)
Si una persona utiliza sus recursos materiales para agradar a Allah y si esta riqueza lo acerca más a Él y le hace recordarlo, entonces no hay razón para que dude en pedir bendiciones mundanas, puesto que son el medio para acercarle a la otra vida.