En el Corán, Allah alaba la paciencia del profeta Noé (la paz sea con él) mientras llama a su pueblo a la religión de Allah. El Profeta Noé llevó a cabo una lucha decidida contra su gente, que se acercó a él con odio. El que se dirigiera a Allah por medio de la oración en cualquier tipo de circunstancia proporciona un modelo ejemplar para los creyentes. El Profeta Noé describió su situación a Allah y rezaba como sigue:
(10) Invocó, entonces, a su Sustentador: "¡Realmente, estoy vencido; acude, pues, en mi ayuda!"
(Sura 54: Al-Qamar (La Luna), aleya 10)
En otra aleya, la oración del Profeta Noé es la siguiente:
(26) Y Noé dijo: "¡Oh Sustentador mío! ¡No dejes sobre la tierra a uno sólo de esos que niegan la verdad: (27) pues, ciertamente, si les dejas, [intentarán por todos los medios] extraviar a los que Te adoran, y no engendrarán sino maldad y terca ingratitud.
(28) "¡Oh Sustentador mío! ¡Perdónanos, a mí y a mis padres, y a todo aquel que entre en mi casa como creyente, y a todos los creyentes y las creyentes [de la posteridad]; y haz que los malhechores no encuentren sino destrucción!"
(Sura 71: Nuh (Noé), aleyas 26- 28)
Allah respondió a la oración del Profeta Noé y le ordenó prepararse para el diluvio que estaba por venir. A pesar de que no había ningún mar ni lago cerca, se dispuso a construir un arca porque Allah así se lo ordenó.
Mientras que él estaba construyendo el arca, su pueblo continuó burlándose de él. El Profeta Noé no les hizo caso y siguió construyendo el arca. Allah relata esto en el Corán como sigue:
(38) Y [así Noé] se puso a construir el arca; y siempre que los dignatarios de entre su gente pasaban junto a él, se burlaban de él. [Entonces les] dijo: "¡Si os burláis de nosotros --ciertamente, nosotros no burlamos de vosotros [y de vuestra ignorancia] tal como vosotros os burláis!
(Sura 11: (Hud), aleya 38)
Al final, la promesa de Allah se hizo realidad y comenzó el diluvio:
(11) Abrimos entonces las puertas del cielo a un agua torrencial, (12) e hicimos que la tierra reventara en manantiales, de forma que las aguas se encontraran para un fin prescrito: (13) pero a él lo transportamos en aquella [nave] hecha de [simples] tablas y clavos, (14) que navegó bajo Nuestra mirada: recompensa para aquel que había sido rechazado con ingratitud.
(Sura 54: Al-Qamar (La Luna), aleyas 11-14)
(43) [Pero el hijo] respondió: "Me refugiaré en una montaña que me proteja de las aguas."
[Noé] dijo: "¡Hoy no hay protección [para nadie] del decreto de Dios, salvo [para] aquellos que hayan merecido [Su] misericordia!"
Y una ola se interpuso entre ellos, y [el hijo] fue de los que se ahogaron.
(Sura 11: (Hud), aleya 43)
En el Corán, Allah nos relata la petición del Profeta Noé acerca de la muerte de su hijo:
(45) Y Noé invocó a su Sustentador, y dijo: "¡Oh Sustentador mío! ¡En verdad, mi hijo era parte de mi familia; y, en verdad, Tu promesa se cumple siempre, y Tú eres el más justo de los jueces!"
(46) [Dios] respondió: "¡Oh Noé, ciertamente, él no era de tu familia, pues era, en verdad, de conducta inmoral! Y no deberás pedirme algo de lo que no tienes conocimiento:] En verdad, te prevengo para que no seas de los que ignoran [qué es lo correcto]."
(Sura 11: (Hud), aleyas 45 y 46)
El Profeta Noé había pedido a Allah la destrucción de su pueblo, pero también quería que Él protegiera a los creyentes. Sin embargo, su hijo no era un creyente. Al darse cuenta de su error, el Profeta Noé se arrepintió y pidió perdón a Allah:
(47) [Noé] dijo: "¡Oh Sustentador mío! ¡En verdad, busco refugio en Ti de pedirte [nunca más] algo de lo que no tenga conocimiento! ¡Y si no me otorgas Tu perdón y me concedes Tu misericordia, seré uno de los perdidos!"
(Sura 11: (Hud), aleya 47)