(85) Y a [la gente de] Madian [enviamos a] su hermano Shuaaib. Dijo: ¡Pueblo mío! Adorad sólo a Dios: no tenéis más deidad que Él. …
(Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento), aleya 85)
La reacción de los madianitas ante el profeta Shuaaib (la paz sea con él) no fue diferente de la de los pueblos de los profetas Noé o Lot (la paz sea con ellos). Estas personas, que rechazaron el mensaje transmitido por el profeta Shuaaib, lo amenazaron a él y a sus seguidores con el exilio:
(88) Y los dignatarios de entre su gente, los que se mostraban altivos, dijeron: "¡Ten por cierto, Shuaaib, que te expulsaremos de nuestra tierra, a ti y a los que contigo creen, si no volvéis a nuestro camino!" …
(Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento), aleya 88)
Ante la actitud insensible e intimidatoria de su pueblo, el profeta Shuaaib pone su confianza en Allah y se vuelve a Él en oración:
(89) ¡Seríamos culpables de blasfemia contra Dios si volviéramos a vuestro camino una vez que Dios nos ha salvado de él! Es algo inconcebible que volvamos a él --salvo si Dios, nuestro Sustentador, así lo dispone. ¡Expón la verdad entre nosotros y nuestra gente --pues Tú eres quien mejor expone la verdad!"
(Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento), aleya 89)
Al final, lo que ocurrió a los pueblos de los profetas Lot y Noé (la paz sea con ellos) también pasó a los madianitas. El profeta Shuaaib pidió a Allah y, como Él ordenó, la gente que rechazó al mensajero de Allah pereció:
(91) Entonces les sorprendió un terremoto: y quedaron muertos en el suelo, en sus propias casas --(92) los que habían desmentido a Shuaaib-- como si nunca hubieran vivido en ellas: los que habían desmentido a Shuaaib --¡ellos fueron los perdedores!
(Sura 7: Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento), aleyas 91 y 92)