El cráneo de lobo de hace 9,5 millones de años, que vemos aquí, nos muestra que dicho animal no sufrió ninguna modificación en la estructura de su cabeza a lo largo de tanto tiempo. Esta permanencia en la forma se aplica también a todos los otros seres vivientes. Nunca hubo alteración alguna en los cráneos de lobos, tigres, osos o simios. Por lo tanto, es ilógico que los evolucionistas insistan en que los monos alteraron gradualmente su anatomía en el curso del tiempo y se convirtieron en seres humanos.Desde fines de 1800 los darwinistas han estado engañando a la gente con innumerables falsedades con apariencia de científicas. Sin embargo, luego del avance de la ciencia y la expansión de Internet, es imposible que sigan imponiendo sus mentiras.