Puede verse que el milpiés y las dos arañas en ámbar báltico, de 45 millones de años de edad, nos son distintos a sus homólogos que viven en la actualidad.Las arañas de diferentes especies pueden armar una variedad de trampas mecánicas—nidos bajo el agua, lazos hechos con sus redes, pulverizaciones de venenos químicos, saltos desde lugares muy altos sosteniendo una cuerda de su red producida por sus cuerpos y más fuerte que el acero, y camuflaje. Estos arácnidos también pueden hacer redes que son maravillas de la arquitectura y de la ingeniería. Sus cuerpos contienen peines que trabajan como una pequeña fábrica textil, laboratorios que producen químicos, órganos que producen secreciones digestivas muy fuertes, sensores que detectan las vibraciones más sensibles, abrazaderas fuertes que inyectan veneno, y muchos otros rasgos que prueban la Creación.Cuando se consideran todas estas características, las arañas por sí solas son un desafío a la teoría de la evolución y una vez más refutan las afirmaciones de los darwinistas de que hubo una coincidencia azarosa en su formación.