Nadie ha encontrado hasta ahora una especie intermedia para probar que existió el llamado proceso evolutivo de los seres vivientes. Esto también se cumple entre los peces, pues, los mismos aparecen repentinamente en los registros fósiles y sin antecesores de los que supuestamente descenderían. Se han hallado cientos de miles de invertebrados fósiles y cientos de miles de peces fósiles, pero jamás una sola “forma intermedia”. El ejemplar de esturión fosilizado que vemos aquí, de 144 a 127 millones de años, sirve para constatar lo que decimos.