Otro factor que desarrolla la sumisión de los creyentes a Allah es refleccionar en Su atributo del Más Amado (al-Wadud). Allah creó y provee a la humanidad; da a la gente lo que sea que quiera; los hace reír y los deja ver, oir, y pensar; y los oye cuando rezan y entonces acepta sus oraciones y les da muchas otras recompensas.
Allah creó las comidas y bebidas más hermosas y deliciosas. Creó fresas, bananas, ciruelas, naranjas, sandías, melones, tomates, zanahorias, pimientas, maíz, variedades de helados, chocolate, y miles de otros gustos que da tanto placer a la gente. Además, Él creó esos animales tan queridos por la gente, así como todas las plantas, árboles, océanos, playas, deportes, música, películas, coches y todas las demás cosas.
Sin embargo, la mayoría de la gente es desagradecida y no lo aceptan a Él completamente, y por lo tanto caen en la desesperación. Este tipo de actitud aparece en el siguiente versículo:
Y os ha dado de todo lo que habéis pedido. Si tratáis de contar las bendiciones de Allah, no podréis enumerarlas; es cierto que el hombre es injusto, ingrato. (Sura de Ibrahim, 34)
Allah ha dado a la humanidad todo lo que quiere. En la reflección sincera que llevamos dentro nuestro, damos fe de esta verdad. A cambio de esto, Él nos pide que nos sometamos a Él; no sentirnos orgullosos por los favores en nuestras manos o caer en desesperación cuando los perdemos; permanecer lejos de las ambiciones mundanas y volver a Él con espíritu sereno; y pensar acerca de nuestra verdadera vida eterna en el más allá y vivir en consecuencia.
A través de Sus signos, Allah aclara a todos que este mundo es un lugar de prueba. Así como que la Tierra no es nuestros verdadero hogar, es sólo un lugar para prepararnos para nuestro verdadero hogar eterno, un lugar para desarrollarnos espiritualmente y moralmente. Como todas las personas sufrirán varias pruebas aquí, deben, en primer lugar someterse a Allah y prepararse para cualquier prueba que venga.
Los que aceptan su destino pacientemente y muestran la mejor conducta tendrán éxito en este mundo y en el más allá, y se encontrarán con mucho bien. Mientras que aquellos que sigan la corriente, irresponsables con la verdadera naturaleza del destino, reaccionan a los eventos en una forma incompatible con el Corán, sólo se oprimen a sí mísmos y se encuentran lejos de la misericordia de Allah.
Allah aclara que Él no está complacido con aquellos que se atan a este mundo, preocupados por el futuro, son ambiciosos, piensan arrogantemente que están en control pero luego se desesperan con el más mínimo contratiempo y son ingratos:
Si le hacemos probar al hombre una misericordia procedente de Nosotros y luego se la quitamos, se queda desesperado y es ingrato. Pero si le hacemos probar la dicha después de la desdicha que le tocó, seguro que dice: Los males se han ido de mí. Y está contento, jactancioso. Pero no es así para los que tienen paciencia y llevan a cabo las acciones de bien. Ésos tienen perdón y una gran recompensa. (Sura de Hud, 9-11)
El secreto detrás de la confianza de los creyentes en Allah en todas las situaciones, así como su contínuo disfrute y entusiasmo yace en su creencia y confianza en Allah. Entienden que Allah está detrás de toda situación aparentemente difícil, así como el hecho de que sólo Él da y toma.