Frecuentemente mucha gente cae en la desesperación cuando enfrentan un evento inesperado y repentino. Tomemos el ejemplo de aquellos que no han tenido éxito en el trabajo, que perdieron algo que amaban o que fallaron en un exámen importante. Si este tipo de cosas se han convertido en sus metas, no podrán hacer frente a tales resultados inesperados y a la experiencia de la tristeza, porque han depositado todas sus esperanzas y objetivos sobre la cadena de eventos que ocurren como ellos habían previsto.
Sin embargo, la vida no siempre va acorde a los planes de uno, lo que significa que la gente puede enfrentar muchos eventos inesperados. Por ejemplo, alguien que quiere de verdad ser arquitecta estudiará mucho para el exámen de ingreso. Todos sus planes futuros están basados en convertirse en arquitecta. Pero algo que ella no jamás esperó sucede: Ella es aceptada en otro programa. Habiendo planeado convertirse en arquitecta, se encuentra ahora estudiando para una carrera completamente diferente.
Un hombre joven que está muy interesado en los deportes y ha planeado dedicar su vida a los deportes puede sufrir una lastimadura que lo fuerce a abandonar su sueño. O bien, una pareja puede haber amueblado su nuevo hogar con amor, sólo para verse forzado a venderlo sin siquiera haber vivido en él.
Muchos eventos similares inesperados pueden amenazar a la gente a lo largo de sus vidas, porque, en realidad, nadie sabe lo que va a ocurrir incluso en un segundo a partir de ahora. Lo único que sabemos con seguridad es que todo en la vida de una persona fue determinado mucho antes de que haya nacido. En otras palabras, todos los eventos de la vida de una persona fueron determinados en la “intemporalidad”. Cuando el día y hora señalados llegan, experimentará aquél sucedo, porque Allah lo ha hecho parte de su destino. Teniendo en cuenta estos hechos, pasará.
Podemos aclarar esto con incidente común diario. Imagine dos coches en el momento exacto en el que chocan. Ambos conductores definitivamente querrían estar algunos segundos antes de ese evento. Puede ser que quieran llegar a casar con sus familias o ir a trabajar. Ambos individuos han dejado sus casas en momentos específicos y se metieron en sus coches. Quizás experimentaron un segundo de indecisión antes de girar en esa calle en particular, pero entonces finalmente decidieron hacerlo. Aunque uno o ambos fuesen personas muy prudentes que siempre manejan con el mayor cuidado. Pero justo en ese momento, podrían haber sacado los ojos fuera de la ruta un segundo para cambiar el cassette o hacer otra cosa. Todo ha sido especialmente planeado para ese evento, y cada pequeño detalle los llevó a él.
Generalmente cualquier evento, sea si los coches chocan entre sí o sea cualquier otro evento inesperado, ocurre en cuestión de segundos. Desde la pérdida de concentración de los conductores hasta la música que escuchan y la ropa que visten – Allah ha creado y planeado cada detalle de ese evento en particular en Su destino. La persona que va a tener un accidente tenía esa ropa, abandonó su hogar y giró en la calle donde se produciría el accidente. Nada podría haberlo impedido.
Así es como Allah preordena los eventos. En este punto, la gente comienza a usar la siguiente lógica: “Si sólo no hubiera entrado por esa calle” o “Si tan sólo no hubiera estado con el estéreo y me hubiera concentrado en la carretera”. Pero dicha lógica es bastante defectuosa e incorrecta y además, lleva a quejarse y lamentarse interminablemente. Aunque puedan encontrarse muchas causas para el accidente, la realidad es que el accidente y sus causas fueron creadas en el curso del destino.
Una persona que se encuentra con esta verdad por primera vez podría pensar: “Bien, ¿Qué podría hacer? Si todo ya está escrito en mi destino y Allah lo conoce, ¿Cómo se supone que me comporte cuando ocurren estas situaciones?”
El Corán responde las preguntas anteriores muy claramente, y así pasamos por él para encontrar la verdad de todo. De acuerdo con el Corán, la mejor forma de actuar y la mejor actitud a tener es aceptar nuestro destino, buscar lo mejor en todo, no desanimarse ni caer en desesperación, y ser un siervo agradecido bajo toda circunstancia.
Di: No nos ocurre sino lo que Allah ha escrito para nosotros. Él es Quien vela por nosotros y que en Allah se confíen los creyentes. (Sura at-Tawba, 51)
Así como Allah es el Creador del universo y de todo lo que contiene, lo cual incluye a toda cosa viviente y no viviente, así también es el Creador de todo evento en todos sus mínimos detalles. El Corán presenta esta verdad en el siguiente versículo:
Ése es Allah, vuestro Señor. No hay dios sino Él, el Creador de todo. Adoradlo pues. És el Guardián de todas las cosas. (Sura de los Rebaños, 102)
Los musulmanes que tienen fe en Allah, creen en la existencia del más allá, y temen a Allah, aceptar a nuestro Señor, Quien ha creado todo. En otras palabras, aceptan completamente lo que sea que les ocurra y no se desesperan, porque saben que Él controla todo y es su mejor Amigo y Protector. Los musulmanes saben que caer en pánico o perder la esperanza está muy mal, porque Allah, el más perfecto Creador, ha creado cada evento. Así, el evento en cuestión ha sido creado de la forma más perfecta. Aún cuando a veces los eventos puedan parecer negativos, cada creyente sabe que el bien deviene de todo.
Los creyentes y los incrédulos tienen reacciones muy diferentes a los eventos. Por ejemplo, una creyente puede llegar tarde a una entrevista que asume será buena para ella y así perder una oportunidad única. Sin embargo, segura de que todo está predestinado y que se llegada tarde está completamente bajo el control de Allah, ella ve un bien en este evento inesperado, agradece a Allah por él, y espera por un final mejor. Sabe que estaría mal atribuir esta vuelta de eventos a causas tales como la congestión del tráfico o un neumático pinchado. En su lugar, si Allah lo hubiese querido, la congestión del tráfico se hubiera reducido o el neumático no se hubiera pinchado.
Estas u otras condiciones similares son seguramente las razones aparentes para llegar tarde. Aún, más importante que estas razones aparentes es el plan divino de Allah, el cual decretó que ese evento pasaría, y que ese destino sería sólo consumado como Allah quiso.
En el ejemplo anterior, Allah decretó que la persona en cuestión perdería la entrevista. En consecuencia, no hay forma de que pudiera haber estado ahí.
Todos los obstáculos vienen a existir porque Allah quiere el bien para los creyentes. Si la gente entendiera esta sumisión completamente, tomarían a Allah como su único Amigo y Protector se volverían a Él en completa sinceridad. Una carácterística muy nombrada de la moralidad que Allah quiere para los creyentes es que ellos no se entristecen ni caen en desesperación, no importa con lo que tropiecen.
La desesperanza indica incredulidad o fe débil, y es una consecuencia de fallar en comprender que todo se lleva a cabo de acuerdo al destino. Allah dirige nuestra atención a este error, porque bajo la desesperación yace un humor y razón opuesta a los mismos valores del Corán. Tal actitud está prohibida, porque Allah aconseja a la gente a que confíe en Él, que tenga esperanza, y que vea el bien en todo lo que ocurre.
Cuando confrontaron con los eventos más negativos, e incluso inesperados como ser herido o perderlo todo, los creyentes muestran un carácter extremadamente dócil y paciente, pues saben que Allah crea cada evento. Crea cada ser, sea visible o invisible, con un diseño impecable, y da vida a cada uno. Allah, el Creador de todo, también creó a los seres humanos, sin tener en cuenta el tiempo o el espacio, y sus destinos individuales. Los mínimos eventos experimentados por una persona viviendo en una tierra lejana también están bajo el control de Allah, porque ve cada cosa y lugar, y oye cada ruido. Más aún, Allah crea el los conceptos de “espacio”, “sonido” e “imágen”.
Dado eso, Él controla todo, dar lugar a la desesperación es siempre un error, porque el evento ocurrirá sin importar si uno lo quiere o no. Además, todos los eventos ocurren por alguna buena razón. Lo importante aquí es ver el bien en los eventos. Los que hagan así verán que perfecta e impecablemente Allah crea eventos, y esta actitud les permitirá obtener una fe más profunda.
Esta barrera también existe entre la esperanza y la desesperación. La esperanza corresponde a la razón, mientras que la desesperanza es completamente opuesta a ella. Por ejemplo, uno puede reprobar un exámen a pesar de estudiar duro. Supongamos que lo ha sacudido y hecho caer en desesperación, puesto que trabajó tan duro pero aún así falló. Obviamente no se va a beneficiar de tal ánimo, y el seguir con esa angustia y ese problema daña su cuerpo y su alma.
Pero en realidad, Allah quiere otro bien para él. En vez de asistir a la universidad ese año, puede ser mejor para el prepararse para el exámen de ingreso. O talvez la universidad o profesión que eligió podrían ser una fuente de problemas y dificultades en su futuro. Puede ser que entre incluso en una universidad mejor el próximo año o que elija una profesión diferente que será mejor para él en el futuro.
A través de sus vidas, las personas encuentran eventos que parecen no servir a ningún propósito claro: No pueden conseguir un empleo que les guste, pierden dinero que necesitan desesperadamente, pierden algo que aprecian, o pierden en un robo posesiones que sólo podrían comprar después de años de duro trabajar. Tales eventos pueden ocurrir a todos. Es más, Allah aclara que la gente es probada por sus almas y posesiones. En uno de sus dichos, nuestro Profeta (saaws) aclara esto:
“Cualquier cosa que Allah toma es para Él, y cualquier cosa que Él da es para Él. Todo con Él tiene un término fijado (en este mundo), así que la gente debe ser paciente y esperar la recompensa de Allah.” (Sahih Bujari)
De este modo, quienes sigan pacienten obtendrán el bien, así como quienes se rebelen y se desesperen perderán.
Es vital comprender totalmente la importancia de ser optimista y ser paciente a fin de ganar el Paraíso. Ser positivo es obligatorio, como muestra el siguiente versículo:
Y no desesperéis de la misericordia de Allah pues sólo desespera de la misericordia de Allah la gente que se niega a creer. (Sura Yusuf, 87)
Así como Allah ordena que tengamos esta actitud, debemos darnos cuenta de que le disgusta cualquier tipo de desesperación. Por lo tanto, debemos tomar a Allah como nuestro Amigo y tratar de actuar de acuerdo a Su voluntad.