De la entrevista de D. Adnan Optar en las televisiones Samsun Aks TV y Ekintürk TV el 7 de octubre de 2009.
ADNAN OKTAR: La gente comprobará que las leyes físicas son algo bastante ilusorio. Diremos que existen, pero también que son un poco fantásticas. Porque Allah no necesita las leyes físicas. Éstas sólo existen para que nosotros creamos en diversos asuntos y para crear una lógica. Es por esto que decimos que la gravedad existe, que el viento lleva a los helicópteros hacia delante cuando despegan y cuando regresan. Mirémoslo de modo práctico. Por ejemplo, estoy hablando con una imagen formada en mi cerebro, pero digamos que está sentada enfrente de mí, a tres metros. Sin embargo no es cierto. Según la vista, él está a tres metros de distancia. Podemos decir que esto es lo que nos parece gracias a la calidad de la película. Por ejemplo, vemos en casa una película en la televisión y hay coches al fondo y gente delante. Puede que los coches estén a unos 100 o 150 metros, pero todo está en el mismo plano. La imagen se forma en el mismo plano en nuestras cabezas, así que, en otras palabras, no hay variación. Le estoy viendo en este momento. Esa imagen se forma en un espacio muy pequeño, no mayor que la punta de mi bolígrafo. Pero usted aparece ante mí como una mujer a tamaño natural. Como un ser humano de tamaño natural. Pero la estoy viendo en un espacio diminuto; la veo muy grande en mi cerebro puesto que lo observo desde una distancia muy próxima. ¿Conoce los rosarios con minúsculos dibujos que tiene la gente que vuelve de la peregrinación, los que solíamos contemplar de pequeños? Los dibujos también parecían muy grandes. Pero se encontraban en un lugar pequeñísimo. Podríamos ver todo un mundo en un sitio muy pequeño. Así es como sucede en el cerebro humano. Todo parece muy grande. Por ejemplo, alguien que está lejos parece pequeño, y alguien que está cerca parece grande. Alguien que está más cerca parece incluso más grande. Pero es como si todos estuvieran encuadrados en una fotografía dentro del cerebro. Interpretamos esa imagen como si fuese muy grande. La interpretamos así según la información que nos proporciona nuestro cerebro. Fíjese, por allá se puede ver a los cámaras un tanto así. Pero así es como aparecen en el cerebro, eso es todo. Realmente así se forman en el cerebro. Pero cuando se nos pregunta decimos que no, que la realidad es que tenemos enfrente, a cuatro metros de distancia, a un ser humano de tamaño natural.
PRESENTADORA Y resulta muy interesante el hecho de que podemos ver a personas de diferentes tamaños y con perfiles diferentes, algunos altos y otros bajos, algunos gruesos y otros delgados. Esto también es muy interesante.
ADNAN OKTAR: Sí, por ejemplo, hay una luz brillante, pero no hay luz en el exterior. En un libro se dice: “Los físicos se han atemorizado cuando se han dado cuenta de esta realidad”. Dicen que se han atemorizado al darse cuenta de esto. Se dieron cuenta y sintieron mucho miedo. Por este motivo no hablan a la gente mucho de ello.
PRESENTADORA: ¿Pero por qué son tan reticentes a hablar a la gente sobre esto?
ADNAN OKTAR: Si hablas sobre esto a alguien que se entretiene divirtiéndose en una discoteca, le arruinarás la noche y ya no podrá disfrutar de ella. Alguien está delante de su fábrica y dice la maravillosa planta que ha construido. Pero todo ese lugar está en un diminuto espacio de su cerebro. Dice que tiene todas estas fábricas, y por allí un yate, y un Lamborghini enfrente suyo. Dice que todos están allí, pero en realidad todos se forman en su cerebro. Pero no quieren escuchar esto. Porque les deprime, y lo ven como algo molesto. Y hay muchas personas que no quieren oír hablar de esto. Solía comentárselo a mis amigos de la academia mientras estuve allí. Los de izquierdas me habían amenazado, aunque la atmósfera que se respiraba normalmente era de libertad. Me dijeron que no se lo contara ni a ellos ni a ningún otro. En otras palabras, es imposible que alguien que escuche esto siga siendo materialista. Traté el tema en su totalidad. Ni siquiera es necesario mencionar el darwinismo una vez le has hablado a la gente del asunto. Les paraliza. Por ejemplo, tenía un amigo en la academia, Hasib (todavía recuerdo su nombre, y no hago mal al mencionarlo). Le hablé de esto, lo comprendió y se puso rojo. Completamente rojo. Y no me volvió a hablar. Lo entendió a la primera. La gente intenta olvidarlo, pero no puede. Dondequiera que vas, se alza ante ti. Una vez que alguien lo sabe, no lo puede olvidar. Incluso aunque existen modos de distraerse, como escuchar música o viajar. O contar chistes. Pero es una realidad trascendental.