El insecto palo, un maestro en el camuflaje, se asemeja a las ramitas u hojas de los árboles. Es casi imposible distinguirlo de la rama en la que está. Ejemplares de estos animalitos que vivieron hace 45 millones de años y que viven hoy día, se protegían y se protegen de sus predadores usando las mismas tácticas de camuflaje, de la misma manera. Las estructuras idénticas de unos y otros evidencian que la evolución nunca tuvo lugar.