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Es la primera vez en la historia que a una ideología se la hace obligatoria y protege en casi todos los países del mundo. Impuesta como una dictadura sobre todo el globo terráqueo, ha establecido un régimen muy represivo, al punto que hace pocos días puso en boca del Papa una serie de declaraciones acerca de la teoría de la evolución, como se puede ver en la prensa. Si el Jefe de la Iglesia Católica se vio coaccionado a verter esos criterios, quedaría en claro la magnitud de la presión aplicada por lo que se podría denominar la mafia darwinista.
Es dicha mafia la que:
• Prohíbe a los académicos decir una sola palabra en contra del evolucionismo.
• Prohíbe a los científicos anunciar los resultados de sus investigaciones que invalidan el evolucionismo.
• Se ocupa de una propaganda constante del darwinismo en los medios de comunicación haciendo uso de información amañada convenientemente.
• Fuerza a los estudiantes a aceptar la teoría de la evolución.
• Prohíbe los libros que se oponen al evolucionismo.
• Busca desgastar o desmerecer a los comprometidos en la denuncia del darwinismo, a través de calumnias y mentiras. Y parece que ahora presiona seriamente al Vaticano, el hogar espiritual de más de un mil millones de cristianos.
La manera en que la mafia darwinista, aparentemente infiltrada en la sede del Sumo Pontífice Católico, impide a éste la defensa de la verdad de los hechos, hace que la estructura eclesial termine sirviendo a los fines de los materialistas. El Vaticano sabe perfectamente que la gran lucha ideológica librada contra el darwinismo en los últimos 30 años, ha dejado plenamente al descubierto sus fraudes ideológicos, infligiéndole su peor derrota a lo largo de la historia. Los materialistas y darwinistas europeos, conscientes de la terrible catástrofe en la que se ven envueltos, piensan que pueden resucitar al darwinismo por medio de obligar al Vaticano a manifestarse favorable a ellos. Pero el darwinismo está científicamente muerto y nada lo resucitará.
Debido a que ya se ha demostrado definitiva y claramente que ni siquiera una sola proteína puede pasar a existir por casualidad, que los llamados fósiles de especies en transición no son más que falsedades o restos de especies extintas, que 100 millones de fósiles desenterrados muestran que la evolución nunca ocurrió, la mafia darwinista mundial está al borde del precipicio. Lo que deberían hacer ahora los materialistas de toda laya es preparar los funerales del evolucionismo y disculparse ante todo el mundo por la dictadura que han ejercido durante más de 150 años.