Estos arácnidos, pertenecientes al filo de los artrópodos, han recibido este nombre porque su estructura es parecida a la de los escorpiones. Sin embargo, sus características anatómicas son mucho más cercanas a aquellas de las arañas que a las de los escorpiones. Los ejemplares más antiguos conocidos vivieron en el período Devónico (hace 417 a 354 millones de años). Estos invertebrados jamás han cambiado desde el momento en el que aparecieron por primera vez en los registros fósiles. El hecho que hayan permanecido iguales por cientos de millones de años es prueba de que nunca han evolucionado.