Esta piña de Araucaria, fosilizada, con una antigüedad de 208 – 146 millones de años, no difiere en nada de la misma variedad de sus congéneres actuales. Ello deja evidenciado que la teoría de la evolución es un gran engaño. Los registros fósiles exhiben, sin excepción, que la creación de Dios es un hecho manifiesto.