Esta hoja de ginkgo de la era del Eoceno (hace 54 a 37 millones de años) no es diferente de las hojas de ginkgo de nuestros días. De acuerdo a las afirmaciones darwinistas, en un período de 50 millones de años, estas especies vivientes deberían haber sufrido la evolución innumerables veces, desarrollándose de una forma primitiva a una más avanzada. De acuerdo a los evolucionistas, en el medio ambiente presuntamente “primitivo” de hace 50 millones de años, estas especias también tenían que demostrar rasgos primitivos. Sin embargo, los registros fósiles muestran que los ginkgos no han pasado por ningún cambio. Solamente este fósil, con la misma complejidad de los ginkgos actuales, prueba que el proceso evolutivo es un concepto imaginario.