Di [Oh Muhámmad]: "Ciertamente, se me ha ordenado adorar a Dios, sincero en mi fe sólo en Él."
Corán, Sura 39: As-Sumar (Las Multitudes), aleya 11)
Olvidar la existencia de Allah y vivir en la despreocupación aunque se haya comprendido el carácter fundamental de Su poder infinito es engañarse uno mismo y una verdadera equivocación. Lo que Allah quiere de los seres humanos es que busquen complacerle. Complacer a Allah constituye el único propósito de la vida del hombre.
Fue Allah quien creó al ser humano, quien le proporcionó su sustento y le dotó de todas sus demás bendiciones, quien le prometió la vida eterna en el Más Allá. Así pues, sería un acto de ingratitud que el principal objetivo del hombre fuera buscar contentar a los demás o buscar su propia satisfacción. El castigo por tal comportamiento es el fuego eterno.
El hombre puede elegir entre dos opciones: o decide fundar su vida con el fin de lograr la complacencia de Allah y alcanzar el Paraíso como recompensa, o decide tomar el camino hacia el infierno. No existe una tercera opción. Esto lo explica claramente la siguiente aleya:
¿Quien es mejor: quien ha cimentado su edificio sobre la conciencia de Dios y [buscando] Su complacencia --o quien ha cimentado su edificio al borde de una ribera que se desmorona, socavada por el agua, y que [acabará por] desplomarse arrastrándole al fuego del infierno?
Pues Dios no otorga Su guía a gentes que [deliberadamente] hacen el mal:
Corán, Sura 9: At-Tauba (El Arrepentimiento), aleya 109.
Estas palabras son valores que se ensalzan en el Corán y se basan en lo que realmente permite obtener la complacencia de Allah. Por ejemplo, el autosacrificio, que contenta a Allah, sólo es válido si la persona no espera nada a cambio, si sólo desea y busca la complacencia de Allah.
Se dice en el Corán que los creyentes se comportan correctamente sólo para alcanzar el amor de Allah.
y proveen de comida –sin importar cuan necesitados estén de ella -- al necesitado, al huérfano y al cautivo, [diciendo, en sus corazones:] "¡Os damos de comer sólo por amor a Dios: no queremos de vosotros recompensa ni gratitud.”
Corán, Sura 76: Al-Insán (El Hombre), aleyas 8-9.
El mensajero de Allah, el profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) indicó en un hadiz que complacer a Allah siempre debe estar por encima de complacer al hombre:
Quien busque agradar a Allah aún desagradando a los hombres, contentará a Allah y Éste hará que los hombres estén contentos con él. Sin embargo, quien busque agradar a los hombres desagradando a Allah, desagradará a Allah y Éste hará que los hombres estén descontentos con él. (Narrado por Ibn Hibban en su Saheeh)
Lograr la complacencia de Allah representa el mayor honor y satisfacción para el hombre.
Allah hace que sus servidores estén complacidos con Él colmándoles de bendiciones. Una aleya del Corán dice que los creyentes complacidos con Allah y con quienes Allah está complacido tendrán como recompensa:
Su recompensa [les aguarda] junto a su Sustentador: jardines de felicidad perpetua por los que corren arroyos, en los que morarán más allá del cómputo del tiempo; Dios está complacido con ellos, y ellos están complacidos de Él: ¡todo esto aguarda a quien teme a su Sustentador!
Corán, Sura 98: Al-Baiyina (La Evidencia De La Verdad), aleya 8.
No se obtiene la complacencia de Allah con sólo unos actos de adoración a ciertas horas. También se obtiene con una conducta correcta y continua a lo largo de la vida. La aleya siguiente informa de que la vida del creyente tiene que orientarse hacia un único objetivo:
Di: "Ciertamente, mi oración, [todos] mis actos de adoración, mi vida y mi muerte son [sólo] para Dios, el Sustentador de todos los mundos”
Corán, Sura 6: Al-Anaam (El Ganado), aleya 162.