Un medio ambiente en el cual los fósiles son preservados es el ámbar. La resina que emerge de los árboles fluye sobre un ser viviente, preservándolo en su estado original, y tales fósiles atrapados en ámbar señalan un hecho muy importante, tal como lo hacen los otros fósiles: los seres vivientes han permanecido iguales por millones de años—en otras palabras, nunca han sufrido una evolución.El fósil de ciempiés ilustrado aquí tiene 50 millones de años de edad. De acuerdo a las afirmaciones de los evolucionistas, varias alteraciones deberían haber tenido lugar en estos artrópodos en el transcurso de millones de años, durante los cuales deberían haber evolucionado en otras especies o formas de vida. No obstante, no hay diferencias entre los ejemplares de ciempiés que vivieron hace 50 millones de años y sus equivalentes actuales. Estos invertebrados se han mantenido iguales por millones de años y son una prueba clara de la Creación.