El darwinismo prospera en una ambiente de ignorancia, tratando de crear la convicción de que los fósiles de forma intermedia existen aunque no sea así, y continuamente presentan pruebas falsas. La evidencia fósil auténtica descubierta apunta hacia una sola explicación: la Creación. La avispa aquí ilustrada pertenece a la época del Eoceno, y por sí sola es una de las pruebas que invalidan la evolución.