La masonería cuenta con muchos acólitos a lo largo del mundo. Cuando se demuestra que es una institución satánica, que sus principales dirigentes actúan en función de lo que les comunica el propio satanás y que es una estructura del anticristo, sus miembros de más bajo nivel, por lo general, reaccionan de manera vehemente. Dicen que sus jefes son buenas personas y rechazan considerar que estén comprometidos en tales perversiones.

Sucede que, seguramente, los más ingenuos desconocen la verdadera forma de ser y pensar de sus superiores, pues es algo que se les oculta convenientemente. Es decir, los de menor jerarquía sólo ven el rostro atractivo de la masonería.

Unicamente los masones de grado 31, 32 y 33 son concientes de la abominable catadura satánica de la organización, llevándose el secreto a la tumba: no permiten que se haga público su trabajo para producir enfrentamientos sociales, especialmente entre cristianos y musulmanes, así como para alentar la guerra, la anarquía y las masacres en todo el mundo, valiéndose, entre otras cosas, del darwinismo. De ahí que éste sea protegido por leyes nacionales y enseñado como “verdad suprema”.

El dirigente masón no cree en Dios sino en satanás, al que considera sagrado. Y lo más importante es que se puede vincular directamente con el mismo. Dicho en otras palabras, las decisiones aprobadas en las asambleas masónicas, provienen del mismo satanás, a quien le brindan sacrificios y rituales deleznables. Pero, como dijimos, la proporción de masones que conocen a ciencia cierta todo esto es mínima.

Los masones se consideran “esotéricos”. En su práctica el maestro instruye sólo a las personas competentes en una determinada filosofía y disciplina y con una temática que queda oculta para los demás. Quienes reciben ese adoctrinamiento, propio de los más elevados niveles de la organización, deben mantener en secreto lo adquirido. En consecuencia, los que están por debajo en la escala, sólo ven la máscara “amorosa” de la masonería. Una de las enseñanzas fundamentales de esta organización es: “llevarás la luz a los ojos cerrados sólo de manera gradual”. Todo este mecanismo está explicitado en el periódico masónico turco Mimar Sinan:

“La masonería disfraza sus verdades y sus secretos. Quienes desean, pueden descubrirlos, lentamente. (De todos modos,) puede ser peligroso revelarlos a personas intelectualmente débiles e irreflexivas, pues llegarían a destruir sus creencias. En cambio, su desconocimiento ayuda a afirmarse a quienes quieren ingresar a la estructura. A ello se debe la existencia eterna de ésta. Ese procedimiento sirve de instituto o escuela preparatoria de los que empiezan a buscar el conocimiento y la sabiduría. Recibir una verdad sin pasar por la fase preparatoria para comprenderla, puede confundir y destruir a los nuevos adherentes1”.

También podemos leer en Mimar Sinan parte de un artículo titulado “Los Secretos de la Masonería: La Virtud de Ser Reservado y Guardar Silencio”:

“Debemos mantener ocultos en los escondrijos impenetrables de nuestros corazones los secretos que se nos confían. Debemos ser tan silenciosos como la muerte, tan mudos como la tumba. Es un juramento, algo que nos honra y a lo que nos debemos sentir obligados2”.

Otra fuente nos dice que la masonería consiste de dos comunidades distintas, una de las cuales es inconciente de la existencia de la otra, pues los niveles inferiores nunca pueden enterarse de los planes satánicos de los planos superiores:

“La masonería es una fraternidad dentro de una fraternidad, una organización exterior que oculta una hermandad interior de elegidos… es necesario establecer la existencia de estas dos categorías separadas pero no obstante interdependientes, una visible y la otra invisible. La parte visible es una magnífica manifestación de compañerismo de ‘libres y aceptados’, a la que se prescribe el humanitarismo, el patriotismo, la hermandad, los valores éticos y la docencia. La parte invisible es una fraternidad secreta y más Augusta (en el sentido de ‘una grandeza e impronta mayestática’) cuyos miembros se entregan al servicio de un enigmático arcannum arcandrum (entendido como ‘un secreto, un misterio’)3”.

Por supuesto, la impresión que nos da la parte visible no revela para nada lo verdaderamente peligroso de la masonería. Sus miembros dicen que la preparación que reciben al incorporarse tiene como objeto “la paz, el amor y la fraternidad entre los seres humanos”, dedicándose en consecuencia a muchas actividades caritativas. Como lo manifiesta el Maestro Masón Uner Birkan, en Mimar Sinan, a través de esa cobertura la organización puede presentarse como una institución filantrópica. Este es el rostro visible de la masonería.

Pero la parte peligrosa es la otra, la oculta. Y los miembros de más bajo rango deben tomar conciencia de esto para saber dónde están metidos. La mayoría de los masones principiantes o de los estratos subalternos son personas dignas, muy cualificadas, creyentes sinceros que obran en el camino de Dios. Por eso insistimos en que hay que clarificarles el terrible engaño al que son sometidos y el ocultamiento que se les hace del verdadero rostro de la masonería. Sus dirigentes, ubicados en la parte siniestra, manipulan las cosas y se mueven con intrigas, desde la época de los Caballeros Templarios.

Declaraciones de Adnan Oktar sobre el tema:

MANIFESTACIONES DE ADNAN OKTAR EN EL REPORTAJE QUE LE HIZO “TEMPO” TV EL 24 DE MARZO DE 2009 

Adnan Oktar: Los masones no necesitan hacer conocer sus ideas porque ya son conocidas. Un profesor sabe que si quiere trabajar en una universidad, todo se le facilita si se convierte en masón. O alguien que quiere ser jefe de departamento sabe que es el camino para lograrlo rápidamente. En consecuencia, el interesado sólo espera a que se le invite a sumarse a la organización. Se le presentarán dos o tres personas, le dirán que lo estuvieron observando, que se han dado cuenta que se trata de alguien muy talentoso, que han decidido ofrecerle que se convierta en masón y que lo sumarán a su logia. En una celda o pieza de ésta se encontrará con un cráneo de humano sacado del cementerio. Le dirán que se siente y medite. Después pondrán frente a él sal, azufre y otras cosas. En la cabeza le insertarán algo parecido a una máscara, le atarán una cuerda al cuello y le harán moverse en cuatro patas alrededor de esos elementos, como si fuese un animal. A continuación le desgarrarán la camisa y dejarán expuesto su pecho, sobre el que sostendrán dos o tres espadas apuntando al centro del mismo. Le harán jurar que no revelará lo que se le hable de la masonería, so pena de ser asesinado y descuartizado. Después le darán la bienvenida a la organización y lo harán parte de ella. Esta es la primera etapa. A ello continuará una ignominia tras otra. Así actúa esta institución. De esa manera los nuevos adherentes se acomodarán en el cargo que ansiaban. Al principio se les explica que los que aún están semidormidos no pueden ver la luz con toda su intensidad sino que deben hacerlo paso a paso. En otras palabras, se deben ir convirtiendo en ateos gradualmente. Por ejemplo, al principio hablan del darwinismo y lo discuten un poco. En un paso siguiente descartan la validez de las religiones. En esas charlas, a la vez que les van lavando el cerebro, corre mucha bebida alcohólica. Si los instructores consideran que la persona del caso está en condiciones, ya defienden directamente el ateísmo. Al llegar al grado 33 –el más elevado– la persona ya es totalmente atea. El trámite, aunque reservado, es sencillo. Son una fábrica de ateos y se extienden por todo el mundo. Es decir, se trata de una estructura que permite todo tipo de inmoralidad y cumple con todo lo que le ordena satanás. Los ateos sionistas son parte de esa estructura. ………… Esta es la lógica masónica y la manifiestan en sus propios libros.

MANIFESTACIONES DE ADNAN OKTAR EN UNA ENTREVISTA EN VIVO EN “EKIN” TV EL 16 DE FEBRERO DE 2009 

Adnan Oktar: Muchas veces los masones han sometido a los más terribles castigos a las personas que entienden los han traicionados, ya sea porque hablaron de más o hicieron cosas que nos les gustó. Por lo general, se las condena a muerte. Los adeptos, al hacer la iniciación, juran que aceptarán de buena gana la condena a muerte, en medio de un juramento que abarca muchas cosas. Y de tanto en tanto son llamados para que rindan cuenta… 

MANIFESTACIONES DE ADNAN OKTAR EN UNA ENTREVISTA EN VIVO EN “CAY” TV EL 18 DE FEBRERO DE 2009

Adnan Oktar: La masonería no ejecuta por mano propia. Se cuida de no quedar “pegada”. Otros lo hacen por ella, es decir, asesinos a sueldo. Cuando entienden que alguien se le opone –como en el caso de Uzeyir Garih–, lo matan bajo la acusación de haber revelado secretos de la organización, de acuerdo a lo pautado en los juramentos de iniciación, juramento con el cumplen todos los adherentes. Pero, ¿quién puede desear que lo corten en pedazos por romper un juramento? ¿De qué estamos hablando? Se trata de un juramento por medio del cual se acepta ser descuartizado. Esto es lo que me sucedería si traiciono a la masonería o revelo sus secretos. Existen muchos juramentos masónicos. Pero todos ellos incluyen la aceptación de ser ejecutado. Incluso cuando se hace el juramento se es empapado en sangre.¿Hace falta decir algo más?

MANIFESTACIONES DE ADNAN OKTAR PARA “VATAN” TV (3)
(Estambul, Febrero de 2008)

Adnan Oktar: No albergo ninguna hostilidad hacia los masones, quienes por lo general son hijos selectos del país. Pero me opongo a sus ideas, a sus creencias. Me opongo al pensamiento darwinista, ateo, materialista. Si el masón comprueba que tiene ideas incorrectas, puede convertirse en alguien provechoso para Turquía. Se transformará en un ser humano excelente, totalmente adecuado, según mi opinión.

Periodista: ¿Deberían clausurarse las logias masónicas?

Adnan Oktar: Deberían ser ilegalizadas y su gente puesta en la dirección correcta. En las logias debería haber libertad de pensamiento y a todos habría que decirle la verdad. Las cosas no se pueden hacer recurriendo a la fuerza y a la violencia.

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[1] Mimar Sinan Magazine (For Masons Alone), article on Freemasonry and Its Essentials, Raşit Temel, 2nd year, September 1968, No: 7, p: 11
[2] Mimar Sinan Magazine (For Masons Alone), article on Freemasonry and Its Essentials, Raşit Temel, 2nd year, September 1968, No: 7, p: 16
[3] Manly P. Hall, Lectures on Ancient Philosophy, Tarcher Publishing, 2005, p. 433