La publicación científica Science et Vie hizo el siguiente comentario sobre esta ave, ahora conocida como Confuciusornis sanctus: “De acuerdo a los paleontólogos chinos y estadounidenses que examinaron el fósil… estaban tratando con un descubrimiento de primera clase. Este pájaro volador, aproximadamente del mismo tamaño que un rascón europeo, tiene alrededor de 157 millones de años de edad… más antiguo que el Archوopteryx.” (Jean Philippe Noel, "Les Oiseaux de la Discorde," Science et Vie, No. 961, October 1997, p. 83.)El significado de este descubrimiento es obvio; el hecho de que el Confuciusornis vivió durante el mismo período que una forma de vida que se supone fue el antepasado de los pájaros —y que tenga una similitud con los pájaros actuales— invalida totalmente las afirmaciones de los evolucionistas.Hay varias diferencias estructurales entre los pájaros y los reptiles, siendo una de las más importantes su estructura ósea. Los huesos de los dinosaurios -considerados por los evolucionistas como los supuestos ancestros de los pájaros— son gruesos y sólidos, haciéndolos muy pesados. Por otro lado, los huesos de las aves— de especies tanto vivas como extintas, son huecos y por lo tanto muy livianos, lo cual es de gran importancia para su habilidad de volar.Otra diferencia entre las aves y los reptiles son sus ritmos metabólicos. Los reptiles tienen uno de los metabolismos más lentos de todas las formas de vida que existen sobre la Tierra, mientras que los pájaros cuentan con el más rápido. Debido al metabolismo tan rápido de un gorrión, por ejemplo, su temperatura corporal puede elevarse hasta 48º C (118,4 ºF). Los reptiles no pueden generar su propia temperatura corporal, y calientan sus cuerpos al tomar sol. Los reptiles consumen energía de la manera más lenta, mientras que los pájaros la consumen de una manera más rápida.A pesar de ser un evolucionista, Alan Feduccia se opone fuertemente a la teoría de que los pájaros y los dinosaurios están emparentados, basándose en hallazgos científicos. Sobre el tema de la tesis de la evolución dinosaurio-ave, él tiene esto para decir:Bueno, he estudiado cráneos de pájaros durante 25 años y no veo similitud alguna. Simplemente, no la veo. . . El origen terópodo de las aves, en mi opinión, será la más grande vergüenza para la paleontología del siglo XX.” (Pat Shipman, "Birds Do It … Did Dinosaurs?," New Scientist, 1 February 1997, p. 28.)