NUNCA OLVIDES QUE LA MUERTE TE LLEGARÁ EN CUALQUIER MOMENTO
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NUNCA OLVIDES QUE LA MUERTE TE LLEGARÁ EN CUALQUIER MOMENTO

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(Usted puede informarnos de cualquier corrección que haya que hacer en los artículos)

Di: «La muerte, de la que huís, os saldrá al encuentro. Luego, se os devolverá al Conocedor de lo oculto y de lo patente y ya os informará Él de lo que hacíais» (Sura Al yomoa: 8)

Todo lo que existe a tu alrededor: tus amigos, tus parientes y todos los seres vivos de la Tierra morirán algún día, así como sucedió con los billones de seres que han vivido aquí antes que tú. Este hecho se manifiesta en el versículo: “Cada uno gustará la muerte.” (Sura Al anbia: 35). Olvidar esto es un acto de inconciencia. El hombre que es incapaz de aceptar la muerte debe saber que ésta le llegará tarde o temprano en el momento y lugar menos esperado.

Hay que tener en cuenta que ni la belleza, ni la fama, ni el nivel social, ni la riqueza, así como tampoco la juventud, han podido hacerle frente a la muerte.

A pesar de que muchos conocen esta realidad evitan afrontar la muerte y hasta tratan de olvidarla. Sin embargo, dicha actitud sólo provoca la propia decepción. Ese es el motivo por el cual el Profeta (pbuh) también les dice a los creyentes que “frecuentemente recuerden la muerte”. (Tirmidhi)   

La agonía del moribundo traerá la Verdad: «¡Ahí tienes lo que rehuías!»! (Sura Qaf: 19)

Estos versículos te deben haber mostrado la cercanía a la muerte y si  profundizas en el asunto te darás cuenta de que ella está tan cerca de ti y de todos.

En contraste a lo que se dice comúnmente, la muerte no es la etapa final de la vida. Una vez llegado el momento, Alá manda a Su ángel a quien le corresponda y éste se lleva el alma de la persona en un momento inesperado. Puede que suceda en este instante, antes de que tengas la oportunidad de levantarte de tu silla. El Ángel de la Muerte puede aparecerte de repente y por más que estés rodeado de familiares o amigos nada podrá ser alterado. Ellos no podrán protegerte de la muerte. Por ello, nunca olvides que el destino de cada alma depende de Alá y Él decidirá cuando la persona será devuelta a su Señor.  

Sin embargo, la idea de que puedes morir en cualquier momento no siempre es fácil de aceptar. Pensar en estas cosas te hace sentir que aún es demasiado pronto para partir de este mundo. Pero el hecho es que solamente Alá es Quien determina el momento de la muerte. Ni un minuto más, ni un minuto menos. La Muerte se encuentra con el alma en el momento exactamente predeterminado según su destino:

Cuando le vence a uno su plazo, Alá no le concede prórroga. Alá está bien informado de lo que hacéis (Sura Al monafiqún: 11)

¿Alguna vez has pensado qué experimenta tu cuerpo en la muerte?

No importa si eres rico o hermoso. De todas maneras, tu cuerpo descansará en una habitación o en una morgue. Lo envolverán en un sudario y lo pondrán en un ataúd estrecho. El coche fúnebre llevará  su cuerpo al cementerio en donde su cadáver será colocado en una fosa. El suelo te cubrirá por todas partes. Su cuerpo, pronto empezará a deteriorarse y descomponerse. En última instancia, no quedará nada de ti, a no ser un montón de huesos. Nunca olvides que ese día llegará y tu cuerpo permanecerá enterrado.

Un cadáver es un objeto del que hemos de extraer enseñanzas. Este hecho es difícil de tolerar, incluso durante algunos minutos. ¿Alguna vez te preguntaste por qué un cuerpo humano, que es capaz de mantener su solidez a lo largo de la vida se vuelve insoportable después de la muerte? Esto es algo para reflexionar. Desde el pensamiento del cuerpo en descomposición, como también los cuerpos de los seres queridos ayudarán a no olvidar el Más Allá y así, a pertenecer definitivamente a este mundo.

A pesar de estos hechos, sin embargo, la mayoría de las personas tienden a absorberse a sí mismos en las trivialidades de su vida cotidiana, mientras que dan la espalda a este acontecimiento inevitable. Pero en definitiva, el error yace en su incapacidad en prepararse para la futura vida. En última instancia, si no aceptan la muerte, esto los llevará a un tormento eterno. Por lo tanto, el hombre debe esforzarse para obrar bien a fin de obtener el consentimiento de Alá. Nuestro Señor, el Todopoderoso y el Justo, concede el tiempo suficiente a cada uno para que presten atención a su advertencia. Este período, sin embargo, se limita a la vida de este mundo. Es decir que el arrepentimiento solamente se permite en este mundo. Una vez que la muerte se lo lleva, ya no va a haber ninguna posibilidad de corregir sus errores. En cambio, se sentirá un peso enorme por toda la eternidad:

Gritarán allí: «¡Señor! ¡Sácanos y obraremos bien, no como solíamos hacer!». «¿Es que no os dimos una vida suficientemente larga como para que se dejara amonestar quien quisiera? El monitor vino a vosotros... ¡Gustad, pues! Los impíos no tendrán quien les auxilie». (Sura Fatír: 37)

Nunca pienses que la muerte es el fin del mundo. Por el contrario, es el comienzo de la vida eterna. Es la vida que le corresponde a cada uno de acuerdo a sus actos, y por lo tanto, no se puede modificar. La muerte es una puerta hacia la felicidad y salvación, en caso de que la persona haya complacido a Alá. Pero para aquellos que le han dado la espalda es el comienzo de un tormento sin fin.  

Alá hace que el hombre pase por diversas experiencias que le hagan recorder la muerte y el Más Allá. Aquellos que lo tienen en cuenta viven responsablemente su vida, mientras que los que rechazan esta verdad sienten una gran pérdida. No olvides que aquellos que ya han muerto, nunca sabían el momento del hecho; así como tampoco lo saben las personas que aún viven. La muerte llegará inesperadamente, sin importar el tiempo o lugar.  

Por eso nunca olvides trabajar por tu vida después de la muerte. Una vez que hayas muerto no habrá oportunidad de corregir los errores cometidos en la Tierra.

En el Corán, Alá relata el hecho de que la muerte no es algo que pueda ser obviado y describe el gran sufrimiento de los que les toca morir:

Gastad de lo que os hemos proveído, antes de que la muerte venga a uno de vosotros y éste diga: «¡Señor! ¿Por qué no me das algo más de tiempo, para que dé limosna y sea de los justos?». Cuando le vence a uno su plazo, Alá no le concede prórroga. Alá está bien informado de lo que hacéis. (Sura Al monafiqún: 10-11)
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