Las tres religiones reveladas como una bendición de nuestro Señor a través de los verdaderos profetas y las escrituras de verdad – el Islam incorrupto y formas genuinas del cristianismo y el judaísmo–, comparten muchas creencias comunes. Aunque la Torá y el Evangelio se fueron tergiversando en el transcurso del tiempo, la esencia y los valores morales de la verdadera fe siguen estando en gran medida preservados en estos libros enviados desde la Presencia de Dios. Estas partes no corrompidas, se pueden ver claramente si se observan con el Corán y el hadith como guía. Estas tres religiones reveladas creen en la existencia absoluta de Dios, que Él es eterno, que Él creó el universo de la nada y que El domina toda la materia con su omnipotencia.
Musulmanes, cristianos y judíos también se oponen y combaten los mismos errores intelectuales al oponerse al ateismo, a la irreligiosidad, al racismo, al fascismo y a la degeneración moral. Las tres religiones se esfuerzan por predicar la existencia de Dios en la misma forma. Los miembros de las tres religiones aspiran a un mundo lleno de justicia en el que todos sabrán de Dios , creerán sinceramente en Su Palabra, se Le someterán y vivirán en paz y tolerancia. Los miembros de las tres religiones actúan por temor y el amor a Dios, siguen en el camino de sus mensajeros, y cumplen con su revelación.
En esencia, los miembros de estas tres religiones creen y adoran al mismo Dios Uno. Nuestro Señor Todopoderoso ha puesto de manifiesto Su potestad y poderío, Su creatividad artística, Su sublimidad, que Él es el Señor de los mundos, que Él es Todopoderoso y el único Creador de todo. Él es el Señor de los cielos y la tierra y todas las cosas Le pertenecen, Él es Omnisciente, Omnipotente y Quien todo lo abarca. Su potestad, sublime y majestuosa, impregna todo en todas partes Él es libre de cualquier defecto o deficiencia y todos Le necesitan.
Nuestro Señor Todopoderoso reveló su fe con la religión del Profeta Abraham (la paz sea con él):
Luego, te hemos revelado: «Sigue la religión de Abraham, que fue hanif y no asociador» (Corán, 16:123).