En este ámbar se pueden ver una mosca zancuda y una frigánea, una criatura similar a una polilla. Las larvas de la frigánea viven bajo el agua y se hacen vainas cilíndricas como una armadura para estar protegidos de los enemigos, y poseen un sistema de producción de seda usado solamente para este propósito. Luego, construyen estas vainas con los objetos que encuentran en el río, tales como ramas pequeñas y guijarros.Es bastante difícil reconocer una larva de frigánea, una vez que se ha camuflado perfectamente en este “vestido” interesante. Las larvas de estos mismos insectos se han estado protegiendo de sus enemigos de esta manera por millones de años. Este ejemplar de 45 millones de años preservado en ámbar es una prueba de que esta criatura no evolucionó en todos los años que transcurrieron desde entonces.