¡Gente del Libro! No saquéis las cosas de quicio en vuestra práctica de adoración ni digáis sobre Dios nada que no sea verdad. Ciertamente el Ungido (es decir, Jesús), hijo de Maryam, es el mensajero de Dios, su palabra depositada en Maryam y un espíritu procedente de El. Creed pues en Dios y en sus mensajeros y no digáis “Tres”. Es mejor para vosotros que desistáis. La verdad es que Dios es un Dios Unico. ¡Está muy por encima en Su gloria de tener un hijo! Suyo es cuanto hay en el cielo y cuanto hay en la Tierra. Y Dios basta como guardián. El Ungido no desprecia ser un siervo de Dios ni los ángeles que están cerca de El. Pero aquel que desprecie adorar a Dios y se llene de soberbia… Todos van a ser reunidos para volver a El. (Corán, 4:171-172)

Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: “Dios es el Ungido, hijo de Maryam”. Cuando fue el Ungido quien dijo a los hijos de Israel: “¡Adorad a Dios! Mi Señor y el vuestro”. Quien asocie algo con Dios, Dios le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego. No hay quien auxilie a los injustos. (Corán, 5:72)

Han caído en incredulidad los que dicen que Dios es el Ungido, hijo de Maryam. Di: “¿Y si Dios quisiera destruir al Ungido, hijo de Maryam, a su madre y a cuantos hay en la Tierra, todos a la vez? ¿Quién podrá impedírselo?”. De Dios es el Dominio de los cielos y de la Tierra y de lo que entre ellos hay. Crea lo que El quiere. Es Omnipotente. (Corán, 5:17)

Y cuando dijo Dios: “¡Jesús, hijo de Maryam. ¿Has dicho tú a los hombres: ‘Tomadme a mi y a mi madre como dioses, aparte de Dios? Dijo (Jesús): “¡Gloria a Ti! No me pertenece decir aquello a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, Tú ya lo sabrías. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti. Tú eres el Conocedor de lo más recóndito”. (Corán, 5:116)

Dijo (Jesús): “Yo soy el siervo de Dios. El me ha dado el Libro y me ha hecho profeta. Y me ha hecho bendito dondequiera que esté y me ha encomendado la oración y la purificación (es decir, el zalat y el zakat) mientras viva. (Corán, 19:30-31)

No cabe a un ser humano a quien Dios le ha dado el Libro, la Sabiduría y la Profecía, que diga a los hombres: “Sed siervos míos y no de Dios”, sino, más bien: “Sed maestros, puesto que conocéis el Libro y lo habéis estudiado”. (Corán, 3:79)

El Ungido, el hijo de Maryam, no es más que un mensajero antes del cual ya hubo otros mensajeros. Su madre era una mujer veraz y ambos comían alimentos. ¡Mira cómo les hacemos claro los signos y mira cómo luego inventan! (Corán, 5:75)

Antes de ti no enviamos a ningún mensajero al que no le fuera inspirado: “No hay más Dios excepto Yo. Servidme, pues!”. Han dicho: “El Misericordioso ha tomado un hijo”. ¡Sea glorificado! Son, nada más, siervos honrados. No se le adelantan en la palabra y actúan siguiendo lo que El les manda. Sabe lo que tienen delante y lo que tiene detrás. No intercederán sino por aquellos de quienes El esté satisfecho. Están imbuidos del miedo que El les inspira. Y quien de ellos diga: “Yo soy un dios aparte de El”, le retribuiremos con el Infierno. Así es como pagamos a los injustos. (Corán, 21: 25-29)