La opresión y los ataques a los musulmanes rohingyas –en el curso de casi 250 años - han experimentado un alza desde 2012. Casi 1.000 musulmanes fueron martirizados sin piedad en la provincia de Rakhine en junio de ese mismo año. 125.000 personas fueron expulsadas de sus hogares y aldeas, obligadas a vivir en las montañas y los bosques. Durante los últimos dos años, el gobierno de Myanmar ha lanzado una campaña de genocidio, llena de ira, sangre y brutalidad, dirigida a destruir completamente a los musulmanes rohingyas.
En octubre de 2016, unos 100.000 musulmanes rohingyas fueron desplazados como resultado del resurgimiento de la violencia y la opresión militar. Más de 75.000 musulmanes se vieron obligados a instalarse en el campamento de Kutupalong y sus alrededores en el área de Cox's Bazar en Bangladesh; Kutupalong es ampliamente considerado como el peor campamento de refugiados en el mundo.
Por último, los conflictos en la región de Rakhine se dispararon tras el asesinato de 10 policías por los militantes del ARSA (Ejército de Salvación ). Las fuerzas militares y las bandas de Myanmar sostienen que son los musulmanes rohingyas los responsables de la muerte de los oficiales de policía, y bajo esa mentira realizaron una cacería humana en la región y aterrorizaron a los rohingyas.
Los rohingya que escaparon de los ataques, donde miles de los musulmanes han sido martirizados, quemados vivos y decenas de miles han sido torturados, fueron rechazados en la frontera de Bangladesh por la policía como siempre. Aproximadamente 60.000 musulmanes todavía luchan por mantenerse vivos en las regiones montañosas, ya que no pueden cruzar la frontera.
El Relator Especial de la ONU para los Derechos Humanos, Yanghee Lee, dice que la situación en Rakhine que ha sido atacada por el ejército y varias pandillas desde el 25 de agosto, es ‘ mucho peor’ que el pasado octubre. Sin embargo, es agradable ver que Bangladesh recientemente permitió que 270 mil rohingyas se refugiaran en sus campamentos aunque tuviera recursos limitados y débiles.
El gobierno de Myanmar y la sombra detrás de todos estos incidentes, la presidenta Aung San Suu Kyi, ofrecen explicaciones inútiles como "no hay limpieza étnica", o "los informes son exagerados" para ocultar los hechos. Sobre la base de estas explicaciones infundadas, no permite que la ayuda humanitaria de emergencia llegue a la región. De esta manera, los supervivientes de Rohingya hambrientos, sedientos, sin hogar, débiles, enfermos, discapacitados y heridos se están aniquilando privándoles de necesidades urgentes como alimentos, refugio y medicamentos.
Un elemento misterioso que recientemente jugó un papel de liderazgo en las atrocidades en contra de los Rohingya, es la milicia ARSA. Como se sabe, el último desastre que la gente Rohingya experimentó fue el ataque a los puntos de seguridad de Myanmar el 25 de agosto por ARSA en el que murieron 10 policías. Del mismo modo, los ataques, los masacres y los exilios contra los rohingya en octubre de 2016 fueron también el resultado de la sangrienta respuesta de las fuerzas de seguridad de Myanmar a los ataques perpetrados por ARSA.
En otras palabras, cualesquiera que sean las funciones clave de Al Qaeda, Talibán y Daesh en la destrucción, el genocidio y las masacres que sufrieron en Afganistán, Irak, Siria, Yemen y Libia, ARSA está desempeñando el mismo papel en Rakhine.
Como sabemos, existe una importante competencia internacional por los ricos depósitos de gas y petróleo en el Golfo de Bengala, frente a la costa de Rakhine. Los dos mayores competidores son el Reino Unido y China. El único medio de transporte de recursos energéticos desde el Golfo a China es directamente a través de la provincia de Rakhine.
El líder apoyado durante tanto tiempo por los británicos para poner fin a la dominación china en la región es, como era de esperarse, Aung San Suu Kyi, que ahora es considerada como el principal perpetrador de la violencia contra los musulmanes Rohingya en Myanmar.
Aung San Suu Kyi, presentada como la mujer que pondría fin al dominio de Pekín, se apoya en esta tarea, es decir, para la tarea de bloquear las líneas de transmisión de energía Myanmar-China que pasan por Rakhine.
Se afirma que con este fin, es necesario crear una dominancia completa y control, así como un sector de seguridad en la región de Rakhine, convirtiéndolo en una "tierra de nadie". Como se puede ver, los habitantes de la región, los musulmanes Rohingya son considerados como el único obstáculo que se interpone en el camino de esta estrategia insidiosa. Esta es la verdad detrás de la política de genocidio, cuya severidad se ha multiplicado recientemente contra los pobres de la región.
La opresión, la persecución, la tortura y la injusticia que enfrentan los musulmanes rohingyas que son declarados oficialmente como las personas más perseguidas en el mundo por la ONU, no tienen precedentes.
Esta crueldad, que lamentablemente todavía está en pleno apogeo ante los ojos del mundo entero, debe ser protestada y activamente intervenida en contra por la comunidad internacional por el bien de la civilización y la humanidad y por las sociedades musulmanas por el bien de la fe y la hermandad.
Hasta ahora, la humanidad se ha mantenido como simples espectadores, mientras que los musulmanes rohingyas son sometidos a torturas y masacres indescriptibles. Sin embargo, esta situación deplorable puede ser detenida por las reacciones conjuntas y fuertes del mundo musulmán. La reacción colectiva y las sanciones unidas de los países musulmanes pueden demostrar que los musulmanes de esa región no están desprotegidos o desatendidos. Proteger a estas personas que no han experimentado más que el sufrimiento a manos de los que les rodean, que miran a su alrededor con los ojos aterrorizados a todos los demás, terminando con su sufrimiento, les trae la paz, la felicidad y la seguridad después de años del miedo y la miseria es el deber de todos los musulmanes. Es posible que la comunidad internacional haya permanecido en gran medida en silencio, pero los musulmanes no deberían hacerlo.
http://www.redislam.net/2017/10/los-rohingyas-esperan-nuestra-ayuda.html