Durante excavaciones a través de los últimos 150 años, no se ha hallado ni un solo fósil de planta a medio desarrollar, supuestamente primitiva que posea las características de dos especies diferentes (por ejemplo, una planta mitad helecho, mitad arbusto). Esto tira abajo cualquier afirmación de que las plantas han evolucionado. Otros hallazgos que invalidan esta afirmación son los incontables fósiles de plantas que están vivos actualmente. El helecho de 300 millones de años de edad es uno de esos “fósiles vivientes” que revelan que la evolución es un engaño.