Los erizos de mar, las estrellas de mar, los crinoideos y los pepinos de mar, son especies que pertenecen al filo Echinodermata. Los primeros han sobrevivido unos 500 millones de años, motivo por el que desmienten firmemente la teoría de la evolución. Es decir, el que sus estructuras hayan sido siempre las mismas contradice plenamente los supuestos evolucionistas del desarrollo por etapas y la descendencia de una especie de otra.