LA IMPORTANCIA DE LA SUNNAH PARA EL CREYENTE
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LA IMPORTANCIA DE LA SUNNAH PARA EL CREYENTE

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“Dejé entre vosotros dos cosas y nunca se extraviarán mientras se aferren a ellas: el libro de Dios y mi Sunnah” (Al-Hakim)
 
Como dice nuestro Señor, …Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia en vosotros y Me satisface que sea el Islam vuestra religión… (Corán, 5:3). El Islam es la religión divina final. El Profeta Muhammad (la paz y la bendición de Dios sean con él -PB-) es …el Enviado de Dios y el sello de los profetas… (Corán, 33:40). Los creyentes se preocupan por conocer las normas morales a las que deben atenerse para lograr la aprobación, la complacencia y el paraíso de Dios, así como lo que deben evitar y realizar, lo que les está autorizado y prohibido. En resumen, se preocupan por todos los detalles relativos al estilo de vida que según el Corán es del agrado de Dios. La Sunnah de nuestro Profeta (PB) es otra misericordia y bendición Suya para los que creen.
 
Muhammad (PB) fue una persona ejemplar y santificada, a quien El envió como modelo para la humanidad: En el Enviado de Dios tenéis, ciertamente, un bello modelo para quien cuente con Dios y con el último Día y que recuerde mucho a Dios (Corán, 33:21). Su fe, piedad, conocimiento y valores morales superiores le dan ese status. Además, su paciencia, creencia en Dios, valor, devoción, cercanía a El, justicia, perspicacia, compasión, amor y afecto por los creyentes lo hacen digno de imitar. Los devotos de Dios buscan poseer dichas características y se esfuerzan por alcanzarlas ya que ello significa aceptar las normas éticas del Corán. En consecuencia, cada palabra, decisión, recomendación y consejo así como el estilo de vida de nuestro Profeta (PB) ?es decir, la Sunnah? se convierten en la guía por excelencia para los que deseen entender el Corán y vivirlo.
 
Dios ha revelado en muchos de sus versículos la importancia de obedecer al Profeta (PB) e imitarlo:
 
Quien obedece al Enviado, obedece a Dios. Quien se aparta… Nosotros no te hemos mandado para que seas su custodio. (Corán, 4:80)
 
Uno de los signos más notables de esa obediencia y sumisión a Dios es la obediencia y afecto al Profeta (PB). Los profetas fueron enviados por Dios para, con Su permiso, mostrar a la gente el camino de verdad. Si alguien desea permanecer en el sendero divino y conseguir Su aprobación, debe obedecer a nuestro Profeta (PB) y adherir a sus enseñanzas:
 
Igual os hemos mandado un Enviado de entre vosotros para que os recite Nuestras aleyas, para que os purifique, para que os enseñe la Escritura y la Sabiduría, para que os enseñe lo que no sabíais. (Corán, 2:151). Los eruditos islámicos aceptan por unanimidad que la
expresión “Sabiduría” en el versículo significa “la Sunnah de nuestro Profeta (PB)”.
 
A los creyentes se les ordena que frente a los desacuerdos tomen como guía al Corán y a la Sunnah de Muhammad (PB):
 
Pero ¡no, por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de su disputa; entonces, ya no encontrarán en sí mismos dificultad en aceptar tu decisión y se adherirán plenamente. (Corán, 4:65)
 
Como se establece claramente aquí, las prácticas de nuestro Profeta (PB) son obligatorias porque su Sunnah es la interpretación, la explicación y el comentario del Corán. En consecuencia, ningún creyente, hombre o mujer, tiene derecho a rechazarla:
 
Cuando Dios y Su Enviado han decidido un asunto, ni el creyente ni la creyente tienen ya opción en ese asunto. Quien desobedece a Dios y a Su Enviado está evidentemente extraviado. (Corán, 33:36)
 
…Pero, si el Enviado os da algo, aceptadlo. Y, si os prohíbe algo, absteneos. Y ¡temed a Dios! Dios castiga severamente. (Corán, 59:7)
 
Cuando se llama a los creyentes ante Dios y Su Enviado para que decida (el Enviado) entre ellos, se contentan con decir: “¡Oímos y obedecemos!”. Esos son los que prosperarán. (Corán, 24:51)
 
La plena aceptación de nuestro Profeta (PB) y el acuerdo total con sus estipulaciones, es un signo de que se actúa con conciencia pía.
Quien adhiere a él (PB) con sinceridad y no alberga en su corazón ninguna duda acerca de sus órdenes, cumple a conciencia con las
órdenes de Dios, Quien al decir, No habla por propio impulso. No es sino una revelación que se (le) ha hecho. (Corán, 53:3-4), revela que
Muhammad (PB) habla sólo según Su revelación y bajo Su protección. En el hadiz que sigue se expresa la importancia de que sus contemporáneos transiten el sendero que él (PB) marca y que las futuras generaciones lo deberán hacer con más ahínco y sensibilidad:
 
…quienes vivan después de mí, verán un gran desacuerdo. Entonces deben seguir mi Sunnah y la de los califas que guían correctamente. Aférrense a ello. Evitad las alteraciones porque cada una de ellas es una innovación y toda innovación es un error. (De Abu Daud narrado por
Irbad ibn Sariyah).
 
La mejor palabra es la de Dios y la mejor conducta es la de Muhammad (PB). (Sunan Ibn Maajah, Muqaddima, 7).
 
Además, no se debe olvidar que la Sunnah de nuestro Profeta (PB) y el sendero que él señaló, es el que sustentará a los creyentes:
 
¡Creyentes! ¡Escuchad a Dios y al Enviado cuando éste os llama a algo que os da la vida! ¡Sabed que Dios se interpone entre el hombre y su corazón y que seréis congregados hacia El! (Corán, 8:24)
 
Los piadosos deben adherir entonces al sendero de Muhammad (PB) y tomar como guía su Sunnah. Quien desee obtener la misericordia y el paraíso de Dios, debe construir su morada sobre cimientos firmes desde el primer momento.
El sendero recto lo siguen quienes toman como guía al Corán y los valores morales de nuestro Profeta (PB):
 
¿Quién es mejor: quien ha cimentado su edificio en el temor de Dios y en Su satisfacción o quien lo ha cimentado al borde de una escarpa desgastada por la acción del agua y desmoronadiza, que se derrumba arrastrándole al Fuego del infierno? Dio no dirige al pueblo impío. (Corán, 9:109)
 
Quien actúa respetando a Dios y se esfuerza por obtener Su beneplácito, es un seguidor leal de nuestro Profeta (PB) y busca imitarlo en sus normas morales y de creencia. La única manera de asegurarse una conducta así, es procediendo estrictamente según el Corán y no separándose nunca de la noble Sunnah.
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