Innumerables fósiles pertenecientes a diferentes especies de arañas muestran que estos arácnidos han existido con su forma perfecta, con todas las características que poseen ahora desde el momento en el que comenzaron a existir. Ninguna está semi-desarrollada. Ninguna se ha convertido en alguna otra forma de vida. Para decirlo de otro modo, las arañas siempre han existido como arañas, y siempre existirán como tales. Esta araña preservada en ámbar tiene 50 millones de años de edad y muestra que, como los otros seres vivientes, las arañas nunca evolucionaron.