Las pruebas de la Creación subyacen en todo el conocimiento y todos los hechos que revelan la existencia y la unicidad de Dios y de su sublime poder, omnisciencia y arte. Son medios por los cuales la gente se vuelve consciente de Dios y vuelve a El.
Revelar a los ojos de los distraídos los detalles de muchas de las pruebas de la Creación y la perfección a su alrededor de las que no son conscientes será muy eficaz en la eliminación de la negligencia. Hay muchos signos que conducen a creer en lo que todo el mundo se ha acostumbrado a ver a lo largo de los años y sobre los que muy pocos se han puesto a pensar. El cuerpo del ser humano es en sí mismo una gran prueba de la Creación. Nuestros ojos son más complejos e incluso superiores a las más avanzadas cámaras. Todos los sistemas de nuestro cuerpo trabajan juntos en perfecta armonía y equilibrio, y los procesos químicos que sólo pueden realizarse en gigantescos laboratorios se desarrollan perfectamente en nuestros órganos internos. Judíos, cristianos y musulmanes deben trabajar juntos para erradicar la cultura de la negligencia y sustituirla por una cultura basada en la gratitud y la obediencia a Dios.
En muchos versículos del Corán se llama a reflexionar sobre los hechos citados anteriormente, y ver y comprender estas pruebas de la existencia y la grandeza de Dios. Estos son algunos de los cientos de versos sobre el tema:
¿No veis cómo Dios ha creado siete cielos y ha puesto en ellos la luna como una luz reflejada y el sol como una lámpara radiante?. "Y Dios os ha hecho crecer de la tierra con un crecimiento gradual; luego os hará retornar a ella al morir: y luego os hará salir de ella con la resurrección. "Y Dios ha hecho la tierra anchurosa para vosotros, para que la recorráis por caminos espaciosos" (Surat Noé 15-20)
Hay que poner fin a los problemas históricos, los prejuicios, malentendidos y discusiones y disputas basados en la intolerancia entre los cristianos, judíos y musulmanes. No hay que olvidar que no hay tiempo que perder. Es obvio que ambas partes deben acercarse con comprensión y compasión. Lo importante es hablar de los puntos comunes, en lugar de las diferencias, para ser constructivo y no destructivo, para ayudar en vez de obstruir, para facilitar las cosas en lugar de dificultarlas, y unir más que separar.
Una intensa propaganda, tanto manifiesta como encubierta, ha penetrado en todas partes en nombre de la presunta evolución o la pseudociencia. Los periódicos, los carteles publicitarios, los libros, las películas o los documentales en televisión o en Internet están llenos de mensajes que niegan la Creación y al Creador. Sin embargo, las pruebas de la Creación nos rodean por completo. Dios creó todo lo que hay en el universo, lo que vemos a nuestro alrededor, desde las células en lo recóndito de nuestro cuerpo hasta las galaxias infinitas, su perfección, la maestría y el gran orden en todo ello son pruebas de esa Creación.
El universo está lleno de estos innumerables detalles. Sin embargo, la mayoría de las personas no se detienen a pensar en ellos en su vida cotidiana. Por esa razón, predicar y describir las pruebas de la Creación animará a la otra parte a reflexionar, y desempeñará un papel importante en su apreciación de la fuerza y del poder de Dios.
El verdadero creyente cristiano, judío y musulmán tiene el deber de hacer todo lo posible en ese sentido. La acción conjunta es el curso correcto de acción para los judíos, cristianos y musulmanes que creen en el Dios Uno, buscan Complacerlo, someterse plenamente a Él, quienes realmente están dedicados a él, que Lo alaban y que, básicamente, comparten los mismos valores.