LAS IDEOLOGIAS ATEAS Y EL INCREMENTO DEL TERRORISMO

Si a una persona enferma hay que atenderla como corresponde, es esencial un diagnóstico preciso4. El tratamiento que se determine a continuación deberá ser meticuloso y constante hasta que la enfermedad desaparezca. De lo contrario será inevitablemente recurrente. El mismo criterio vale para una seria dolencia que afecta a la sociedad. Una de las principales razones por la que no podemos encontrar soluciones efectivas a los problemas sociales de este siglo es que sus causas no están identificadas correctamente. Al tratar un problema social lo primero que hay que hacer es establecer qué es lo que causa su aparición. De lo contrario las medidas que se tomen serán solamente temporarias.

Por lo general se buscan las raíces del terrorismo en elementos materiales, por lo que la lucha contra el mismo se dirige a cuestiones superficiales que no pueden proveer resultados duraderos. Hay que identificar los principales factores que respaldan ese flagelo para que el mundo lo pueda eliminar.

La Trama Enmarañada de la Lógica Terrorista

İslam Terörü Lanetler

Los terroristas creen que sólo con la violencia lograrán sus objetivos. Por ese medio difunden el pavor en la sociedad con la pretensión de acumular poder.

Resulta imposible derrotar este cáncer con medidas de seguridad. Es probable que la sola actividad de las fuerzas militares aumente la violencia, lo que lleva a un círculo vicioso en el que el derramamiento de sangre es respondido con más derramamiento de sangre. Al embarcarnos en la lucha contra esta maldición necesitamos comprenderla y luego combatir las ideas que moviliza, la forma en que los perpetradores del terror consideran su propia vida y la de los demás y el modo en que justifican el uso de la violencia.

El terrorista cree que puede tener éxito sólo a través de la violencia. Quiere que la gente en su alrededor le tema, en tanto él se pone el manto de la crueldad, la agresión y la insensibilidad para hacer sentir el pánico. Cualquiera que se oponga a sus ideas es un enemigo que necesita ser eliminado. El psicoterapeuta y columnista Philip Chard examina en su artículo Los Terroristas nos Ven Como Objetivos, no Como Humanos, el conjunto de posturas establecidas por esa gente y cómo justifican los ataques violentos contra gente indefensa: Los investigadores han vislumbrado aspectos de la psiquis (de los terroristas).

Lo más descollante es su capacidad para ver a sus víctimas como objetos, como parte de una estadística que esperan hacer crecer con sus muertes violentas. No quieren percibirlas como seres humanos, como amigos o como un ser querido. En todo caso se esfuerzan por verlas como piezas de un tablero de ajedrez político. En consecuencia, colocados en esa posición de superioridad, no se reconocen como asesinos de “personas”. Con el objeto de llevar adelante la matanza de un modo desenvuelto y con indiferencia, nos deshumanizan en sus mentes y nos transforman en “blancos”... Su “causa”, cualquiera sea, es suficientemente sagrada, noble o desesperada, con lo que justifican la carnicería que instigan... Su interés principal está puesto en los efectos, no en las personas; en el impacto de la masacre, no en ésta. Los terroristas quieren asesinar la esperanza; o una forma de vida; o el espíritu de un grupo de gente; o todo un pueblo. Destruyen a los seres humanos porque creen que ese procedimiento es la ruta más segura y rápida hacia la meta perseguida13

Silah

Philip Chard llama nuestra atención a la cosa más importante: los terroristas no sienten el más leve remordimiento de conciencia al matar a otros. Por el contrario, a cuantos más pueden matar más exitosos se consideran y se alegran por ello. Mentes como esas pueden balear a inocentes o hacer volar con una bomba a niños con total tranquilidad porque el derramamiento de sangre les resulta una fuente de placer. Pierden su humanidad y se convierten en bestias salvajes. Si alguno de ellos evidencia el más tenue remordimiento, inmediatamente es etiquetado de traidor por sus camaradas más radicales. El más extremista y sanguinario es considerado el más devoto de la causa, con lo que el celo por matar aumenta constantemente. Dado que en una discusión no suele ser fácil acusarse unos a otros de traidores, invariablemente hacen uso de las armas para dirimir los pleitos.

Esta vinculación apasionada con la violencia va mucho más allá de la ideología política, pues en realidad brota de una idea equivocada de la naturaleza humana.

El conjunto de actitudes y posturas de los terroristas se inspiran en la filosofía materialista y en el pensamiento darwinista. Este último considera que los seres humanos son animales y que todo lo vivo se desarrolla a través de la lucha por la supervivencia en la naturaleza. Eliminar al débil de modo que el fuerte emerja victorioso, constituye la esencia de cualquier forma de pensar perversa, propia de los terroristas.

El Darwinismo Forjó la Matriz de la Mentalidad Terrorista

İslam Terörü Lanetler

El salvajismo terrorista se puede sentir en casi todos los países del mundo. Según cifras del Departamento de Estado norteamericano, el año 2000 aumentaron los incidentes terroristas en un 8% respecto a 1999.

         Según la teoría de Charles Darwin, en la naturaleza hay un conflicto constante y una competencia despiadada por la supervivencia. El fuerte siempre derrota al débil y eso posibilita el progreso. Es de este concepto que surge la idea de “lucha por la supervivencia” y términos tales como “razas favorecidas” (los blancos europeos) y “razas inferiores” (asiáticos, indoamericanos, nativos de Australia y africanos). Esta lógica racista estableció el fundamento para el odio y los conflictos en todo el mundo. Asimismo, la idea de Darwin de “supervivencia del más apto” justificó gran parte de esos movimientos que condujeron a la humanidad a la enemistad, los choques y las guerras.

Aún hoy día el darwinismo sigue adoctrinando a la gente con el engaño de que los humanos no son más que especies animales muy desarrolladas, resultado de la ciega casualidad y no de un creador. Esta teoría sostiene que el mundo consiste en rocas inanimadas, tierra y gases y que la vida emergió por pura casualidad a consecuencia de la interacción de fuerzas materiales del tipo del viento, la lluvia y la luz sobre distintos tipos de moléculas. Pero esta teoría de la evolución es un gran engaño que viola las leyes más básicas de la química y de la biología a la vez que desafía a la razón y a la lógica (Este tema se desarrolla más ampliamente en el capítulo siete, La Equivocación del Evolucionismo). Sin embargo, es impuesta sobre la sociedad moderna mediante un enorme aparato propagandístico y la gente pasa a creer entonces que es el producto de accidentes biológicos y químicos, libre de toda responsabilidad frente al Creador y Su código moral. Además, quienes se fascinan con la lógica darwinista ven a la vida como un campo de batalla y por lo tanto justifican todo tipo de perversidad en la lucha por la supervivencia. Es decir, son personas con el cerebro lavado que aceptan la terrible idea de que es normal tratar a otros como animales e incluso exterminarlos.

La gente que fue educada en esos conceptos transformó el siglo XX en una época de salvajismo, estuvo de acuerdo con las luchas sangrientas como parte del darwinismo e incluso consideró a las guerras como el medio más importante para la consecución de sus objetivos. El “conflicto dialéctico” se transformó en la justificación para las masacres llevadas a cabo por las ideologías comunistas. En el curso del siglo XX el terror comunista costó la vida a ciento veinte millones de personas. Los conceptos darwinistas absurdos de “lucha entre las razas por la supervivencia” y de “selección natural” se transformaron en los fundamentos del nazismo. Adolfo Hitler reivindicó que sólo las razas “superiores” podían o debían sobrevivir. La locura que inspiró, desató una ola de asesinatos a lo largo de todo el mundo. En la segunda guerra mundial, que comenzó como resultado de las políticas de agresión y ocupación de los nazis, murieron unos cincuenta y cinco millones de personas. Quienes aún siguen esas ideas y consideran la violencia el único camino, quieren que este siglo XXI pase a la historia como “el siglo del terror”.

İslam Terörü Lanetler

La teoría darwinista que ha motivado daños odiosos en el seno de las comunidades y en la que muchos están adoctrinados aunque no se den cuenta, argumenta que el ser humano es un animal conflictivo. Los ataques terroristas son un eco de esas ideas. Las consignas darwinistas que sostienen que sólo el más fuerte puede sobrevivir y sirven para alabar la violencia, respaldar los conflictos y ver a la guerra como una virtud, deben ser arrojadas, de una vez por todas, al basurero de la historia.

La derrota del darwinismo puede minar todas esas ideologías que están de acuerdo con la agresión y la violencia.

Por otra parte, la definición de la naturaleza humana propia de la fe monoteísta --cristiana, judía e islámica--, es decir, de las tres religiones con más adherentes en el mundo, se opone a los conceptos del darwinismo social que llaman al antagonismo permanente. Como ya veremos más adelante, cada una de estas religiones busca inundar el planeta de paz y seguridad en tanto se opone a la opresión, a la tortura y al asesinato.

Las tres religiones están de acuerdo en que la brutalidad y el salvajismo son cosas contrarias a virtud y aborrecibles que violan la moral que Dios ha dictado a los seres humanos. En cambio el darwinismo considera que la brutalidad y la agresión son esenciales y en consecuencia las justifica. En resumen, la fuente de la pesadilla terrorista mundial yace en el ateísmo y en las manifestaciones que lo expresan: el darwinismo y el materialismo.

En la medida en que en muchos países se siga adoctrinando desde la escuela primaria en el darwinismo, como si fuese una realidad científica, será inevitable la aparición de nuevas generaciones de terroristas. Por lo tanto es urgente evitar que a los niños se les enseñe que descienden de animales, que son el resultado del azar, que a Dios no le deben nada y que sólo pueden triunfar en la vida mediante la confrontación violenta permanente. Cualquiera que adquiera esos conceptos, inevitablemente será egoísta, agresivo, cruel y dañino. Los jóvenes son muy susceptibles a aceptar el adoctrinamiento anárquico y terrorista. Debido a esas ideas se vuelven suficientemente brutales como para matar a niños y asesinar a sus hermanos sin pestañear. Los grupos criminales comunistas, racistas y fascistas que se han esparcido por el mundo durante los últimos cien años, son el producto del sistema de educación darwinista.

İslam Terörü Lanetler

Las escuelas modernas enseñan el darwinismo como si fuera un hecho científico. La diseminación de la filosofía darwinista ayuda al crecimiento de la violencia social, incluido el terrorismo. Los jóvenes, adoctrinados con la idea de que el conflicto y la lucha son partes de la vida, van tomando la violencia como algo perfectamente normal e incluso la disfrutan.

Es por eso que debemos exponer las verdaderas raíces de la lógica terrorista. La gente necesita ser consciente de que quienes creen en el darwinismo y lo defienden, están equivocados. La irresponsabilidad y el libertinaje no están en la esencia prístina del ser humano. Nosotros tenemos un Creador que nos observa todo el tiempo, conoce nuestros pensamientos más íntimos y en el más allá nos llamará para que rindamos cuentas de nuestras acciones. Nuestro Señor ha creado a los seres humanos por separado y distintos de los animales, motivo por el que poseemos alma, razón, libre albedrío, juicio y capacidad de discriminación consciente. Si una persona de voluntad débil se encoleriza con facilidad y considera a otras simples animales, puede actuar de una manera absolutamente brutal y dañarles sin problemas. Por ejemplo, no tendrá en cuenta para nada si se trata de niños inocentes. Pero cualquiera que razona, tiene conciencia y sabe que posee un alma dada por Dios, controla su cólera independientemente de la circunstancia que atraviese. Siempre hará prevalecer el juicio y la conciencia. Nunca hará la más mínima cosa por la que un día Dios le pedirá cuentas.

Dios revela en el Corán (91:7-10) que el ser humano es inspirado tanto por el mal como por la voluntad de evitarlo. Por lo tanto no existe un proceso imaginario por el cual se refuerza la degeneración moral y la perpetración de crímenes. La inmoralidad y el delito provienen de la parte negativa de la naturaleza humana, la cual sólo puede ser eliminada por la devoción a los valores morales que Dios ha enseñado a la humanidad a través de Su religión. Si no tenemos fe en Dios y no creemos que siempre le tendremos que rendir cuenta de nuestra forma de proceder, no habrá nada que impida un comportamiento maligno bajo la forma de codicia o deshonestidades como la guerra, las matanzas racistas, los enfrentamientos de pandillas o los ataques brutales de los “cabezas rapadas”. En un nivel relativamente menos dramático, los que generan hambrunas o provocan otras injusticias y brutalidades, también tendrán que rendir cuentas.

Nunca se podrá terminar con la crueldad de aquéllos que consideran al ser humano como una especie de animal comprometido únicamente en la lucha por la supervivencia. Gente así no cree en Dios ni en el más allá y por lo tanto induce a otras a creer lo mismo.

Todo ser humano posee un alma inspirada por Dios y debe ser responsable ante Su Creador de lo que hace. A quienes entienden que no tienen ningún compromiso ante Dios, Este les recuerda que fueron creados y que serán resucitados después de la muerte:

 ¿Cree el hombre que no van a ocuparse de él? ¿No fue una gota de esperma eyaculada y, luego, un coágulo de sangre? El (Dios) lo creó y le dio forma armoniosa. E hizo de él una pareja: varón y hembra. Ese tal (Dios) ¿no será capaz de devolver la vida a los muertos? (Corán, 75:36-40).

Hasta ahora nos hemos concentrado en cómo el darwinismo social establece que la violencia sea el fundamento del terrorismo al considerarla la solución para todos los problemas. Es por eso que si demolemos la teoría darwinista --que enseña que el ser humano es un animal, que sólo el materialmente poderoso puede sobrevivir y que la vida es un campo de batalla-- también demoleremos uno de los principales soportes del terrorismo. El medio más efectivo para proteger a la gente de la pesadilla de ese flagelo es la educación espiritual. Las sociedades podrán lograr una paz permanente sólo cuando sus individuos aprendan a vivir por medio de una moral apropiada. Más allá de eso, otras medidas, normas y precauciones para regular la vida social, alcanzarán el éxito hasta cierto punto pero nunca erradicarán la calamidad del terrorismo.

 

Tendrán breve disfrute en la vida de acá, y, luego, volverán a Nosotros. Luego, les haremos gustar el castigo severo por no haber creído (Corán, 10:70)

DİPNOTLAR

13. Journal Sentinel, 24 Eylül 2001, Philip Chard, http://www.jsonline.com/lifestyle/advice/sep01/charcol25092401a.asp

COMPARTIR
logo
logo
logo
logo
logo
Descargas
  • Introduccion
  • El sangriento saldo de victimas producido por el terrorismo
  • Las ideologias ateas y el incremento del terrorismo
  • Solo el amor puede derrotar al terrorismo
  • Un llamado a la paz: La tolerancia y la moral apropiada en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento
  • La moral superior del Profeta Muhammad (pb)
  • Formas de solucionar el terror y la anarquia segun Bediuzzaman Said Nursi
  • Conclusion