Enviamos a Noé a su pueblo y permaneció con él durante mil años menos cincuenta. Luego, el diluvio les sorprendió en su impiedad
(C. 29:14)
En casi todas las culturas hay referencias al Diluvio en la época de Noé, y se alude al mismo en el Corán ampliamente. La indiferencia del pueblo del profeta Noé a los consejos y advertencias de éste, sus reacciones y los hechos que tuvieron lugar, se relata detalladamente en muchos versículos.
El profeta Noé fue enviado a advertir e instar a su pueblo a que adore solamente a Dios y abandone la rebelión en la que cayó al apartarse de Su mensaje y asociar a otros a El. Si bien el mensajero Noé aconseja muchas veces al pueblo a que se someta a las órdenes de Dios y le advierte de Su cólera, el mismo siguió rehusándose a ello y continuó asociando otros a El:
"Enviamos Noé a su pueblo y dijo: '¡Pueblo! ¡Servid a Dios! No tenéis a otro Dios que El. ¿Y no Le temeréis?'. Los dignatarios del pueblo, que no creían, dijeron: 'Este no es sino un mortal como vosotros, que quiere imponerse a vosotros. Si Dios hubiera querido, habría hecho descender a ángeles. No hemos oído que ocurriera tal cosa en tiempo de nuestros antepasados. No es más que un poseso. ¡Observadle durante algún tiempo!'. '¡Señor!', dijo (Noé). '¡Auxíliame que me desmienten!'" (C.23:23-26).
Como se dice en estos versículos, los jefes de la comunidad intentaron acusar al profeta Noé de buscar imponerse sobre ellos, es decir, de sobresalir y beneficiarse personalmente por medio del liderazgo mundanal, la riqueza y un elevado nivel social, a la vez que pretendieron caracterizarlo como un "poseso" y decidieron soportarlo durante un tiempo mientras lo tenían bajo observación.
Debido a esto Dios dijo al mensajero Noé que quienes rechazaban la fe y hacían el mal serían castigados y perecerían ahogados, en tanto que quienes creían serían salvos.
Cuando llegó el momento del castigo las aguas brotaron de la tierra causando grandes inundaciones que, junto a lluvias excesivas, provocaron un gran diluvio. Dios le dijo a Noé que haga "entrar en ella (el arca) una pareja (macho y hembra) de cada una (de las especies animales) y a tu familia, salvo a aquél de ellos cuya suerte ya ha sido echada" (C. 23:27). Todas las personas que habitaban esas tierras fueron ahogadas, incluido el "hijo" de Noé, quien pensaba que podía salvarse refugiándose en una montaña cercana. Todos perecieron ahogados, excepto quienes subieron a la nave junto con el profeta Noé. Cuando las aguas descendieron al finalizar el Diluvio y "el episodio llegó a su fin", el Arca se posó en el Chudi --es decir, en un lugar elevado--, como nos informa el Corán (en 11:44).
Los estudios arqueológicos, geológicos e históricos exhiben que este episodio tuvo lugar precisamente como se relata en el Corán. El Diluvio es descrito también de una manera muy similar en muchos registros de las civilizaciones antiguas y en muchos documentos históricos, aunque el carácter y los nombres de los lugares varían, y todo lo que "sucedió a un pueblo extraviado" se presenta a los contemporáneos como una advertencia.
Además de relatarse el Diluvio en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, se lo encuentra de manera muy similar en los registros sumerios y asirio-babilonios, en las leyendas griegas, en la épica Shatapatha, Brahmana y Mahabharata de la India, en algunas leyendas galesas de las islas británicas, en las Eddas nórdicas, en las leyendas lituanas e incluso en algunos cuentos de origen chino.
¿Cómo pudo ser recogida una información detallada y pertinente en lugares culturalmente distintos y muy alejados geográficamente uno del otro y de la región del diluvio?
Hay una respuesta clara: el hecho que el mismo episodio se relate en registros e inscripciones de una serie de comunidades que tenían muy poca probabilidad de comunicarse entre sí, es en realidad una clara evidencia que esos pueblos recibieron ese conocimiento de una fuente divina. Parece que el Diluvio, uno de los sucesos más grande y destructivo de la historia, fue narrado por muchos profetas enviados a distintas civilizaciones con el propósito de establecer un ejemplo. Es por eso que las noticias acerca del Diluvio fueron difundidas en distintas culturas.
Por otra parte, además de narrarse la historia del Diluvio y del profeta Noé en muchas culturas y fuentes religiosas, ha sufrido una gran alteración como producto de la falsificación, de la transmisión incorrecta o incluso de la mala intención, apartándose así de la versión original. Las investigaciones revelan que de entre todas las narraciones del Diluvio que relatan básicamente el mismo suceso, con algunas diferencias, la única descripción coherente es la del Corán.
El Diluvio en la época de Noé se menciona en muchos versículos del Corán. A continuación exponemos los versículos reordenados en función de la secuencia de los sucesos.
"Enviamos a Noé a su pueblo. Dijo: '¡Pueblo! ¡Servid a Dios! No tenéis a otro Dios que El. Temo por vosotros el castigo de un día terrible'" (C. 7:59).
Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme! No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme!" (Shuara:107-110)
"Enviamos a Noé a su pueblo y dijo: '¡Pueblo! ¡Servid a Dios! No tenéis otro Dios que El. ¿Y no le temeréis?'" (C. 23:23).
"Enviamos a Noé a su pueblo. Dijo: '¡Pueblo! ¡Servid a Dios! No tenéis a otro Dios que El. Temo por vosotros el castigo de un día terrible'" (C. 7:59)
Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme! No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme!" (Shuara:107-110)
"Enviamos a Noé a su pueblo y dijo: '¡Pueblo! ¡Servid a Dios! No tenéis otro Dios que El. ¿Y no le temeréis?'" (C. 23:23)
"Enviamos a Noé a su pueblo: 'Advierte a tu pueblo antes que le alcance un castigo doloroso'" (C. 71:1).
"Veréis quién recibirá un castigo humillante y sobre quién se abatirá un castigo permanente" (C. 11:39).
"¡No sirváis sino a Dios! Temo por vosotros el castigo de un día doloroso!'" (C. 11:26).
"Los dignatarios de su pueblo dijeron: 'Sí, vemos que estás evidentemente extraviado'" (C. 7:60).
"Dijeron: '¡Noé! No paras de discutir con nosotros. ¡Tráenos, pues, aquello con que nos amenazas, si es verdad lo que dices!'" (C. 11:32).
"Y, mientras construía la nave, siempre que pasaban por allí dignatarios de su pueblo se burlaban de él. Decía: 'Si os burláis de nosotros, ya nos burlaremos de vosotros como os burláis" (C. 11:38).
"Los dignatarios del pueblo, que no creían, dijeron: 'Este no es sino un mortal como vosotros, que quiere imponerse a vosotros. Si Dios hubiera querido, habría hecho descender a ángeles. No hemos oído que ocurriera tal cosa en tiempo de nuestros antepasados" (C. 23:24).
"Antes de ellos ya el pueblo de Noé había desmentido. Desmintieron a Nuestro siervo y dijeron: '¡Un poseso!', y fue rechazado" (C. 54:9).
"Los dignatarios de su pueblo. que no creían, dijeron: 'No vemos en ti más que a un mortal como nosotros y no vemos nadie que te siga sino la hez de nuestro pueblo, que lo hace irreflexivamente. Ni vemos que gocéis de ningún privilegio sobre nosotros. Antes bien, creemos que mentís'" (C. 11:27).
"Dijeron: '¿Vamos a creerte a ti, siendo que son los más viles los que te siguen?' Dijo:' ¿Y qué sé yo de sus obras?' Sólo a mi Señor tienen que dar cuentas. Si os dierais cuenta… ¡No voy a rechazar a los creyentes! ¡Yo no soy más que un monitor que habla claro!'" (C. 26:111-115).
"Y se reveló a Noé: 'De tu pueblo sólo creerán los que ya creían. ¡No te aflijas, pues, por lo que hicieren!'" (C. 11:36)
"¡Falla, pues, entre yo y ellos, y sálvame, junto con los creyentes que están conmigo!" (C. 26:118).
"Entonces invocó a su Señor: '¡Estoy vencido! ¡Defiéndete (porque no puedes contar con mi auxilio)!'" (C. 54:10).
"Dijo: '¡Señor! He llamado a mi pueblo noche y día. Mi llamamiento sólo ha servido para que huyan más.'" (C.71:5-6).
"'¡Señor!', dijo. '¡Auxíliame que me desmienten!'" (C. 23:26).
"Noé Nos había invocado. ¡Qué buenos fuimos escuchándole!" (C. 37:75).
"¡Construye la nave bajo Nuestra mirada y según Nuestra inspiración y no me hables de los que han obrado impíamente! ¡Van a ser anegados!'" (C: 11:37)
"Pero le desmintieron. Así, pues, les salvamos, a él y a quienes estaban con él en la nave, y anegamos a quienes habían desmentido Nuestros signos. Eran, en verdad, un pueblo ciego." (C. 7:64)
"Luego, después, anegamos al resto." (C. 26:120)
"Enviamos Noé a su pueblo y permaneció con él durante mil años menos cincuenta. Luego, el diluvio le sorprendió en su impiedad" (C. 29:14)
"Así, pues, salvamos a él y a los que con él estaban, por una misericordia venida de Nosotros. Y extirpamos a quienes habían desmentido Nuestros signos y no eran creyentes." (C. 7:72)
El Corán relata un diálogo entre Noé y su hijo, al principio del Diluvio:
"Y navegó con ellos entre olas como montañas. Noé llamó a su hijo, que se había quedado aparte: '¡Hijito! ¡Sube con nosotros, no te quedes con los infieles!'. Dijo (el hijo de Noé):'Me refugiaré en una montaña que me proteja del agua'. Dijo (Noé a su hijo):'Hoy nadie encontrará protección contra la orden de Dios, salvo aquél de quien El se apiade'. Se interpusieron entre ambos las olas y fue (el hijo de Noé) de los que se ahogaron." (C. 11:42-43)
"Les salvamos, pues, a él y a quienes estaban con él en la nave abarrotada" (C. 26:119)
"Les salvamos, a él y a los de la nave, e hicimos de ella un signo para todo el mundo." (C. 29:15)
"Abrimos las puertas del cielo a una lluvia torrencial y en la tierra hicimos manar fuentes. Y el agua (del cielo y de la tierra) se encontró, según una orden decretada. Le embarcamos (a Noé) en aquello (el arca) de planchas y de fibras,…" (C. 54:11-13)
"Hasta que, cuando vino Nuestra orden y el horno hirvió, dijimos (Dios a Noé): 'Carga en ella (el arca) a una pareja de cada especie, a tu familia --salvo a aquél cuya suerte ha sido ya echada (se trata del cuarto hijo de Noé, no mencionado en la Biblia y del que el Corán no da su nombre. Era pecador, al igual que la mujer de Noé)-- y a los creyentes'. Pero no eran sino pocos los que con él (Noé) creían. Dijo (Noé): '¡Subid a ella! ¡Que navegue y llegue a buen puerto en el nombre de Dios! Mi Señor es, ciertamente, indulgente, misericordioso'. Y navegó con ellos entre olas como montañas. Noé llamó a su hijo, que se había quedado aparte: '¡Hijito! ¡Sube con nosotros, no te quedes con los infieles!'" (C. 11:40-42)
"Y le inspiramos: '¡Construye la nave bajo Nuestra mirada y según Nuestra inspiración!. Y cuando venga Nuestra orden y el horno hierva, haz entrar en ella a una pareja de cada y a tu familia, salvo a aquél de ellos cuya suerte ha sido ya echada. ¡Y no me hables de los que han obrado impíamente! ¡Van a ser anegados!" (C. 23:27)
"Y se dijo: '¡Traga, tierra, tu agua! ¡Escampa, cielo!' Y el agua fue absorbida, se cumplió la orden y se posó (el arca) en el Chudi (montaña de Arabia). Y se dijo: '¡Atrás el pueblo impío!'" (C. 11:44)
"Cuando las aguas lo inundaron todo, os llevamos en la embarcación, para hacer de ello un recuerdo para vosotros, para que el oído atento lo retuviera." (C. 69:11-12)
"¡Paz sobre Noé, entre todas las criaturas! Así retribuimos a quienes hacen el bien. Es uno de Nuestros siervos creyentes." (C. 37:79-81)
Quienes niegan la realidad del Diluvio en la época de Noé, se apoyan en que sería imposible que abarcase todo el mundo. Además, esa negación se usa para atacar al Corán. Según esa gente, todos los libros revelados, incluido el Corán, al defender la existencia de un diluvio mundial caen en el error.
Pero eso no es así. El Corán fue revelado por Dios y es el único libro divino sin alteraciones. El Corán considera el Diluvio desde un punto de vista muy distinto al del Pentateuco y al de otras leyendas narradas en distintas culturas. El Pentateuco, es decir, los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, dice que el Diluvio fue mundial, que cubrió todo el planeta. Pero el Corán no dice eso. Por el contrario, los versículos pertinentes implican que el Diluvio fue regional y que no cubrió todo el mundo, ya que solamente anegó a las personas del caso, como castigo, al no prestar atención a las advertencias de Noé.
Al examinar las narraciones sobre el Diluvio que aparecen en el Antiguo Testamento y en el Corán, vemos como se manifiesta esa diferencia. El Antiguo Testamento, que sufrió muchas alteraciones y adiciones a lo largo de la historia, y por lo tanto no puede ser tomado como una revelación original, describe así el Diluvio:
"Viendo Yahvéh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Y dijo Yahvéh: 'Voy a exterminar de sobre la faz del suelo al hombre que he creado, --desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo-- porque me pesa haberlos hecho'. Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahvéh." (Génesis 6:5-8)
Sin embargo el Corán exhibe claramente que el diluvio no ocurrió en todo el mundo, puesto que solamente fue destruido el pueblo de Noé. Así como Hud fue enviado solamente a 'Ad (C. 11:50), Salih a Tamud (C. 11:61) y todos los demás profetas anteriores a Muhammad fueron solamente enviados a sus respectivos pueblos, de la misma manera Noé fue enviado solamente a su pueblo, y el Diluvio provocó la desaparición del pueblo de Noé.
"Y ya enviamos a Noé a su pueblo: 'Soy para vosotros un monitor que habla claro: ¡No sirváis sino a Dios! Temo por vosotros el castigo de un día doloroso'" (C. 11:25-262)
Quienes perecieron fueron esos que no tuvieron en cuenta para nada la proclama del mensaje del profeta Noé y persistieron en la rebelión. Los versículos persistentes son bastante explícitos:
Pero le desmintieron. Así, pues, les salvamos, a él y a quienes estaban con él en la nave, y anegamos a quienes habían desmentido Nuestros signos. Eran, en verdad, un pueblo ciego." (C. 7:64)
"Así, pues, salvamos a él y a los que con él estaban, por una misericordia venida de Nosotros. Y extirpamos a quienes habían desmentido Nuestros signos y no eran creyentes." (C. 7:72)
Además Dios subraya en el Corán que El no destruye una comunidad antes que le haya sido enviado un mensajero. La destrucción tiene lugar solamente después que un exhortador que llega a un pueblo en particular es desmentido y/o calumniado. Dice Dios:
"Tu Señor nunca ha destruido ciudades sin haber antes mandado a su metrópoli a un enviado que les recitara Nuestras aleyas. Nunca hemos destruido ciudades, a menos que sus habitantes fueran impíos." (C. 28:59)
No es una práctica de Dios destruir pueblos a los que no envió mensajeros. Noé fue enviado como exhortador solamente a su pueblo. Por lo tanto Dios no destruyó a otras comunidades a las que no había mandado amonestadores, sino que solamente destruyó al pueblo de Noé.
Por lo expresado en el Corán podemos estar seguros que el diluvio de la época de Noé fue un desastre regional, no mundial. Las excavaciones hechas en los yacimientos arqueológicos donde se supone que ocurrió el diluvio --lo que examinaremos después-- muestra que éste no fue mundial sino solamente una catástrofe de amplias dimensiones que afectó determinada parte de la Mesopotamia.
Los intérpretes de la Biblia creen que Noé llevó a bordo del arca a todas las especies animales que existían en el planeta, cosa que las salvó de la extinción. De acuerdo a dicha creencia, fueron subidas a bordo un par de cada una (macho y hembra).
No cabe ninguna duda que quienes defienden esa afirmación enfrentarán serias dificultades en todo sentido. La cuestión de cómo fueron alimentados los animales que subieron a bordo, cómo se acomodaron arriba del arca o cómo se mantuvieron las especies separadas entre sí, son preguntas imposibles de responder. Además, queda planteada la siguiente pregunta: ¿cómo fueron reunidos animales de distintos continentes, como ser mamíferos de los polos, canguros de Australia o los peculiares bisontes del norte de América? A ello hay que agregar: ¿cómo animales muy peligrosos --víboras venenosas, escorpiones y animales salvajes en general-- fuero subidos al arca y se los mantuvo apartados de su habitat natural hasta que finalizó el diluvio?.
Estos son los interrogantes a los que tiene que hacer frente el Antiguo Testamento. En el Corán no hay ninguna expresión que implique que todas las especies animales existentes en la tierra fueran llevadas a bordo. Como lo señalamos antes, el Diluvio tuvo lugar en una región determinada. Por lo tanto, los animales que subieron al arca eran únicamente los que vivían en la región donde residía el pueblo de Noé.
Sin embargo, es evidente que incluso es imposible reunir a todas las especies que se encontraban en esa región. Es difícil pensar que Noé, junto a unos pocos creyentes (11:40), fuesen por todos lados reuniendo una pareja de cada una de las cientos de especies animales de los alrededores. Incluso es mucho más imposible que hayan reunido las cientos de especies de insectos de la región, y además, ¡que fuesen capaces de discriminar los machos de las hembras!. Por eso creemos que lo más probable es que hayan reunido los animales que podían ser llevados y alimentados más fácilmente, especialmente los domésticos y provechosos para el ser humano. Lo más probable es que el profeta Noé llevó a bordo animales como vacunos, lanares, equinos, camélidos, etc., dado que eran los animales cuya necesidad era elemental para establecerse nuevamente en alguna región que había perdido gran parte de sus reservas debido al Diluvio.
Lo importante aquí es que la determinación divina en la orden que Dios da a Noé es para que reúna los animales requeridos para iniciar una nueva vida, y no tanto para que proteja a todo el género animal. Dado que el Diluvio fue regional, no existía la posibilidad de que se extinguiesen todas las especies de animales. Lo más probable es que animales de otras regiones emigrasen a esa área y la repoblasen después del Diluvio, y de ese modo retomase la actividad o animación que tenía antes.
Otro debate respecto del Diluvio es si las aguas se elevaron lo suficiente para cubrir todas las montañas. Como se sabe, el Corán nos informa que el arca se posó sobre el Chudi después del Diluvio. La denominación de Chudi se refiere generalmente a un sitio montañoso específico, en tanto que en árabe significa "asentamiento elevado o colina". En consecuencia, no deberíamos olvidar que "Chudi" pudo no haber sido usado como nombre para un sitio montañoso específico, sino para indicar que el arca se posó en un lugar elevado. Además, el sentido antes mencionado de la palabra "Chudi" puede estar señalando también que el agua había alcanzado una cierta elevación, pero no el pico de una montaña. Es decir, lo más probable es que el diluvio no abarcó toda la tierra y todas las montañas, como se describe en el Antiguo Testamento, sino que solamente cubrió una región.
Se ha sugerido como ubicación del Diluvio la zona de la llanura mesopotámica. Allí estuvieron las civilizaciones más antiguas. Además, al estar la Mesopotamia entre los ríos Eufrates y Tigris, se trata de una región geográficamente propensa para una gran inundación. Uno de los factores que probablemente contribuyó a ello es que los ríos se salieron de cauce y sumergieron la región.
Una ilustracin que representa el Diluvio de la poca de No.
La segunda razón por la que se consideró a la zona el lugar donde se produjo el Diluvio histórico reside en que en los registros de muchas civilizaciones de la región se encuentra gran cantidad de documentación referida al diluvio que tuvo lugar en el mismo período. Esas civilizaciones habrían sentido la necesidad de registrar cómo se produjo el desastre y sus resultados, después de ser testigos de la destrucción del pueblo de Noé. Se sabe que la mayoría de las leyendas sobre el diluvio son de origen mesopotámico. Para nosotros son más importantes los descubrimientos arqueológicos, los cuales nos enseñan que una vez ocurrió una gran inundación en dicha región. Como ya veremos enseguida de manera detallada, esa inundación motivó que la civilización se interrumpa allí temporalmente. En las excavaciones se han hallado claros rastros de ese desastre tan enorme.
Esas revelan que a lo largo de la historia la zona sufrió muchas veces diversos desastres como resultado de las inundaciones y la salida de curso de los ríos Tigris y Eufrates. Por ejemplo, alrededor de dos mil años AC (antes de Jesucristo), en la épica de Ibbi-sin --quien gobernó la gran nación de Ur situada en el sur de la Mesopotamia-- hay un año al que se lo registró como "el año siguiente a un Diluvio que aniquiló los límites entre los cielos y la tierra"1
Alrededor del 1700 AC, en la época del babilonio Hamurabi, se señaló a un año como aquél en que ocurrió el incidente de "la ruina de la ciudad de Eshunna con una inundación".
En el siglo X AC, en la época del gobernante Nabu-mukin-apal ocurrió una inundación en la ciudad de Babilonia.2 Después de 'Isa (Jesucristo), en los siglos VII, VIII, X, XI y XII, tuvieron lugar inundaciones importantes en la región. En el siglo XX, sucedió lo mismo en 1925, 1930 y 1954.3
Segn los hallazgos arqueolgicos, el Diluvio de la poca de No se produjo en las llanuras de la Mesopotamia. En aqulla poca esas planicies tenan una forma distinta. En el diagrama de arriba, los lmites actuales de la planicie estn marcados con una lnea entrecortada roja (there say: "a red cut line", but should say: "a black cut line") y se sabe que la gran rea que se ubica detrs de la lnea de puntos roja haba sido parte del mar.
No es para nada casual que hoy día estemos tras los rastros de las comunidades que según el Corán han sido destruidas. La evidencia arqueológica sostiene el hecho de que cuanto más repentinamente desaparece una comunidad, es más probable que nos encontremos con algunos de sus vestigios.
En el caso de una civilización que desaparece repentinamente, lo cual puede suceder como resultado de un desastre natural, una emigración masiva o una guerra, es más probable que sus ruinas se preserven mucho mejor. Las casas donde vivía la gente, las herramientas o los elementos que usaban en la vida diaria, quedan sepultados rápidamente. De esa manera se mantienen preservados por un largo período del manoseo humano y luego reditúan importantes evidencias del pasado, al ser sacados a la luz del día.
Así es como se ha descubierto en la actualidad mucha de la evidencia del Diluvio en época de Noé. Consideramos que el Diluvio ocurrió unos tres mil años AC, que ese suceso puso fin a una civilización de manera repentina y que ello hizo que más tarde surgiera a una civilización totalmente nueva en su lugar. Es así como la evidencia palmaria del Diluvio quedó preservada durante miles de años de modo que podamos sacar lecciones de allí.
Se han hecho muchas excavaciones para investigar el diluvio que cubrió la llanura mesopotámica. En las hechas en cuatro lugares principales, se encontraron rastros de lo que debe haber sido un diluvio particularmente prolongado. Se trataba de importantes ciudades de la Mesopotamia: Ur, Erech, Kish y Shuruppak. Las excavaciones revelan que fueron sometidas a un diluvio alrededor del siglo III AC.
Echemos una mirada a las excavaciones hechas en la ciudad de Ur.
En esa ciudad, rebautizada actualmente "Tell al-Muqqayar", se ha puesto al descubierto una serie de ruinas, remontándose las más antiguas a siete mil años AC. Al ser un lugar que hospedó a una de las primeras civilizaciones, la ciudad y sus alrededores fueron asentamiento de muchas culturas que se sucedieron.
Los descubrimientos arqueológicos de la ciudad de Ur exhiben que allí la civilización fue interrumpida después de un enorme diluvio, apareciendo más tarde nuevas civilizaciones. R. H. Hall, del Museo Británico, hizo allí las primeras excavaciones. Leonard Woolley, quien llevó a cabo los mismos trabajos después de Hall, supervisó también la labor organizada de manera mancomunada por el Museo Británico y la Universidad de Pensilvania. El trabajo conducido por Woolley, de resonancia mundial, se realizó entre 1922 y 1934.
Las excavaciones de Sir Woolley se desarrollaron en medio del desierto entre Bagdad y el Golfo Pérsico. Los primeros fundadores de la ciudad de Ur eran gente que había llegado del norte de la Mesopotamia y se autodenominaban "Ubaidianos". Las primeras perforaciones brindaron información sobre esos pobladores. El arqueólogo alemán Werner Keller describe así el trabajo de Woolley:
«"Las tumbas de los reyes de Ur", fue así como Woolley, en la exhuberancia del entusiasmo al descubrirlas, había apodado las tumbas de los nobles sumerios, cuyo esplendor, verdaderamente regio, había quedado expuesto cuando las palas de los arqueólogos atacaron un montículo de 50 pies (más o menos 15,5 mts.) al sur del templo y encontraron una larga hilera de tumbas superpuestas. Las bóvedas de piedra eran verdaderos cofres de tesoros, pues estaban llenas de copas suntuosas, jarros y vasos maravillosamente moldeados, artículos de mesa hechos en bronce, mosaicos de nácar, lapislázuli y plata, que rodeaban los cuerpos ya convertidos en polvo. Arpas y liras descansaban recostados en las paredes. "Casi simultáneamente", escribió después Woolley en su diario, "se hicieron descubrimientos que confirmaron nuestras sospechas. Directamente debajo del piso de una de las tumbas de los reyes, encontramos, dentro de un estrato de ceniza de algodón, tablillas de arcilla con caracteres de símbolos más antiguos que las inscripciones sobre las tumbas. Juzgando por la naturaleza del escrito, se podía calcular que las tablillas eran de unos tres mil años AC. Por lo tanto correspondían a dos o tres siglos anteriores a las tumbas".
La excavación se profundizaba y en los nuevos estratos aparecían fragmentos de jarras, tazas y ollas. Los expertos advirtieron que la alfarería se presentaba, sorprendentemente, sin alteraciones. Tenía exactamente la misma apariencia a la encontrada en las tumbas de los reyes. En consecuencia, parecía que durante siglos la civilización sumeria no había emprendido ningún cambio radical. Es decir, debió haber alcanzado un elevado nivel de desarrollo sorprendentemente precoz. Cuando después de varios días uno de los operarios dijo a Woolley "llegamos al fondo", éste bajo allí y lo primero que pensó fue "aquí terminamos". Se trataba de un piso de arena que, por su tipo, podía haber sido depositada allí solamente por el agua.
Entonces decidieron seguir cavando: un metro, dos metros, y seguía el limo puro. Repentinamente, a los tres metros el limo dejó de aparecer tan abruptamente como se presentó. Bajo ese depósito de barro de casi tres metros de espesor, se encontraron con evidencias de (restos de) una vivienda humana. La apariencia y calidad de la alfarería se presentaba notablemente alterada. Se veía que fue hecha a mano. No se encontraron rastros de metal en ninguna parte. Los implementos primitivos que allí había, estaban hechos de pedernal tallado. ¡Deben pertenecer a la Edad de Piedra!
La única explicación posible de este gran depósito de limo o barro debajo del cerro en Ur, el cual separaba claramente dos épocas de colonizaciones distintas, era el Diluvio. El mar había dejado sus huellas imborrables en la forma de restos de pequeños organismos marinos metidos en el limo».4
El análisis microscópico reveló que este gran deposito de barro se había acumulado allí como resultado de una inundación tan grande como para aniquilar la civilización sumeria. La época de Gilgamesh y la historia de Noé se unieron en este profundo pozo excavado bajo el desierto mesopotámico.
Max Mallowan relató los pensamientos de Leonard Woolley, quien dijo que una masa aluvional tan grande formada en una sola capa podía ser solamente el resultado de un gran diluvio. Woolley también describió el estrato del diluvio que separó la ciudad sumeria de Ur de la ciudad Al-Ubaid, cuyos habitantes usaban alfarería pintada, encontrada en los restos del Diluvio.5
Esto muestra que la ciudad de Ur fue uno de los lugares afectados por el Diluvio. Werner Keller expresó la importancia de la excavación antes mencionada diciendo que lo que se observaba en los restos de la ciudad debajo del estrato de limo prueba que allí existió un diluvio.6
Otra ciudad mesopotámica que exhibe los rastros del Diluvio es "Kish de los Sumerios", conocida actualmente como Tall Al-Uhaimer. Según antiguas fuentes sumerias, esta ciudad fue el "asentamiento de la primer dinastía postdiluviana".7
La ciudad de Shuruppak en el sur de la Mesopotamia, la cual hoy día se llama Tall Fa'rah, también muestra claros rasgos del Diluvio. Los estudios arqueológicos en esta ciudad fueron encabezados por Erich Schmidt, de la Universidad de Pensilvania, entre 1920-1930. Esas excavaciones descubrieron tres estratos de habitaciones que se extienden en el tiempo desde el final del período prehistórico hasta la tercera dinastía de Ur (2112-2004 AC). Los descubrimientos más característicos fueron casas bien edificadas, tablillas cuneiformes de registros administrativos y listas de palabras, las cuales indican una sociedad altamente desarrollada hacia el fin del cuarto milenio AC.8
Las excavaciones hechas por Sir L. Woolley en las llanuras Mesopotmicas revelaron la presencia de un estrato de arcilla-limo a una profundidad de 2,5 metros. Posiblemente dicho estrato fue formado por la masa de greda arrastrada por las aguas del diluvio. Ese estrato no existe en ninguna otra parte del mundo. El descubrimiento se convirti en un importante elemento probatorio de que el Diluvio sucedi solamente en las llanuras mesopotmicas.
Lo principal en esto es que se comprendió que un gran diluvio tuvo lugar en la ciudad alrededor de 3000-2900 AC. De acuerdo al informe de Mallowan, Schmidt había llegado, a los cuatro o cinco metros de profundidad, a un estrato de suelo amarillo (formado por la inundación) consistente de una mezcla de arena y barro. Este estrato estaba más cerca del nivel de la llanura que los túmulos (funerarios), pudiéndose observarlo alrededor de todos éstos... Schmidt determinó que "la arena (de dicho estrato) tenía su origen en el río", que estaba allí desde la época del Antiguo Reino de Cemdet Nasr y que se relacionaba con el Diluvio en la época de Noé.9
En las excavaciones hechas en la ciudad de Shuruppak se encontraron restos de un diluvio que databan aproximadamente de 3000-2900 AC. Posiblemente la ciudad de Shuruppak fue afectada por la inundación como las otras.10
El último lugar que se vio afectado por el Diluvio es la ciudad de Erech, al sur de Shuruppak, conocida hoy día como Tall al-Warka. En esta ciudad, como en otras, se encuentra un estrato del diluvio, el cual data, al igual que en las otras, del 3000-2900 AC11.11
Como se sabe muy bien, los ríos Tigris y Eufrates atraviesan la Mesopotamia de un extremo a otro. Parece que durante el episodio del diluvio ambos ríos y muchas otras fuentes de agua, grandes y pequeñas, se salieron del curso y, al unirse con las aguas de las lluvias, provocaron una gran inundación. El suceso se describe en el Corán:
"Abrimos las puertas del cielo a una lluvia torrencial y en la tierra hicimos manar fuentes. Y el agua se encontró, según una orden decretada" (C. 54:11-12)
Cuando se examinan uno por uno los factores que provocaron el Diluvio, se los ve a todos como fenómenos muy naturales. Lo que hace al suceso milagroso es que tuvo lugar al mismo tiempo y que Noé advirtió a su pueblo anticipadamente del desastre que ocurriría.
La evaluación de las evidencias, a partir de los estudios completos, reveló que el área del Diluvio tenía (un ancho) de aproximadamente 160 kms. de este a oeste, y 600 kms. (de longitud) de norte a sur. Esto muestra que el Diluvio cubrió toda la llanura mesopotámica. Cuando examinamos como están ubicadas las ciudades de Ur, Erech, Shuruppak y Kish, las cuales muestran los rastros del Diluvio, vemos que están alineadas a lo largo de una ruta. Por lo tanto el Diluvio debe haber afectado esas cuatro ciudades y sus alrededores. Se debería advertir además que alrededor del 3000 AC la geografía de la llanura mesopotámica era distinta de la actual. En aquellos momentos el lecho del río Eufrates estaba más al este que hoy día. Su curso se colocaba antes en una línea que pasaba a través de Ur, Erech, Shuruppak y Kish. Y cuando se abrieron "las fuentes del cielo y de la tierra", parece que el Eufrates se salió de su curso y al expandirse llegó a destruir las cuatro ciudades citadas.
Casi todos los pueblos conocieron el Diluvio por boca de los profetas que comunicaron la Religión de Verdad, pero esas comunidades, además de transformarlo en una leyenda, le agregaron cosas y corrompieron el relato original.
Dios había transmitido a los pueblos las noticias del Diluvio en la época de Noé a través de los mensajeros y libros que había enviado a distintas comunidades de modo que puedan servir de advertencia y ejemplo. No obstante, los textos originales han sido alterados y a las descripciones les habían sido agregado elementos mitológicos: resultaron corrompidos los pueblos y el mensaje. El Corán es la única fuente que sustancialmente concuerda con los descubrimientos de las observaciones empíricas. Y ello ocurre solamente porque Dios ha cuidado del Corán para que no sufra siquiera un solo cambio, no permitiendo que sea corrompido. De acuerdo al juicio coránico "Somos Nosotros Quienes hemos revelado la Amonestación y somos Nosotros sus custodios" (C. 15:9), el Corán está bajo la protección especial de Dios.
En la última parte de este capítulo que trata del Diluvio, veremos cómo es visualizado el episodio --aunque de manera bastante alterada-- en distintas culturas, en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento.
El libro revelado al profeta Moisés fue la Torá. Hoy día no queda casi nada de esa revelación y el libro bíblico denominado "Pentateuco" ha perdido hace mucho tiempo su concordancia con la revelación original. Incluso gran parte de esa entidad incierta ha sido alterada por los rabinos de la comunidad judía. De la misma manera, las revelaciones comunicadas a todos los otros profetas enviados a los Hijos de Israel después del profeta Moisés, también sufrieron el mismo tratamiento y fueron muy alteradas. Esta característica, que hace que al "Pentateuco" llamemos ahora "Pentateuco Modificado", porque ha perdido su coherencia con el original, nos lleva a considerarlo un producto de los intentos de los seres humanos por registrar la historia de sus tribus antes que tomarlo como un libro divino. Sin que nos cause asombro, encontramos que la naturaleza del Pentateuco Modificado y sus contradicciones, se revelan también en el relato de la historia de Noé, aunque tenga algunos paralelismos con el Corán en algunas partes.
De acuerdo al Antiguo Testamento, Dios anunció a Noé que todos, excepto los creyentes, serían destruidos, porque la tierra estaba llena de violencia. Con ese objeto le ordenó que construya el Arca y le describió con detalles cómo hacerla. Dios también le dijo que lleve a sus tres hijos, a las tres nueras, a la esposa, a un par de cada ser viviente y acopio de víveres para todos.
Siete días más tarde, cuando llegó el momento del Diluvio, todas las fuentes de agua subterránea reventaron al exterior, se abrieron las ventanas del cielo y un gran diluvio abarcó todo. Duró cuarenta días y cuarenta noches. La embarcación navegó sobre las aguas que cubrieron todas las montañas y cerros elevados. De esa manera, quienes estaban con Noé a bordo fueron salvos y el resto fue arrastrado por las aguas, muriendo ahogados. Después del Diluvio --que duró cuarenta días y cuarenta noches-- se detuvo la lluvia y las aguas empezaron a descender después de los 150 días.
Por lo tanto, el decimoséptimo día del séptimo mes la embarcación se posó en las montañas Ararat (Agri). Noé envió una paloma para que vea si las aguas habían descendido totalmente o no, cosa que supo cuando el animalito no volvió. Dios le dijo entonces que desembarque y que pueble la tierra.
Una de las contradicciones en el Antiguo Testamento es que, siguiendo esta reseña, en la versión Yahvista del texto, se dice que Dios ordenó a Noé que tome siete parejas --machos y hembras-- de cada uno de esos animales que El llamó "puros", y solamente parejas --macho y hembra-- de los que denominó "impuros". Esto se contradice con el texto que reseñamos. Además, en el Antiguo Testamento la duración del Diluvio también es distinta. De acuerdo al Yahvista la elevación de las aguas duró 40 días, mientras que los seglares (versión sacerdotal) señalaron 150 díasI.
Algunas partes de la narración del Diluvio en el Antiguo Testamento dicen:
"Dijo, pues Dios a Noé: 'He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas… Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto exista en la tierra perecerá. Pero contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra…' Así lo hizo Noé y ejecutó todo lo que le había mandado Dios" (Génesis 6:13-22).
"y en el mes séptimo, el día diecisiete del mes, varó el arca sobre los montes de Ararat" (Génesis 8:4).
"De todos los animales puros tomarás para ti siete parejas, el macho con sus hembras, y de todos los animales que nos son puros, una pareja, el macho con su hembra… para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la tierra" (Génesis 7:2-3).
"Establezco mi alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser aniquilada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra" (Génesis 9:11).
Según el Antiguo Testamento, de acuerdo al dictamen de que "todo cuanto exista en la tierra perecerá" en el diluvio que cubriría al mundoII, todas las personas del planeta perecieron, excepto los que estaban a bordo en el Arca con Noé.
El Nuevo Testamento que tenemos hoy día tampoco es un libro divino en el real sentido de la palabra. Comprende las palabras y acciones de 'Isa (Jesús). Empieza con los cuatro "Evangelios" redactados un siglo después de la ascensión al cielo de 'Isa, por gente que nunca lo vio o estuvo con él, es decir, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Entre los cuatro Evangelios hay contradicciones muy obvias. El Evangelio de Juan, en particular, difiere en gran medida de los otros tres (Evangelios Sinópticos), que son en cierto grado --pero no totalmente-- comparables entre sí. Los otros libros del Nuevo Testamento comprenden las cartas escritas por los Apóstoles y Saúl de Tarso (más tarde llamado San Pablo), en las que se describen las acciones de los mismos después de de 'Isa.
Por lo tanto el nuevo Testamento de hoy día no es un texto divino sino más bien un libro semihistórico.
En el Nuevo Testamento el Diluvio se explica resumidamente como sigue.
Noé fue enviado como mensajero a una comunidad desobediente que estaba extraviada, pero el pueblo no le hizo caso y continuó en su perversión. Entonces Dios le ajustó las cuentas con el Diluvio a esos que habían rechazado la fe, y salvó a Noé y a los creyentes poniéndolos en el Arca. El Nuevo Testamento lo expresa de la manera que sigue.
"Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día que entró Noé en el Arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre" (Mateo 24:37-39).
"si no perdonó al mundo antiguo, aunque preservó a Noé, heraldo de la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de impíos" (2 Pedro 2:5).
"'Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos" (Lucas 17:26-27).
"en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los día que Noé construía el Arca, en las que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través de las aguas" (1 Pedro 3:20).
Cultura sumeria: Un dios llamado Enlil dijo al pueblo que otros dioses intentaban destruir la humanidad pero que él deseaba salvarla. El héroe de la historia es Ziusudra, rey devoto de la ciudad de Sippur. El dios Enlil dijo a Ziusudra qué hacer para salvarse del Diluvio. La parte del texto donde se relata quiénes subieron a la embarcación, se ha perdido. Pero que existió se revela en la parte donde dice como se salva Ziusudra. Si nos apoyamos en la versión babilonia llegamos a la conclusión que en la versión sumeria deben existir detalles muchos más amplios del porqué del Diluvio y como fue construida la embarcación.
Cultura babilónica: Ut-Napishtim es el equivalente babilonio de Ziusudra, el héroe sumerio del Diluvio. Otra referencia importante es Gilgamesh. Según la leyenda éste decidió buscar y encontrar a sus ancestros para obtener el secreto de la inmortalidad. Se le advirtió de los peligros y dificultades de ese viaje. Se le dijo que debía saber que tenía que cruzar las "montañas Mashu y las aguas de la muerte", y que ese viaje había sido realizado hasta entonces solamente por el dios sol Shamash. No obstante, Gilgamesh enfrentó todos los peligros de la marcha y finalmente consiguió llegar donde se encontraba Ut-Napishtim.
El texto se vuelve ilegible cuando se relata la reunión de Gilgamesh y Ut-Napishtim. Y cuando se puede leer de nuevo, Ut-Napishtim dice a Gilgamesh que "los dioses reservaron el secreto de la muerte y de la vida a ellos" (es decir, que no se lo tenían que dar a conocer a la gente). Entonces Gilgamesh preguntó a Ut-Napishtim cómo había adquirido la inmortalidad. Y Ut-Napishtim le contó la historia del diluvio como respuesta. El diluvio también aparece en las famosas "doce tablas" de la épica de Gilgamesh.
Ut-Napishtim comenzó diciéndole que la historia que iba a contarle era "algo secreto, un secreto de los dioses". Le dijo que él era de la ciudad de Shuruppak, la más antigua entre las ciudades de la tierra de Akkad. Según este relato el dios Ea le habría hablado a través de las paredes de una choza de cañas y le comunicó que los dioses habían decidido destruir todas las semillas de vida con un diluvio, aunque en esta versión no se explica la razón de esa decisión. En el relato sumerio del Diluvio tampoco se da la razón del mismo. Ut-Napishtim dijo que Ea le había comunicado que construya una embarcación en la cual reuniría y pondría las "semillas de todas las cosas vivientes". Ea le informó respecto al tamaño y la forma de la embarcación: el ancho, el largo y el alto eran de igual medida. La tormenta puso todo patas arriba durante seis días y seis noches. El séptimo día vino la calma. Ut-Napishtim vio que en el exterior (de la nave) todo "se había convertido en un barro pegajoso". La embarcación se posó sobre el monte Nisir.
De acuerdo a los registros babilonios y sumerios, Xisuthros (o Khasistara) se salvó del Diluvio junto con su familia, los amigos, pájaros y otros animales, gracias a una embarcación de 925 metros de largo. Se dice que "las aguas se expandieron hacia los cielos, que los océanos cubrieron las costas y que los ríos se salieron de sus cursos". Después la embarcación se posó en la montaña Corydaena.
Según los registros asirios-babilonios, Ubar-Tutu (o Khasisatra) fue salvado junto con su familia, sirvientes, rebaños y animales salvajes en una embarcación de 600 codos de largo, 60 codos de ancho y 60 codos de alto. El Diluvio duró seis días y seis noches. Cuando la embarcación llegó a la montaña Nizar, la paloma que fue liberada volvió, pero el cuervo no.
Según otros registros sumerios, asirios y babilonios, Ut-Napishtim y su familia sobrevivieron al Diluvio, el cual duró seis noches y seis días. Se dice: "En el día séptimo Ut-Napishtim miró al exterior. Todo estaba muy quieto. El hombre había vuelto nuevamente al barro". Cuando la embarcación se posó en la montaña Nizar, Ut-Napishtim mandó afuera una tórtola, un cuervo y un gorrión. El cuervo se detuvo para comer de los cadáveres, pero los otros dos pájaros no regresaron.
Cultura hindú: En las épicas Shatapatha Brahmana y Mahabharata de la India, la persona llamada Manú se salva del diluvio junto con Rishiz. De acuerdo a la leyenda, Manú había atrapado un pez, al que no mató. En forma imprevista el pez creció y le dijo que construya una embarcación y amarre allí sus cuernos. Se acepta que ese pez era la manifestación del dios Vishnú. El pez condujo a la embarcación sobre las altas olas y la llevó hacia el norte, donde se encontraba la montaña Hismavat.
Cultura galesa: Según la leyenda galesa [de Gales, una región celta de (Gran ) Bretaña], Dwynwen y Dwyfach escaparon del gran desastre en una embarcación. Cuando descendió la espantosa inundación que ocurrió a partir del estallido de Llynllion, que fue llamado el Lago de Olas, Dwynwen y Dwyfach empezaron a repoblar nuevamente (Gran) Bretaña.
Cultura escandinava: Las leyendas nórdicas Edda relatan que Bergalmir y su esposa escaparon del diluvio en una gran embarcación.
Cultura lituana: En la leyenda lituana se dice que unos pocos pares de seres humanos y animales se salvaron refugiándose en la cresta rocosa de una montaña muy alta. Cuando los vientos y las inundaciones, que duraron doce días y doce noches, alcanzaron lo alto de la montaña, de modo que casi se engulle todo lo que estaba allí, el Creador les arrojó una cáscara de nuez gigante. De ese modo se salvaron los antes señalados, al navegar en la cáscara de nuez.
Cultura china: Las fuentes chinas relatan que una persona llamada Yao, junto a otras personas o Far Li con su esposa e hijos, fueron salvados de la inundación y los terremotos navegando en una embarcación. Se dice que "la tierra estaba completamente en ruinas. El agua brotó al exterior de la tierra y cubrió todo". Finalmente las aguas retrocedieron.
El Diluvio en la Epoca de Noé en la Mitología Griega: El dios Zeus decidió destruir al pueblo con un diluvio porque cada día que pasaba se convertía en más malhechor. Solamente Deucalion y su esposa Pyrrha fueron salvados de la inundación porque el padre de Deucalion, Prometeo, había aconsejado con anterioridad a su hijo que construya una embarcación. La pareja hizo pie en el Monte Parnassos el noveno día a contar de la fecha en que se embarcaron.
Todas estas leyendas indican una realidad histórica concreta. A lo largo de la historia cada comunidad recibió el mensaje, es decir, todos recibieron la revelación Divina. Así es como muchas comunidades aprendieron acerca del Diluvio. Desgraciadamente, como la gente se apartó de la esencia de la revelación Divina, el relato del Diluvio sufrió muchos cambios y se convirtió en leyendas o mitos.
La única fuente donde podemos encontrar la historia real de Noé y del pueblo que lo rechazó, es el Corán, única fuente de la revelación Divina que permanece sin alteraciones.
El Corán provee la información correcta no solamente sobre el Diluvio en época de Noé sino también de otros sucesos y pueblos de la historia. En los capítulos que siguen nos ocuparemos de ellos.
1. Max Mallowan, Noah's Flood Reconsidered, Iraq: XXVI-2, 1964, s. 66.
2. Max Mallowan, Noah's Flood Reconsidered, Iraq: XXVI-2, 1964, s. 66.
3. Muazzez İlmiye Çığ, Kuran, İncil ve Tevrat'ın Sümer'deki Kökleri, 2.b., İstanbul: Kaynak Yayınları, 1996.
4. Fred Warshofsky, "Ur of the Chaldees", Readers Digest, Aralık 1977.
5. Max Mallowan, Noah's Flood Reconsidered, Iraq: XXVI-2, 1964, s. 70.
6. Werner Keller, Und die Bibel hat doch recht (The Bible as History; a Confirmation of the Book of Books), New York: William Morrow, 1956, s. 40.
7. "Kiş", Ana Britannica, Cilt 13, s. 361.
8. "Şuruppah", Ana Britannica, Cilt 20, s. 311.
9. Max Mallowan, Early Dynastic Period in Mesapotamia, Cambridge Ancient History 1-2, Cambridge: 1971, s. 238.