Una de las razones por las que la gente se aleja de la religión es que piensan que no se les puede perdonar debido a la profunda angustia que sienten por los pecados que han cometido. Satanás intenta repetidas veces infundir tal desánimo en los seres humanos. A quien ha cometido un pecado le susurra sigilosamente: “Eres malvado y te revelas contra Dios”. Si únicamente ha cometido unos cuantos pecados, Satanás le tienta para que peque más. Con el fin de lograr su objetivo, emplea el sentimiento de vergüenza que el hombre siente hacia Dios, pero lo manipula para hacer que se distancie de Él.
Sin embargo, como todos los demás, éste es uno de sus poco convincentes trucos. El hecho de que alguien cometa un pecado no significa que Dios le haya maldecido y que nunca podrá volver al buen camino. Y no sólo si se trata de un único pecado sino incluso si cometiese los pecados más graves y los repitiese una y otra vez, siempre tendrá la oportunidad de arrepentirse y volver a Dios. Dios nos informa en el Corán que perdonará a todo aquel que se arrepienta sinceramente de sus pecados, es decir, que pida perdón y tenga la firme resolución de no cometer otra vez el mismo pecado:
(39) Pero de aquel que se arrepienta después de haber obrado injustamente, y rectifique, ciertamente, Dios aceptará su arrepentimiento: en verdad, Dios es indulgente, dispensador de gracia.
Sura 5: Al-Ma’ida (El Ágape)
Dios tiene una misericordia infinita. En una aleya del Corán, da buenas nuevas a Sus siervos:
(160) … Soy el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.
Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
Cualquier individuo tiene la posibilidad de arrepentirse. Dios incluso acepta el arrepentimiento de los judíos, que se descarriaron y adoraron a un ídolo hecho de oro después de haber creído en Él, y les perdonó:
(54) y cuando Moisés dijo a su pueblo: "¡Oh pueblo mío! Ciertamente, habéis pecado contra vosotros mismos al adorar el becerro; volveos a vuestro Creador arrepentidos y haced penitencia esto es mejor para vosotros ante vuestro Creador."
Y Él aceptó vuestro arrepentimiento: pues, en verdad, sólo Él es el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.
Sura 2: Al-Baqara (La Vaca)
Después de haberse arrepentido y haber pedido el perdón de Dios, una persona puede descuidarse de nuevo y cometer el mismo pecado. De hecho, esto puede suceder muchas veces. Sin embargo, se esa persona se arrepiente de una vez por todas y se compromete a no volver a pecar, puede tener esperanza en que Dios tenga misericordia con él.
Sin embargo, como en todas las cuestiones, el factor importante es la sinceridad. Dios no acepta una acción que no sea sincera. Si uno no está resuelto a dejar de pecar y dice: “Con el tiempo, me arrepentiré”, está claro que está siendo poco sincero, lo cual es probable que le ocasione sufrimiento. Dios advierte a los que sostienen este tipo de lógica:
(17) En verdad, Dios sólo acepta el arrepentimiento de aquellos que habiendo hecho el mal por ignorancia, se arrepienten antes de que se les pase su plazo: a estos se vuelve Dios en Su misericordia ‑-pues Dios es omnisciente, sabio; (18) pero no será aceptado el arrepentimiento de aquellos que hacen el mal hasta que, viendo próxima su muerte, dicen: "En verdad, ahora me arrepiento"; ni el de aquellos que mueren mientras [siguen aún] negando la verdad: para esos hemos preparado un castigo doloroso.
Sura 4: An-Nisa’ (Las Mujeres)