Introducción
Hace catorce siglos Dios reveló el Corán a la humanidad como un libro guía, y le exhortó a aferrarse a él para ser conducida hacia la verdad. Como se lee en el versículo: Pero no es [el Corán] sino un Recordatorio para todos los mundos (Corán, 68:52), desde el día de su revelación hasta el Día del Juicio, este último libro divino permanecerá como la única guía para todos los habitantes del planeta.
El Corán posee un lenguaje y estilo claros para que la gente de todas las épocas lo comprenda. Nos dice Dios al respecto: Hemos facilitado el Corán para que pueda servir de amonestación… (Corán, 54:22).
El lenguaje y estilo inigualables de esta escritura, así como la sabiduría que encierra, constituyen una evidencia incontrastable de que es la Palabra de Dios. Además, posee muchos atributos milagrosos que prueban que es la Palabra de Dios. Uno de ellos es el hecho de que cierto número de verdades científicas —que sólo ha sido posible descubrir con la tecnología del siglo XX— aparecen ya enunciadas en él hace 1400 años.
El Corán no es, desde luego, un libro científico. No obstante, muchos datos, expresados de una manera extremadamente concisa y profunda en sus versículos, sólo han sido descubiertos recientemente con la tecnología disponible en los siglos XX y XXI. Se trata de hechos que no podían conocerse en la época de su revelación, y ello constituye una prueba más de que el Corán es la Palabra de Dios.
Al considerarse el contexto en que ello sucedió, se puede valorar con mayor claridad lo realmente extraordinario que es este libro del Islam. Cuando fue revelado, en el siglo VII, la sociedad árabe tenía muchas supersticiones y creencias sin fundamentos en lo que se refiere a temas científicos. Los árabes creyeron, en su momento, en las leyendas heredadas de las generaciones pasadas sin cuestionarlas. Ello estuvo motivado, seguramente, por la carencia de tecnología para examinar la naturaleza y el universo. Se pensaba que las montañas eran pilares que mantenían elevada la bóveda celeste.
No obstante, todas esas creencias supersticiosas de la sociedad árabe fueron eliminadas con el Corán. En la Sura Al-Ra’d, versículo 2, dice: Dios es Quien elevó los cielos sin pilares visibles (Corán, 13:2). Este versículo invalidó la creencia de que el cielo se mantiene elevado gracias a las montañas. En muchos otros temas se revelaron hechos importantes en una época en que nadie podría haberlos conocido. Revelado cuando la gente sabía muy poco sobre astronomía, física o biología, este libro contiene datos claves sobre diversos temas tales como la creación del universo, la conformación del ser humano, la estructura de la atmósfera y el delicado equilibrio que hace posible la vida sobre la tierra.
Veamos juntos ahora algunos de estos milagros científicos revelados en el Corán.
