Los vertebrados son las criaturas terrestres que corren más rápido, nadan mejor y vuelan mayores distancias. El factor principal subyacente de todas esas capacidades es la presencia de esqueletos constituidos por materiales fuertes como los huesos, que no se deforman. Estos proveen un sustento tremendo para la contracción y dilatación de los músculos, los cuales realizan movimientos continuos por medio de las articulaciones.
Los invertebrados, por su parte, se mueven a velocidades mucho menores que los vertebrados debido a sus estructuras, precisamente, sin huesos.
Las jibias son invertebrados, aunque se las considera peces. Poseen capacidades extraordinarias para maniobrar debido a un sistema muy interesante. El cuerpo blando está cubierto con una capa gruesa por debajo de la cual son arrastradas y expulsadas grandes cantidades de agua gracias al trabajo de músculos potentes, generando así un movimiento hacia atrás.
La más pequeña de las jibias es la denominada científicamente Loligo Vulgaris. Su sistema de natación reactivo le permite desplazarse a más de 30 km/h37.
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Durante la caza la jibia se sirve de los tentáculos que dispone en la boca (ocho en total), normalmente enrollados a modo de látigos en cavidades debajo de los miembros flexibles. Confía en ellos para descansar tranquila y los utiliza para atrapar la presa que le sirve de alimento. Usa el pico para desgarrar hábilmente el caparazón del cangrejo de mar y después lo raspa con la lengua para comerle la carne36.
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Se trata de un mecanismo muy complejo. A cada lado de la cabeza posee aberturas tipo bolsillos. El agua es conducida allí adentro y pasa a una cavidad cilíndrica en el cuerpo. Luego la expulsa a gran presión a través de un tubo estrecho ubicado debajo de la cabeza, lo que le permite moverse muy rápido en la dirección opuesta.
Esta técnica de natación es muy apropiada en términos de velocidad y para la supervivencia. En los mares del Japón existe una variedad de este animal, llamado Todarodes Pacificus, que viaja por ese medio dos kilómetros por hora en una emigración de dos mil kilómetros. En distancias cortas puede llegar a los once kilómetros por hora. Pero algunas especies llegan a superar los treinta kilómetros por hora.
La jibia puede evitar a sus enemigos con movimientos muy rápidos provenientes de ligeras contracciones musculares. Cuando sólo la velocidad no es suficiente en situaciones críticas, puede emitir una nube densa de tinta negra que sintetiza en el cuerpo, la que sorprende a sus predadores por unos segundos, tiempo generalmente adecuado para escapar. Los atacantes que quedan del otro lado de la nube de tinta abandonan el área de inmediato.
Este mecanismo defensivo, junto con el de nadar a propulsión, también le es útil para atrapar a sus presas. Puede acometerlas y cazarlas a grandes velocidades. El sistema nervioso que posee es muy complejo y regula las contracciones y expansiones necesarias para la natación a chorro. El sistema respiratorio también opera en condiciones ideales pues le proporciona un metabolismo acelerado, indispensable para la propulsión a reacción.
La jibia no es el único animal que usa ese mecanismo para nadar. También lo utiliza el pulpo, aunque no es un nadador muy activo. La mayor parte del tiempo se desplaza entre las rocas en los desfiladeros del lecho marino.
La piel profunda del pulpo está formada por varias capas superpuestas de músculos, los cuales son de tres tipos: longitudinales, circulares y radiales. Esta estructura le permite movimientos diversos dado que se equilibran y asisten mutuamente.
A. El pulpo dobla el cuerpo contrayendo cualquiera de sus dos músculos longitudinales, lo que le permite nadar.
1. Músculos longitudinales
2. Músculos circulares
3. Músculos radiales
B. La jibia también posee músculos radiales y circulares como el pulpo, pero en vez de los longitudinales de éste cuenta con un estrato fibroso que evita la elongación del cuerpo cuando los dos primeros se contraen, a la vez que brinda una base sólida a los radiales.
4. Músculos circulares
6. Músculos de contracción rápida
8. Músculos radiales
9. Músculos de contracción lenta
10. Capa fibrosa
Cuando expele el agua (a presión), los circulares contraen su longitud. Pero como tienden a mantener el volumen, aumentan el ancho, cosa que normalmente elongaría el cuerpo. Pero en ese momento se produce el estiramiento de los músculos longitudinales y se evita la elongación. Mientras eso sucede los músculos radiales permanecen extendidos, lo cual engruesa el manto en forma de saco que se contrae después cuando el agua es expulsada a presión. Luego la cavidad interna se llena de nuevo con agua.
1. Toma de agua
2. Abertura
3. Conducto de expulsión del agua
4. Aleta
5. Pared del manto
6. Organos internos
7. Agalla o branquia
8. Cuerpo agrandado
9. Cuerpo doblado
11. Cuerpo contraído
10. Toma de agua
12. Expulsión de agua
13. Apertura del conducto
14. Conducto
En esta ilustración se puede observar la vista en corte del sistema de propulsión a chorro de la jibia. El ciclo comienza con el estiramiento (1) de un 10% del animal. Este movimiento permite incrementar el volumen de la cavidad del manto alrededor del 22%. El agua entra por las aberturas a ambos lados de la cabeza pasando por el cilindro cónico. Al producirse el mayor estiramiento el diámetro del cuerpo se reduce hasta el 75% respecto del tamaño normal (2). La presión aumenta súbitamente en la cavidad e impulsa la conexión interna sobre la boca del conducto de salida, lo cual cierra la entrada de agua. Casi todo el líquido elemento (aproximadamente el 60% del tamaño normal del cuerpo) es expelido a presión a través del conducto. El cuerpo recupera su tamaño normal gracias a la nueva succión de agua (3). Cualquier contracción mayor podría dañar a la criatura. La propulsión a chorro dura cerca de un segundo y puede repetirse de seis a diez veces consecutivas sin pausa. El cuerpo de la jibia se contrae hasta el 90% de su tamaño normal al nadar despacio.
El sistema muscular de la jibia se asemeja mucho al del pulpo, con la importante diferencia de que la primera, en vez de los músculos longitudinales del segundo, posee una capa de tendones llamada túnica. Está compuesta por dos estratos, uno ubicado en el interior y otro en el exterior, de la misma manera que los músculos longitudinales en el pulpo. En medio de esos estratos de tendones se hallan los músculos circulares, en tanto que los radiales se ubican entre estos últimos, con una orientación perpendicular.
También la estructura del ojo de la jibia es muy compleja. Puede enfocar la pupila acercando la lente a la retina. Puede ajustar el volumen de luz que ingresa abriendo o cerrando los pequeños párpados al costado de los ojos. La presencia de órganos altamente complejos en estructuras de dos especies completamente distintas, como los humanos y la jibia, no puede ser explicada por el evolucionismo. Darwin también habló de esta imposibilidad en su libro38.
... De Dios es el dominio de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos hay. Crea lo que El quiere. Dios es omnipotente
(Corán, 5:17)
Las capacidades que posee la jibia, como el sistema de natación reactivo, los métodos defensivos basados en la expulsión de tinta, la visión aguda y el cambio de color de la piel, son ejemplos perfectos de la creación.
Debajo de la piel de la jibia existe una capa densa de sacos de pigmentos elásticos llamados cromatóforos. El animalito, al hacer uso de los mismos puede cambiar el color de la piel, hecho que ayuda no sólo al camuflaje sino que también sirve como medio de comunicación.
Por ejemplo, cuando un ejemplar macho se aparea puede tomar un color distinto del que tiene cuando lucha con un contrincante. Al corretear a una hembra toma un color azulado, pero si en ese momento se acerca otro macho, cambia al rojo la mitad de su cuerpo que enfrenta al desafiante. Este es el color de advertencia que usa en esos casos o en una acción agresiva.
Una fina capa de piel que envuelve los órganos flexibles y el cuerpo ayuda a sustentar el sistema de natación a reacción de la jibia. El animal flota en el agua moviendo la membrana tipo cortina. Los órganos flexibles, por otra parte, equilibran el cuerpo durante la flotación. También funcionan como frenos cuando quiere detenerse.
Los sistemas de natación a reacción del pulpo y de la jibia operan de acuerdo a un principio similar al de los aviones a chorro. Si los examinamos en detalle es obvio que sus sistemas musculares han sido diseñados de la manera más adecuada. Por supuesto, es absurdo afirmar que estructuras tan complejas como estas pudieron formarse por un encadenamiento de casualidades.
El diseño del sistema de reproducción de la jibia también es perfecto. Sus huevos poseen superficies adhesivas que les permiten adherirse a las cavidades en la profundidad del mar. El embrión consume los nutrientes que hay dentro del huevo hasta que está listo para salir del cascarón, momento en que lo rompe con una pequeña placa tipo cepillo que tiene en la cola y que desaparece poco después39. Hasta el más pequeño detalle ha sido diseñado y funciona como se propuso Su diseñador. Toda esta creación maravillosa no es más que una expresión del conocimiento infinito de Dios.
En vuestra creación y en las bestias
que El esparce hay signos
para gente que está convencida (de la Verdad)
(Corán, 45:4)
36- Fred Bavendam, "Chameleon of The Reef", National Geographic, September 1995, p. 100.
37- Stuart Blackman, "Synchronised Swimming", BBC Wildlife, February 1998, page 57.
38- Charles Darwin, The Origin of Species, The Modern Library, New York, pp. 124-153
39- Fred Bavendam, "Chameleon of The Reef", National Geographic, page 106.