La Colonia De Termitas Y Su Sistema De Defensa Quimico

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La reina termita permanece muy inmóvil mientras su cuerpo se alarga hasta los nueve centímetros y un grupo especial de sus congéneres es responsable de alimentarla, limpiarla y protegerla.

Las termitas son criaturas pequeñas similares a las hormigas que viven en colonias muy pobladas. Construyen nidos sorprendentes, algunos de los cuales se elevan desde el suelo y son verdaderas maravillas arquitectónicas, con una estructura que demuestra la existencia de sistemas muy complejos. Además, las constructoras de torres tan grandiosas, las termitas obreras, son totalmente ciegas.

Ese desarrollo edilicio y habitacional cuenta con una defensa singular, compuesta por unidades de soldados especiales equipados con una artillería asombrosa. Algunas termitas son combatientes, otras patrulleras y otras más “comandos suicidas”. Todo, desde la incubación de la reina hasta la construcción de túneles y paredes o la cosecha de hongos, está sujeto a la actuación exitosa de las soldados.

La reproducción y supervivencia de la colonia dependen de la reina y el rey, pues ellos son los que engendran las nuevas termitas. La reina comienza a expandirse corporalmente después de la primera fertilización y puede alcanzar un largo de nueve centímetros, asemejándose a una máquina reproductora. Debido a que casi no se puede mover, dispone de una dotación especial de termitas que se ocupa de alimentarla y limpiarla. En un día pone unos treinta mil huevos y en toda su vida unos diez millones.

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Las termitas empiezan a construir su nido a nivel del suelo y lo agrandan a medida que la población se expande. Llega a medir cuatro o cinco metros de alto.

Las obreras son infértiles, se dedican al mantenimiento de la colonia y viven de dos a cuatro años. Cierto grupo construye y mantiene el nido, en tanto que otro grupo cuida los huevos, las crías y la reina.

Los miembros de la colonia viven juntos y organizados, comunicándose entre sí a través de los sentidos olfativo y gustativo, a través de los cuales se intercambian señales químicas. Estas criaturas ciegas, sordas y mudas, cumplen y coordinan tareas complicadas como las de construir, cazar, emboscarse, dar la alerta en casos de peligro y realizar maniobras defensivas valiéndose de señales químicas.

Sus peores enemigos son las hormigas y los osos hormigueros. Cuando la colonia es atacada por uno de esos predadores, se lanza una “escuadra suicida especial”. Las termitas africanas son guerreras excelentes equipadas con dientes afilados como navajas que desgarran los cuerpos de los agresores.

Los túneles que construyen son la única conexión del nido con el mundo exterior y su sección transversal corresponde a la de una de ellas. Pasar a través de los mismos requiere de un “permiso”. La soldado que está de “guardia” en la entrada detecta por el olor si quien quiere entrar es o no residente de la colonia. La cabeza de la termita puede servir para obturar cualquiera de los túneles. Y eso es lo que hacen en caso de ataque, para lo cual retroceden y se “clavan” en la abertura de entrada.

termit yuvası

Las termitas mantienen distintas temperaturas en las diferentes partes del nido e instalan acondicionadores de aire, humidificadores y ventiladores. Asimismo, el aire circulante varía la temperatura y el contenido de dióxido de carbono según el área que atraviese 40

A: 86oF (30oC) – 2.7% CO2
B: 77oF (25oC) – 2.7% CO2
C: 75oF (24oC) – 0.8% CO2

1. Conducto para el canal de air
2. Arruga o lomo
3. channels
4. Huerta de hongos
5. Bodega
6. Atico
7. Arruga o lomo
8. Cámara de cría
9. Celda real
10. Cámara de cría
11. Cimiento
12. Columna

El Sacrificio de las Termitas

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Las termitas entablan batallas muy organizadas contra sus peores enemigos, las hormigas y los animales comedores de hormigas. Se defienden con una total determinación y hasta las obreras, que son ciegas, se lanzan sobre cualquier intruso para ayudar a las soldados a vencer. La foto muestra termitas obreras en la tarea mencionada. Las soldados se distinguen por el gran tamaño de sus cabezas.

Otro de los métodos defensivos utilizado a menudo es el de inmolarse para resguardar la colonia y dañar al enemigo. Distintas especies realizan los ataques suicidas de maneras diferentes. Resulta particularmente interesante el de una especie que vive en el bosque lluvioso de Malasia. Sus miembros se comportan como “bombas caminantes” debido a su anatomía y forma de actuar. Poseen en el cuerpo un saco especial cargado de un compuesto químico que convierte en ineficaces a sus enemigos: empapan a sus agresores con un líquido espeso amarillo que vierten sus tejidos linfáticos al ser rotos por contracción de los músculos estomacales. Las termitas de Africa y América del Sur utilizan un método similar. Se trata de un verdadero ataque suicida puesto que los órganos internos sufren daños que las lleva a la muerte poco después.

Si la agresión es muy vigorosa, las obreras ayudan a las soldados.

El trabajo en equipo, la disposición al sacrificio y los ejemplos dados, a la vez que demuestran que se organizan de manera asombrosa, destruye la afirmación darwinista fundamental: “cada criatura vive pendiente de sus propios intereses”. Cabe preguntarse, ¿por qué una termita quiere ser guardiana de su colonia? ¿Por qué elegiría la más pesada y sacrificada de las ocupaciones y no otra menos exigente? Además, como sabemos, las obreras son estériles, es decir, no pueden generar descendencia, por lo que es imposible transmitir genéticamente ese comportamiento.

En consecuencia, resulta evidente que sólo el Creador de la termita pudo haber proyectado semejante perfección en la construcción de la colonia y haber distribuido las distintas responsabilidades de cada grupo. Las soldados ejecutan con diligencia la tarea que Dios les inspira.

1. Cabeza de adulta
2. Cabeza de soldado vista de abajo
3. Mandíbulas de soldado
4. Cabeza de soldado
5. Cabeza de obrera
6. Cabeza de adulta
7. Venas del ala (las venas laterales no están dibujadas)

Expresa el Corán:

... No hay ser que no dependa de El... (Corán, 11:56)

Sistema que Evita la Coagulación

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La termita defiende la colonia incluso a costa de su propia vida. En la imagen una termita está fumigando un fluído adhesivo e irritante de olor asqueroso sobre una hormiga agresora.

En una variedad de termitas africanas la defensa del nido es responsabilidad de un grupo de hembras infértiles más pequeñas que las soldados. Las de la guardia real son mucho más grandes y su función es proteger las larvas y la pareja real, impidiendo la entrada de intrusos en la celda real. Fueron creadas para el combate y disponen de cabezas como escudos y mandíbulas con poder de corte como navajas afiladas. En sacos ubicados en la parte anterior del cuerpo almacenan fluídos compuestos por cadenas abiertas de hidrocarburos (alkanos y alkenos) que representan el 10% o más del peso del cuerpo y lo inyectan con la mandíbula inferior en las heridas ocasionadas a sus atacantes.

¿Cómo afectan exactamente esos fluidos a los enemigos? Al investigarse esta cuestión, se encontró algo sorprendente: impiden la coagulación de la sangre. Las hormigas contienen un líquido llamado “hemolinfa” que cumple el papel de la sangre. Cuando sufren una herida se inicia el proceso de coagulación y cura. Pero el fluido de las termitas neutraliza la coagulación.

La presencia de estos sistemas dentro de cuerpos tan pequeños es otro testimonio de la creación. No sólo es milagroso que las termitas produzcan algo que impide la coagulación, sino también que tengan órganos para aplicarlo de manera eficaz. Por cierto, una armonía perfecta como esta no puede ser explicada de ninguna manera echando mano a la casualidad. Tampoco son doctoras en química que comprenden los pormenores de la coagulación en las hormigas ni tienen la capacidad consciente de sintetizar un compuesto que neutralice ese mecanismo. Sin duda, este diseño tan adecuado es otra clara evidencia de que estas criaturas fueron creadas por Dios.

Las Armas de las Termitas

Nasutitermitinae ailesinden termit

Esta soldado controla una de las puertas del nido y dispone de un fluído irritante que es un tipo de arma química.

Se pueden encontrar muchos otros ejemplos de delineaciones perfectas en las termitas.

Utilizan sistemas especiales creados en sus cuerpos para implementar mecanismos defensivos. Por ejemplo, algunas expelen químicos venenosos en las heridas hechas con sus mandíbulas a los contrincantes. Se valen de una técnica interesante de “frotado”, puesto que colocan el veneno en el cuerpo del atacante con su labio superior empleado a manera de cepillo. Otras aplican al agresor una sustancia adhesiva irritante por medio de “rociarlo”. Y son capaces de sintetizar y almacenar insecticidas en una cantidad que a veces llega al 35% del peso corporal. Eso es algo suficiente para matar a miles de hormigas.

Distintos tipos de termitas disponen diferentes clases de venenos. La Prorhinotermes de Florida (USA) está dotada con un elemento químico llamado “nitroalkano”, diferente en su estructura al que poseen otras de sus congéneres y se vale de una técnica especial de frotación del mismo. La Schedorhinotermes Africana utiliza “cetonas vinílicas”. La Guyana emplea “B-cetoaldehídos”, en tanto que las Armitermes recurren a una “cadena molecular”. Al atacar se sirven de elementos químicos llamados “ésteres” o “lactonas” como armas. Todos los venenos mencionados interactúan con moléculas biológicas y provocan la muerte.

Los miembros de la familia Nasutitermitinae tienen en la frente una saliente tipo manguera dotada con sacos especiales. En caso de peligro la apuntan hacia el enemigo y lo rocían con un líquido pegajoso e irritante de olor repugnante. Esta arma es un tipo de “bazoka química”41.

De acuerdo a la teoría de la evolución hay que aceptar el supuesto de que esas termitas en un estadio primitivo no poseían sistema alguno de producción de elementos químicos en sus cuerpos, sino que, de alguna manera, se formaron posteriormente, como resultado de una serie de casualidades. Pero esto es algo que resulta totalmente ilógico. Para que ese sistema de defensa trabaje, no sólo se necesita el elemento químico sino que los órganos que lo manipulan deben ser totalmente funcionales. Por otra parte, deben estar adecuadamente aislados de modo que nunca rocíen dentro del propio cuerpo. Además, el tubo de pulverización requiere un mecanismo especial movido por un músculo aparte.

Todos esos órganos no pudieron haberse formado en un proceso evolutivo con el paso del tiempo puesto que la falta de un solo componente inhabilitaría todo el sistema y causaría la extinción de las termitas. Por consiguiente, la única explicación lógica es que éstas fueron creadas con el “sistema de armas químicas” totalmente desarrollado, de lo que se deduce que se trata de un “diseño” deliberado, al que se llama “creación”. En otras palabras, al igual que todas las criaturas, las termitas fueron creadas de manera instantánea. Dios, el Señor de los Mundos, creó el centro de producción de químicos en sus cuerpos e inspiró en ellas la mejor forma de utilizar sus facultades, como lo menciona el versículo que sigue:

Es Dios, el Creador, el Hacedor, el Formador. Posee los nombres más bellos. Lo que está en los cielos y en la tierra Le glorifica. Es el Poderoso, el Sabio (Corán, 59:24)

NOTAS

40- The Guinness Concise, Encyclopaedia, London, Guinness Publishing Ltd., 1993, p. 125.

41- ilim ve Teknik Görsel Bilim ve Teknik Ansiklopedisi (Encyclopedia of Science and Technology), p. 291.