Como ya hemos dicho al principio de este libro, el ojo es un órgano muy complejo y perfectamente diseñado. Está formado por 40 componentes y no podría funcionar si fallase uno sólo de ellos.
Todos estos componentes son tan complejos que resulta imposible que hayan aparecido por casualidad. Si faltase uno sólo de ellos, por ejemplo el cristalino, el ojo no podría funcionar. Además si, por ejemplo, el cristalino y el iris intercambiasen su sitio, el ojo no podría funcionar.
Incluso las lágrimas, que parecen ser un fluido insignificante y sencillo, son esenciales para que el ojo funcione. Un ojo que no produce lágrimas se seca pronto y se vuelve ciego. Además, las propiedades antisépticas de las lágrimas protegen a los ojos de los gérmenes.
La estructura de un ojo se puede comparar a la de un coche. Un coche está compuesto por muchas piezas. Si estuviesen todas, menos el acelerador, no podrías conducirlo. Si cortases un cable del motor, el coche no se movería. Los ojos, como el coche, no pueden funcionar si les falta alguna pieza.
Darwin did not even want to think about the eye. It is impossible for the eye to happen by coincidence because the eye is perfect and yet so complex. It is the obvious truth that Allah has created the eye.
Sin embargo, los evolucionistas son incapaces de explicar cómo se formaron los ojos, porque es imposible que un ojo haya aparecido por casualidad. Piensa un poco, ¿es posible que 40 piezas diferentes se unan al mismo tiempo y en el mismo lugar? Esto implicaría que la pupila, el cristalino, la retina, las pestañas, los nervios oculares, etc. se hayan unido y formado por puro azar. Esto, sin duda, es imposible.
If you saw a car while you were out walking in the woods and asked how this car got there, and someone told you that some materials from the woods came together and formed this car, would you believe him?
Si vieses un coche mientras paseas por el bosque y te preguntases cómo ha llegado hasta allí, y alguien te dijera que algunas partes del bosque se han unido para crear ese coche, ¿le creerías? ¿Está alguien en su sano juicio cuando afirma que el motor, el acelerador, el volante, los frenos, el parabrisas, el chasis y todas las demás piezas se unieron por casualidad para formar un coche?
La estructura del ojo es mucho más compleja y perfecta que la de un coche. Entonces también deberíamos preguntarnos si los que dicen que el ojo se creó por casualidad están cuerdos.
Darwin tampoco fue capaz de comprender cómo se hizo el ojo y dijo: “Recuerdo perfectamente cuando pensar en el ojo me daba escalofríos”. (Norman Macbeth, “Darwin Retried: An Appeal to Reason”, Boston; Gambit, 1971, página 101) El autor de la teoría era incapaz de explicar el perfecto funcionamiento de la estructura del ojo.
¿Alguna vez has examinado de cerca las plumas de un pájaro? Tienen cualidades muy complejas que hacen posible que vuele. Las plumas de las diferentes especies de aves tienen colores distintos y nos gusta contemplarlas. Por ejemplo, las plumas del pavo real son tan bellas que hay personas que las han hecho objeto de cuadros o bordados.
Pero existió alguien a quien no le gustaron nada las plumas de las aves, especialmente las del pavo real. Esa persona era Charles Darwin, porque creía que las plumas del pavo real eran fruto de la casualidad. Sin embargo, son tan impresionantes que nadie puede creer que se deban al azar. Darwin dijo de estas plumas: “Estructuras sin importancia me hacen sentir incómodo con frecuencia. El contemplar una pluma de la cola de un pavo real me pone enfermo.”