WASSER
UNuestros cuerpos son organismos perfectos que nos permiten vivir confortablemente en la Tierra, correr y jugar, leer y escribir y, en resumen, realizar todo tipo de tareas. Estos organismos son tan maravillosos que nadie puede fabricar nada parecido ni siquiera con la tecnología más avanzada.
¿Cuánto sabes acerca de tu cuerpo, que trabaja sin parar y se repara a sí mismo cuando se estropea?
Did you know that your body is made up of fats, proteins, water, carbohydrates and minerals?
Cada órgano de nuestro cuerpo es muy importante para nosotros. Nuestras vidas cambiarían si nos faltara uno sólo de ellos. Por ejemplo, nuestros ojos. ¿Has pensado alguna vez qué habrías hecho si no tuvieses ojos? No podrías saber cómo son tus padres, hermanos, hermanas o amigos. No podrías ver todas las cosas bonitas que existen. No podrías jugar a la mayoría de los juegos que ahora juegas. No podrías leer este libro ni ver sus dibujos. No podrías imaginar cómo es un conejo o un perro porque nunca habrías visto uno. No podrías ver los dibujos de la tele. No podrías llevar a cabo tus tareas con facilidad. Incluso podrías no ser capaz de orientarte dentro de casa. No podrías ver los colores, ni las formas, ni sabrías lo que es la luz. La lista es interminable.
Dios creó a los humanos con ojos para que pudiesen ver. Dios les dio a las personas este valioso don.
Nuestros ojos tienen funciones muy importantes. Realizan procesos decisivos de los que no somos conscientes, y que son los que nos permiten ver.
Examinemos brevemente cómo vemos:
Cada objeto que existe en el mundo refleja y emite luz a su alrededor. Por ejemplo, mientras estás mirando este libro, la luz que dicho libro refleja y emite llega hasta el fondo de tu ojo a través de la pupila.
Esta luz, después de seguir una serie de procesos que tienen lugar en la parte posterior del ojo, se convierte en una señal eléctrica que llega hasta tu cerebro, también en cuya parte posterior se encuentra el centro de la visión que hace posible que veas. Este centro comprende un área muy pequeña, donde las señales eléctricas forman la imagen del libro y es entonces cuando lo ves.
Intentar explicar este proceso tan resumidamente como es posible lleva su tiempo, mientras que el mismo es instantáneo. Ocurre tan rápidamente que, cuando miras el libro, lo puedes ver en el mismo momento.
¿No es un sistema perfecto? Si recuerdas, ya hemos mencionado el evolucionismo en este libro. También hemos dicho que esta gente cree que la Tierra, el universo, las estrellas y todos los seres vivos son resultado del azar. Los que creen esto opinan lo mismo de nuestros ojos. Dicen: “Los ojos aparecieron solos y por casualidad”. ¿Puede un sistema tan complejo y maravilloso crearse por sí solo? Te vamos a dar un ejemplo para que veas lo ridícula que resulta esta creencia:
Los ingenieros han inventado la cámara de fotos y de vídeo copiando el ojo humano. Sin embargo, ninguna de ellas ofrece una visión tan clara como la que tienen nuestros ojos. Levanta tu cabeza del libro y mira a tu alrededor. ¿Verdad que lo ves todo claro? No hay nada borroso, ni puntos de nieve, ni trozos borrados. Ahora fíjate en tu tele. A menudo, ves puntitos de nieve o saltos de imagen. Incluso cuando no pasa esto y, con toda la tecnología moderna, la televisión no ofrece imágenes tan perfectas como las de tus ojos.
Parémonos a pensar un poco. Esto quiere decir que nuestros ojos están mucho más avanzados y son de mejor calidad que cualquier cámara de fotos o de vídeo o que cualquier televisión. ¿Qué harías si alguien se te acercara y te dijera lo siguiente?:
“Hubo una tormenta que hizo saltar los cables de la luz, tornillos, martillos y destornilladores por la puerta y las ventanas de la casa y luego se juntaron en el patio. Después tronó y llovió, y todas esas cosas se mezclaron con la tierra. Pasó un rato y apareció una televisión. La cogí y me la llevé a casa”.
Probablemente pensarías que esa persona está loca o miente porque, como todos sabemos, las televisiones se hacen en grandes fábricas donde hay cientos de ingenieros, diseñadores y personal especializado. Es imposible que una televisión se haga a sí misma.
¿Podría ocurrir entonces que nuestros ojos, que son mucho mejores que cualquier televisión, se hubiesen hecho solos? ¡Desde luego que no! Igual que una televisión no se hace sola, sino que hay alguien que la fabrica, nuestros ojos no los ha creado el azar. Dios es Quien creó nuestros ojos de tal modo que pudieran ver imágenes en color en tres dimensiones de una manera tan nítida. Debemos dar gracias a Dios por todas las cosas bonitas que podemos ver.
Dios ha creado nuestros oídos de manera tan perfecta como nuestros ojos. Imagínate un estéreo, por ejemplo. Incluso si enciendes el mejor de los aparatos, escuchas algunas interferencias y ruidos. A menudo se mezclan las emisoras. Ahora mismo, no hables y escucha. ¿Oyes algún pito? Tus oídos nunca hacen ruido. Escuchas los sonidos de forma completamente nítida. ¿No crees que tus oídos podrían producir ruidos como lo hacen los estéreos? Dios ha creado nuestros oídos de manera perfecta y somos capaces de escuchar los sonidos a nuestro alrededor sin ninguna interferencia.
Dios ha creado nuestros oídos de tal modo que no podamos escuchar ciertos sonidos que nos perturbarían. Por ejemplo, nuestra circulación sanguínea fluye muy rápidamente y hace mucho ruido. Sin embargo, nuestros oídos no lo captan. Nuestro planeta también hace bastante ruido mientras gira. Sin embargo, Dios ha creado nuestros oídos de manera tan perfecta que no lo escuchamos. Dios cuida de nosotros. Ésta es la razón de que, durante nuestra vida, no permita que escuchemos ruidos que nos molesten.
Es por ello que tenemos que dar gracias a Dios por Su benevolencia. Dios ha dicho lo siguiente en un versículo del Corán:
Here is a diagram that shows the inside of your ear. Your earflap collects the sounds, and the sound finally reaches the centre of hearing in your brain by moving inside your ear. And it is there that your hearing takes place.
Para nosotros, el corazón resulta un órgano indispensable. Late unas setenta y dos veces por minuto y unas cuarenta millones de veces al año. Para comprender lo cansado que esto resulta, cierra tu mano y luego ábrela, sigue cerrándola y abriéndola. ¿Cuántos minutos crees que podrías seguir así?
Tu corazón, que tiene aproximadamente el tamaño de tu puño, sigue haciéndolo durante toda tu vida, sin cansarse y sin pararse. Nuestros corazones no se paran mientras estamos dormidos. Si nos alteramos, laten más deprisa, y lo hacen más despacio mientras descansamos. Hacen todos estos ajustes automáticamente, sin que nos demos cuenta.
Cada vez que late nuestro corazón, bombea sangre a nuestro cuerpo. Lo que necesitamos para vivir se encuentra en esta sangre. Cada una de nuestras células recibe el oxígeno y alimento necesarios de la sangre. Nuestro corazón bombea unos 43.000 litros (unos 11.000 galones, aproximadamente) de sangre al día. ¿Tienes idea de cuánta sangre es eso? La suficiente para llenar 150 bañeras. ¿No te cansarías si tuvieses que vaciar una sola bañera llena de agua con una taza? ¡Imagina tener que vaciar 150! Probablemente no podrías hacerlo. Sin embargo, nuestro corazón lo hace y lo ha hecho desde el día en que nacimos y lo seguirá haciendo hasta el día en que muramos. Lo que es más, nunca descansa. Tú, por ejemplo, te tomarías un descanso si tuvieras que terminar una tarea tan difícil. Probablemente necesitarías tumbarte o descansar, pero nuestros corazones no se cansan porque son imprescindibles para nuestra supervivencia. Son pequeños, pero realizan una labor enorme. Por esta razón Dios los ha hecho de modo que nunca se cansen.
1. Heart
2. Vein
3. Artery
It is unimaginable for a country to be without a network of roads, railways or seaways. A unique network in your body allows it to function faultlessly. These are the blood vessels of our circulatory system. Inside these vessels, the blood flows that the heart continuously pumps. The blood carries countless materials from one part of the body to another. It distributes food continuously to each part of the body and collects waste materials.
Los lugares en los que nos sentamos, el aire que respiramos, las cosas que cogemos están llenas de gérmenes y virus, pero no los podemos ver. Los gérmenes y los virus son pequeños organismos que provocan enfermedades a los seres humanos. No los podemos ver con nuestros ojos, pero pueden hacer que enfermemos y que nos debilitemos.
Existen otros organismos que no podemos ver, y que forman el ejército que vive dentro de nosotros y que nos protege de nuestros enemigos los gérmenes y los virus. Este ejército se llama “sistema inmunológico”.
Nuestro sistema inmunológico se encuentra en la sangre. Las células que forman este sistema se llaman glóbulos blancos.
The importance and benefits of vaccination:Dangerous germs are given to the body after being made ineffective. In this way, the immune cells recognise them and take measures to protect you against them.
Cuando un enemigo penetra en nuestro cuerpo, nuestra sangre trabaja como si de un laboratorio se tratase. Inmediatamente produce sustancias especiales para luchar contra el enemigo y crea más células que lo combatan. Comienza una batalla feroz. A veces nuestro ejército gana la batalla sin que nos demos cuenta y los gérmenes y virus mueren.
A veces sí somos conscientes de la lucha. ¿Cómo? ¡Cuando tenemos fiebre! Seguramente has tenido fiebre alguna vez. Era entonces cuando tu enemigo estaba luchando contra tu ejército. Durante la batalla, tu cuerpo utiliza toda su energía y necesita aún más. Si sales a correr mientras tu cuerpo está librando una batalla, estarías utilizando toda la energía que necesita para combatir. En ese caso, tu ejército perdería la batalla y enfermarías. Sin embargo, cuando tienes fiebre, te echas a descansar y tu ejército utiliza toda la energía disponible. Al hacerlo, puede salir triunfante. Cuando sube la fiebre, nuestro cuerpo nos envía un mensaje: “¡Descansa!”.
¿Sabes qué habría ocurrido si nuestro cuerpo no contara con un sistema inmunológico? Al poco tiempo de nacer, el primer germen que penetrase en él nos habría matado. Dios ha dotado a las personas de un sistema inmunológico porque es misericordioso y cuida de nosotros. Como hemos tenido oportunidad de aprender desde el principio de este libro, debemos a Dios cada minuto de nuestras vidas, desde poder ver las cosas bonitas de este mundo a comer la deliciosa comida. Éste es el motivo por el que debemos pensar siempre en Dios y decir: “Oh Dios, te estoy agradecido por concederme todos estos dones”.