Los Buenos Rasgos Del Caracter Descritos En El Coran

En el Corán, Dios ofrece una relación detallada del comportamiento, suprema moral y disposición de ánimo único y distintivo de los creyentes. El temor de Dios que los creyentes abrigan en sus corazones, su fe inamovible y su incansable afán en buscar el agrado de Dios, la confianza que depositan en Él, así como su compromiso, empeño, fiabilidad y otras muchas buenas cualidades similares a éstas se encuentran en el Corán. Además, en Su Libro, Dios elogia cualidades morales tales como la justicia, compasión, modestia, templanza, perseverancia, sumisión a Él y evitar hablar por hablar.

Junto con dar cuenta detallada de cómo debe ser el creyente modelo, el Corán hace hincapié en las vidas de los antiguos creyentes y narra cómo rezaban, se comportaban, hablaban entre ellos y con los demás, y reaccionaban ante cualquier evento. A través de estos ejemplos, Dios llama nuestra atención hacia la conducta y el modo se ser que Le agrada.

Si se considera desde el punto de vista de una sociedad ignorante que se encuentra lejos de la definición que el Corán da de la moral, un comportamiento social aceptable puede variar dependiendo de la época, las condiciones, la cultura, los acontecimientos y las personas. Sin embargo, el carácter de quienes se ciñen a los mandatos del Corán permanece estable a pesar de la variabilidad de las condiciones, lugar o tiempo. Una persona que tiene fe siempre acata los mandatos y exhortaciones del Corán, y por ello muestra una excelencia moral.

En esta parte del libro que estás leyendo, ponemos ejemplos del comportamiento que, según Dios, es digno de alabanza. Sin embargo, más que analizar todos los rasgos de carácter de los creyentes que se exponen largo y tendido en el Corán, centraremos nuestra atención en las sutilezas de la excelencia moral y los divinos propósitos que se esconden tras ellas.

El Concepto De La Limpieza

Dios les dice a los creyentes cómo deben limpiarse, puesto que dicho requisito se ajusta a su naturaleza y condición espiritual. La limpieza, que los creyentes consideramos un acto de adoración, es por tanto fuente de gran alivio y gozo. Dios llama la atención sobre la pureza física y espiritual de los creyentes en muchas aleyas. Nuestro Profeta (saw) también enfatizó la importancia de estar limpio: “La limpieza supone la mitad de la fe(Muslim). A continuación exponemos con detalle lo que significa estar limpio:

La Pureza Espiritual

Lo que el Corán entiende como limpieza difiere considerablemente de lo que entiende una sociedad ignorante. Según el Corán, el estar limpio es un estado que se experimenta en el alma. Tal limpieza implica que uno se ha purificado por completo de los valores morales de la sociedad en la que vive, de la manera de razonar y del modo de vida que entran en conflicto con el Corán. De este modo, el Corán proporciona alivio espiritual a los creyentes.

Este primer paso para estar limpio se pone de manifiesto en la claridad de la mente. Sin duda, ésta es una cualidad muy importante. La pureza espiritual que las personas experimentan en sus almas se manifiesta en todos los aspectos de la vida, haciendo obvia a todo el mundo su excelencia moral.

La gente espiritualmente pura separa sus mentes de cualquier forma de maldad. Nunca experimentan la malicia, los celos, la crueldad ni el egoísmo, todo lo cual son malos sentimientos que adoptan y muestran quienes están lejos del concepto de la moral que se encuentra en el Corán. Los creyentes poseen espíritus nobles, porque aspiran a la excelencia moral. Éste es el porqué, además de prestar atención a su apariencia física, también lo hacen a la pureza de sus almas, apartándose de todas las cosas que les conducen a la maldad que la ignorancia conlleva, y animando a que los demás hagan lo mismo.

La Pureza Física

En este mundo, los creyentes buscan establecer un entorno similar al del Paraíso. Buscan experimentar en este mundo cualquier cosa que Dios les ha prometido que les otorgaría Allí. Como sacamos en claro del Corán, la limpieza física es una de las cualidades que posee la gente del Paraíso. La aleya: "… jóvenes [inmortales, que son como hijos] suyos, [puros] como perlas ocultas." (Sura El monte Sinaí 52: 24) se explica sola. Además, Dios nos informa en muchas aleyas que en el Paraíso habrá "esposas puras"(Sura La vaca 2: 25).

Otra aleya en la que Dios llama nuestra atención sobre la limpieza física es la que se refiere al profeta Juan (sa),“y también, por Nuestra gracia, [el don de la] compasión y pureza” (Corán, Mariam (María) 19:13)

La limpieza de la ropa

El Corán también se refiere a la importancia de llevar una ropa limpia, como en:

(4) ¡Y purifica tus ropas! (5) ¡Y huye de toda impureza!(Corán, Al-Muddazzir (El Arropado) 74:4-5)

Además, la limpieza física es importante porque muestra respeto hacia los demás. De hecho, respetar a otros implica cuidar de nuestra propia apariencia física. Los creyentes no sólo se apartan de la suciedad, sino que también muestran sutilezas que enfatizan su profundo respeto por los demás. Un modo de mostrar dicho respeto consiste en llevar ropa limpia. Dios nos lo ordena en el Corán:

¡Oh hijos de Adán! ¡Ponéos vuestras galas para cualquier acto de adoración … (Corán, Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento) 7:31)

Así, en este tema como en otros, estar físicamente limpio y bien arreglado y, en este sentido, buscar lo mejor, son cualidades que agradan a Dios. Estas cualidades no son importantes para los ignorantes. Nuestro Profeta (saw) también deja dicho que Dios aprueba dichas cualidades en el siguiente hadiz:

Alguien preguntó: “¿Qué pasa con la persona a quien le gusta llevar ropas y calzado bellos?” El Mensajero de Dios respondió: “Todos los asuntos de Dios son bellos, y a Él le gusta la belleza.” (Muslim)

Deberíamos tener en cuenta el punto siguiente: La gente, normalmente, tiende a estar lo mejor posible cuando se encuentra con alguien o intenta impresionar a quienes consideran importantes. Sin embargo, gracias a la moral del Corán, los creyentes descubren que un meticuloso aseo es esencial porque armoniza por completo con su deseo de agradar a Dios.

Los creyentes merecen el Paraíso y, también en este mundo, se esfuerzan constantemente en mantener limpio su entorno y su cuerpo para que puedan alcanzar la pureza y belleza del Paraíso en este mundo.

Mantener Limpio Nuestro Entorno

Los musulmanes son meticulosos en lo que concierne a mantener limpio su entorno próximo. Un ejemplo lo tenemos en la sura Al-Hach (La peregrinación), en la que Dios ordena al profeta Abraham (sa) que mantenga limpia la Caaba (Ka'abah) para los creyentes que rezan en sus alrededores:

Pues, cuando señalamos a Abraham el emplazamiento de este Templo, [le dijimos:] "¡No atribuyas divinidad a nada junto a Mí!" --y: "¡Purifica Mi Templo para los que han de dar vueltas en torno a él, los que permanecerán en retiro junto a él, y los que se inclinarán y se postrarán [en oración]."(Corán, Al-Hach (La Peregrinación) 22:26)

Como también sostiene la aleya, tal limpieza ambiente se mantiene ante todo para otros creyentes que realizan sus actos de adoración con el fin de lograr el contento de Dios. Así, todos los creyentes que siguen los pasos de Abraham (sa) deberían mantener sus casas limpias y ordenadas, porque hacerlo deleita sus corazones.

El concepto coránico de la limpieza difiere notablemente del que se ajusta a las sociedades ignorantes. Dios ordena a los creyentes que estén “limpios y purificados” en ambos sentidos, física y espiritualmente. En otras palabras, no se trata de la limpieza en un sentido clásico; más bien, consiste en un esfuerzo complejo.

Las descripciones que del Paraíso se hacen en el Corán también son instructivas en este sentido. El ambiente del Paraíso se encuentra purificado de cualquier forma de suciedad que observemos a nuestro alrededor. Se trata de un lugar dichoso y perfectamente limpio donde cada detalle existe en perfecta armonía con los demás. A la luz de estos ejemplos, los creyentes buscan mantener limpio su entorno y lo convierten en un lugar que les recuerde al Paraíso. Este empeño es únicamente una manifestación de su meta, que es el Paraíso.

Comer Comida Limpia (pura)


Consumir comida limpia (pura) es una orden divina inherente a todos los creyentes:

"Comed de las cosas buenas de que os hemos proveído como sustento." (Corán, Al-Baqara (La Vaca) 2:57)

¡Oh gentes! Comed de lo lícito y bueno que hay en la tierra, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro, (Corán, Al-Baqara (La Vaca) 2:168)

Además, Dios relata la historia de los jóvenes de la cueva para resaltar que los creyentes se inclinan por la comida limpia (pura). Así leemos:

… Dijeron [quienes poseían mayor comprensión]: "Sólo vuestro Sustentador sabe cuanto tiempo habéis permanecido así. Que vaya uno de vosotros a la ciudad con estas monedas de plata y que averigüe cual es el alimento más puro allí, y os traiga provisión del mismo. Pero que se conduzca con gran precaución y no alerte a nadie de vuestra presencia: (20) ¡pues, ciertamente, si dan con vosotros, podrían lapidaros o haceros volver a su religión --y entonces jamás alcanzaríais bien alguno!" (Corán, Al-kahf (La Cueva) 18:19)

Haremos hincapié en este tema en otro capítulo titulado “Alimentos beneficiosos que se mencionan en el Corán”.

Hacer Ejercicio, Bañarse Y Beber Agua

Otro comportamiento que menciona el Corán se da a conocer en las aleyas que se refieren a la revelación que recibió el profeta Job (sa):

(41) Y recuerda a Nuestro siervo Job, cuando invocó a su Sustentador: "¡Ciertamente, Satán me aflige con [gran] fatiga y sufrimiento!" – (42) [y entonces se le dijo:] "¡Golpea [el suelo] con el pie: ahí tienes agua fresca para lavarte y para beber!"(Corán, (Sad)38:41-42)

En respuesta a su angustia y sufrimiento, Dios aconsejó al profeta Job (as) "¡Golpea [el suelo] con el pie”. Este consejo se puede considerar un signo relacionado con los beneficios de la actividad física y el ejercicio.

El ejercicio, especialmente ejercitar los grandes músculos como los que se encuentran en las piernas (por ejemplo, los movimientos isométricos), mejora el riego sanguíneo y en consecuencia aumenta la cantidad de oxígeno que llega a las células. Eliminar las toxinas del cuerpo evita el agotamiento, proporciona un sentimiento de alivio y frescor1 y permite que el cuerpo aumente su resistencia frente a los microbios. Hacer ejercicio regularmente también mantiene las arterias limpias y anchas, lo que evita que se coagule la sangre y por tanto reduce el riesgo de las enfermedades relacionadas con la arteria coronaria2. También reduce el riesgo de padecer diabetes ya que mantiene el azúcar de la sangre a un cierto nivel e incrementa la cantidad de colesterol “bueno” en el hígado3.

Por otra parte, golpear el suelo con los pies descalzos es un método muy efectivo para descargar la electricidad estática que se ha acumulado en el cuerpo, puesto que conecta el cuerpo eléctricamente a tierra.

Además, como dice la aleya mencionada arriba, bañarse es uno de los métodos más efectivos para descargar la electricidad estática del cuerpo. También alivia la tensión y la ansiedad, y proporciona limpieza física. Por tanto, resulta ser un tratamiento efectivo para el estrés y para muchos desórdenes físicos y sicológicos.

La citada aleya también llama nuestra atención sobre los innumerables beneficios que reporta beber agua. Casi todas las funciones corporales están controladas y fijadas al flujo eficiente de agua a través de nuestro sistema. Las funciones de muchos de los órganos de nuestro cuerpo (por ejemplo, el cerebro, las glándulas sudoríparas, el estómago, los intestinos, los riñones y la piel) dependen en gran medida de un amplio suministro de agua. Asegurarse de que el cuerpo cuenta con agua suficiente no sólo hace que funcione mejor, sino que incluso puede evitarnos muchos problemas de salud. Incrementar nuestra ingesta de agua ha demostrado que ayuda a aliviar la migraña, el dolor de la artritis reumatoide, las alergias, y a reducir el alto nivel de colesterol en la sangre y la hipertensión arterial. Además de estos beneficios, quita la fatiga y el amodorramiento, puesto que beber agua con regularidad ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo.

Si seguimos todas estas recomendaciones, que son de vital importancia para nuestra salud física y mental, obtendremos los mejores resultados.

Caminar

La gente arrogante recurre a unas formas exageradas de andar, hablar, gesticular y vestirse porque piensa que comportándose así logra que los demás les aprecien. Los signos de la arrogancia resultan especialmente evidentes en el modo como caminan.

Las aleyas que guardan relación con el consejo que el profeta Luqmán (sa) da a su hijo transmiten la naturaleza censurable de andar pavoneándose:

"Y no apartes la mejilla de la gente por soberbia, ni camines por la tierra con arrogancia: pues, ciertamente, Dios no ama a quien, por presunción, actúa de forma jactanciosa.(Corán, (Luqmán) 31:18)

En otra aleya, se aconseja a los creyentes que eviten caminar de modo presuntuoso:

Y no camines por la tierra con arrogante presunción: pues, ¡ciertamente, nunca podrás hender la tierra, ni crecer tan alto como las montañas! (Corán, Al-Isra’ (El Viaje Nocturno) 17:37)

Con estas aleyas, Dios nos informa de que no le gustan los arrogantes y nos recuerda que debemos evitar tal comportamiento. Debemos recordar que la arrogancia de Satanás, que quedó patente cuando dijo que era superior a todos los otros seres que Dios había creado, hizo que se le excluyera de la vista de Dios. Resulta poco probable que los creyentes que están al corriente de estas malas cualidades tengan ninguna de ellas.

A nadie le gusta rodearse de gente arrogante porque ¿quién puede disfrutar a su lado? La mayoría de las personas se dan cuenta de que alguien que anda pavoneándose y dice que es superior, en realidad sólo es una persona normal con sus imperfecciones y debilidades. En consecuencia, los arrogantes no podrán nunca lograr su objetivo, es decir, disfrutar de prestigio, y a menudo se les desprecia.

El Corán también nos pone sobre aviso ante el hecho de que los creyentes debemos adoptar una manera de andar que no sea ostentosa ni exagerada, como en: "Así pues, camina con modestia”(Corán, (Luqmán) 31:19). De acuerdo con el mandato de Dios, una persona modesta anda de forma moderada y así gana la estima de Dios y de los demás creyentes.

El Tono De Voz


El tono de nuestra voz forma parte esencial de una actitud positiva y digna de confianza, puesto que la manera en que se utiliza refleja nuestros valores. Incluso una voz agradable puede resultar irritante si el modo en que esa persona habla es inapropiado. Dios aconseja lo siguiente a Sus seguidores a través de las palabras del profeta Luqmán (sa):

“… y baja la voz: pues, ciertamente, la voz más desagradable es la voz [estridente] del asno...." (Corán, (Luqmán) 31:19)

Tal y como se asegura en esta aleya, quien habla fuerte o ahoga la voz de otros no les crea una impresión favorable. Además, en la mayoría de los casos resulta algo tan insoportable como escuchar el rebuzno de un asno.

En otras palabras, el modo en que hablamos es muy importante. Alguien con malos modales puede sonar repulsivo, aunque el tono de su voz, en circunstancias normales, pueda sonar agradable al oído. Lo contrario también es cierto, puesto que alguien con un tono de voz desagradable puede hacer que suene mejor si adopta los valores que se elogian en el Corán. Por otra parte, una voz agradable se puede percibir como ofensiva e intolerable si la persona en cuestión es arrogante e irascible. Puesto que dicha persona tiende a quejarse y discutir, su voz refleja esa actitud negativa.

Así como ocurre con la voz, quienes poseen una excelencia moral muestran una actitud noble, amable, humilde, pacífica, tranquilizadora y constructiva. Gracias a su forma de ver la vida, son vitales, activos, vivarachos y alegres. Esta actitud ideal, que surge si se vive según los principios morales que se explican en el Corán, se manifiesta en nuestra voz.

La Amabilidad


El Corán nos informa de que los creyentes son gente extremadamente amable. Sin embargo, el concepto coránico de la amabilidad difiere bastante del que, por lo general, encontramos en la sociedad. La gente hereda su sentido de la cortesía de sus familias o se impregna de él por medio de la sociedad que le rodea. Pero éste cambia de un estrato a otro. Sin embargo, el tipo de amabilidad que se basa en los valores del Corán sobrepasa a cualquier otro, puesto que no cambia dependiendo de las circunstancias o de las personas. Quienes adoptan la excelencia moral que se describe en el Corán contemplan a cada ser humano como un siervo de Dios y por tanto tratan a los demás con gran amabilidad, aunque sus conductas no sean perfectas. Las personas de las que hablamos evitan comportarse de modo grosero o descortés, seguros como están de que siendo amables logran que Dios les quiera, lo cual también se afirma en un hadiz: "Dios es amable y ama todo los relacionado con la amabilidad.” (Al–Bukhari y Muslim)

Como indica la siguiente aleya, Dios anima a las personas a que sean buenos y amables con los demás:

Y, he ahí, que aceptamos este solemne compromiso de [vosotros,] los hijos de Israel:] "No adoraréis sino a Dios; haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera; seréis constantes en la oración; y gastaréis en limosnas." Y sin embargo, a excepción de unos pocos, os apartasteis: pues sois gente obstinada. (Corán, Al-Baqara (La Vaca) 2:83)

El Corán exige una amabilidad incuestionable. En otras palabras, los creyentes no pueden desviarse de seguir una buena conducta incluso si las condiciones que les rodean les parecen difíciles e inapropiadas. La debilidad física, el agotamiento o las dificultades no les impedirán ser amables. Ya sean ricos o pobres, o disfruten de una posición de prestigio o hayan sido hechos prisioneros, los creyentes tratan a todo el mundo con amabilidad, porque son conscientes de que nuestro Profeta (saw) enfatiza la necesidad de que sean así, por ejemplo, en el siguiente hadiz: “Siempre que se le añade amabilidad a algo, lo adorna; cuando algo se hace sin amabilidad, está defectuoso.” (Muslim) Esta noble moral se recomienda en la aleya siguiente:

“… haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera…”
(Corán, Al-Baqara (La Vaca) 2:83)

Los creyentes también deben tener mucho cuidado de cómo tratan a sus padres. En el Corán, Dios nos ordena que seamos amables con ellos:

“Pues tu Sustentador ha ordenado que no adoréis a nada excepto a Él.Y haced el bien a [vuestros] padres. Si a uno de ellos, o a ambos, les llega la vejez estando contigo, jamás les digas "¡Uf!"] ni les riñas, sino háblales [siempre] con respeto. (Corán, Al-Isra’ (El Viaje Nocturno) 17:23)

Un ejemplo que se da en la Sura Iusuf (José) enfatiza la importancia de respetar a nuestros padres. El profeta José (sa) estuvo separado de su familia durante largo tiempo porque sus hermanos lo arrojaron a un pozo. Al cabo de un tiempo, le encontraron unos mercaderes que le llevaron a Egipto y lo vendieron como esclavo. Luego, fue acusado de algo que no hizo y pasó muchos años en prisión, siendo liberado después y, con la ayuda de Dios, ocupó un lugar de autoridad en la tesorería nacional de Egipto. A pesar de todo esto, llevó a su familia a Egipto y les saludó así:

(99) Y cuando [llegaron todos a Egipto y] se presentaron ante José, éste acogió a sus padres, y dijo: "¡Entrad en Egipto! ¡Si Dios quiere, estaréis seguros [de todo mal]!" (100) E hizo subir a sus padres al lugar de mayor honor … (Corán, Iusuf (José) 12:99-100)

Observamos que el profeta José (sa), a pesar de su eminente posición, se comportó de modo excepcionalmente modesto hacia sus padres. Hizo subir a sus padres al lugar de mayor honor” indicando el respeto y el amor que sentía hacia ellos, y también dio muestra de sus buenos principios morales.

La hospitalidad

Para los creyentes que siguen la moral del Corán, respetar a los invitados es una manera de obedecer uno de los mandatos de Dios, así como una oportunidad de demostrar su elevada moralidad. Por tanto, los creyentes reciben cordialmente a sus invitados.

En sociedades ignorantes, la gente normalmente considera que los invitados son una molestia en ambos sentidos, el material y el espiritual, puesto que no los ven como una oportunidad de ganarse el favor de Dios y de demostrar una excelencia moral. En vez de esto, consideran que tratar a sus invitados con cordialidad es una obligación social. Solamente están deseosos de mostrar su hospitalidad por la esperanza que tienen de lograr algún beneficio.

El Corán llama nuestra atención en particular sobre la excelencia moral que se les debe mostrar a los invitados. Ante todo, los creyentes muestran respeto, amor tranquilidad y cordialidad a cada uno de sus invitados. Una bienvenida basada únicamente en los alimentos que se ofrecen, sin mostrar nada de cariño, respeto o tranquilidad no sería agradable. En la aleya siguiente, Dios dice que favorece la belleza espiritual por encima de cualquier otra cosa.

Si os saludan con un saludo [de paz], corresponded con un saludo aún mejor, o [al menos] con otro igual. Ciertamente, Dios lleva cuenta en verdad de todas las cosas. (Corán, An-Nisa’ (Las Mujeres) 4:86)

Como vemos, la moral coránica anima a que los creyentes compitan unos con otros en hacer el bien. Incluso algo tan común como saludarse es un ejemplo de esta actitud.

El Corán también nos insta a hacer que nuestros invitados se sientan cómodos adelantándonos a ofrecerles cualquier cosa que puedan necesitar antes de que nos la pidan. El modo en que el profeta Abraham (sa) trató a sus invitados es un buen ejemplo y nos muestra un aspecto importante de la hospitalidad.

(24) ¿Ha llegado a tu conocimiento la historia de los honorables huéspedes de Abraham? (25) Cuando le visitaron esos [emisarios celestiales] y dijeron: "¡Paz!" Respondió: "¡[Y con vosotros la] paz!" – [y decía para sí:] "Son gente desconocida". (26) Luego se volvió discretamente a su familia y vino con un ternero cebado [asado] (27) que puso delante de ellos, diciendo: "¿No vais a comer?"(Corán, Ad-Dariyat (Los Vientos Que Arrastran) 51:24-27)

Un punto importante mencionado en estas aleyas llama nuestra atención: Es mejor ofrecer algo a nuestro invitado antes de que tenga que pedirlo. Esto es así porque un invitado cortés dudará a la hora de mencionar cualquier necesidad. Por consideración hacia nosotros, dicho invitado incluso tratará de evitar que el anfitrión le ofrezca algo. Si le preguntamos si quiere algo, probablemente nos dirá que no y nos dará las gracias por ofrecérselo. Por este motivo, la moral coránica implica pensar en las posibles necesidades de nuestros invitados con antelación.

Otra conducta favorable que se menciona aquí es ofrecer algo sin demora. Ante todo, dicha conducta revela que el anfitrión está contento y hace que el invitado se sienta a gusto. Como menciona la aleya, ofrecer algo “con rapidez” (sin demora) revela las ganas y la modestia del anfitrión a la hora de servir a su invitado.

Otro buen comportamiento que dejan entrever las mencionadas aleyas es que, aunque es la primera vez que el profeta Abraham (sa) ha visto a sus invitados, intenta servirles de la mejor manera posible y, así, rápidamente trajo un " ternero cebado", una clase de carne conocida por ser la más deliciosa, saludable y nutritiva. De esto podemos deducir que, mientras damos de comer a un invitado, deberíamos intentar preparar y ofrecerle los alimentos de más alta calidad, más frescos y deliciosos.

Aparte de esto, Dios también nos hace notar que la carne es un buen ofrecimiento que podemos servir a nuestros invitados.

NOTES

1.http://www.quakeroatmeal.com/wellness/articles/GP_exercise.cfm

2.Barbara A. Brehm, Your Health and Fitness, Fitness Management Magazine, 1990

3.Kathleen Mullen, Some Benefits of Exercise, Medical Times C.Brown Publishers, 1986