Por su naturaleza, el alma humana se inclina a deleitarse con los objetos que son bellos y estéticos. Sin embargo, este sentido se manifiesta y desarrolla de acuerdo con la fe y la sabiduría de cada uno.
Conscientes de que Dios es el Creador de toda belleza, los creyentes se conmueven cuando la encuentran e intentan apreciar Su poder y arte del mejor modo posible. El deseo que tienen de alcanzar el Paraíso se suma a su capacidad de disfrutar de la belleza. Además, reflexionar sobre la descripción que el Corán hace de los tormentos del infierno y compararlos, les ayuda a apreciar el valor de la estética, lo cual proporciona gozo a su alma.
Las aleyas del Corán que se refieren al Paraíso también sirven de guía a los creyentes, ya que describen la estética y la belleza que Dios ha elegido para ellos. Ésta es la clase de belleza y estética que agrada a Dios. Además, Él ha prometido recompensar a Sus siervos con dicha belleza en el Paraíso. A la luz de estos indicios, los creyentes intentan crearse un ambiente similar en este mundo, y así lograr un estilo de vida caracterizado por la abundancia de la belleza.
Uno de los favores que Dios otorga a los creyentes en este mundo son los adornos. Dios creó el oro y la plata, las perlas, las telas preciosas y otras muchas cosas que se mencionan en el Corán para que la humanidad disfrutase de ellas. Se ensalza la belleza que Dios garantiza a Sus verdaderos siervos en el Paraíso:
Llevarán vestiduras verdes de seda y brocado; y serán adornados con brazaletes de plata. (Corán, Al-Insán (El Hombre)76:21)
En esta aleya, Dios llama nuestra atención sobre el valor de la seda y el brocado. Como se afirma, las joyas de plata son uno de los adornos que Dios ha creado para la humanidad. Por ejemplo, los brazaletes de plata se mencionan en muchas aleyas.
Otra aleya enfatiza la belleza de los brazaletes de oro y de las perlas:
[Por el contrario,] ciertamente, Dios hará entrar a los que llegan a creer y hacen buenas obras en jardines por los que corren arroyos, en los que serán adornados con brazaletes de oro y perlas, y sus vestidos serán de seda:(Corán, Al-Hach (La Peregrinación) 22:23)
Dios ha indicado que las perlas son adornos destacados que se garantizan como recompensa a los creyentes en el Paraíso.
A cambio de toda esta belleza, sólo se nos pide que demos a Dios las gracias que se merece y que vivamos de acuerdo a sus mandatos. Quienes lo hagan, serán recompensados con el Paraíso y recibirán favores y belleza infinitos durante toda la eternidad. De otro modo, harán un uso pasajero de los recursos de que disponen aquí, ninguno de los cuales les ayudará en el Día del Juicio Final, cuando todos tengamos que dar cuenta de nuestras acciones. Al final, esa clase de gente merecerá el infierno, un lugar de eterna y absoluta maldad.
Dios, que ha dotado a la humanidad de la mejor forma, también nos ha inspirado el hecho de disfrutar de las cosas estéticamente bellas. De entre todos los seres creados, únicamente los humanos conocen el concepto de “belleza”. Las personas no sólo disfrutamos con las cosas bellas, sino que también intentamos fabricarlas.
A través de algunos signos que se encuentran en el Corán, Dios alaba la estética, la belleza y la exquisitez, y anima a Sus siervos a que disfruten de ellas. En el Corán, dice:
Di: "¿Quien ha de prohibir la belleza que Dios ha creado para Sus criaturas y las cosas buenas de que os ha proveído?" Di: "Esto es [lícito] en esta vida para todos los que han llegado a creer --y será suyo en exclusiva en el Día de la Resurrección."(Corán, Al-Aaraf (La Facultad del Discernimiento) 7:32)
Como afirma la aleya, todas las cosas bellas y delicadas de este mundo son para los creyentes que las aprecian. En el Más Allá, por otro lado, existen muchas otras cosas sólo destinadas a ellos que son incomparablemente mejores.
Cada cosa bella es una obra de arte que únicamente pertenece a Dios, el Creador de todo. Éste es el porqué toda la belleza impresiona a los creyentes, y porqué todos los creyentes dan gracias a Dios y se acercan aún más a Él con cada favor del que disfrutan. Algunos detalles que se relatan acerca de la vida del profeta Salomón (sa) son un ejemplo de lo dicho. En la aleya siguiente, el profeta Salomón (sa) explica por qué disfruta de riqueza, poder y magnificencia.
Dijo: "¡En verdad, he llegado a amar el gusto por lo bueno porque me hace recordar a mi Sustentador!" … (Corán, (Sad) 38:32)
Como deja claro la aleya, las posesiones, la magnificencia y la riqueza, todo lo cual puede desviar a los incrédulos, para los creyentes son únicamente modos de dar gracias a Dios y de lograr Su contento.
Las obras de arte hechas por el profeta Salomón (sa) muestran su excelente gusto artístico. El templo de Salomón, del cual hoy sólo queda un muro en Jerusalén, era un lugar glorioso que se menciona en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, en el Corán y en muchos documentos históricos y pergaminos. Como narra el Corán, cuando la reina de Saba entró en él, creyó que el suelo era un estanque, porque no se dio cuenta de que estaba pavimentado con cristal. Ésta era una técnica realmente inusual en esa época. Cuando advirtió la magnificencia del palacio, se sometió a la sabiduría, arte y conocimiento del profeta Salomón, y se convirtió a la religión verdadera.
La historia del profeta Salomón (sa) es un llamativo ejemplo para los creyentes, ya que revela las sobresalientes capacidades estéticas y artísticas de los musulmanes. En el pasado reciente, también hemos observado cómo se entendía el arte de manera brillante, principalmente el que se alimenta del Imperio Otomano. El factor más importante que subyace tras el valor del arte otomano es la inspiración que se deriva del Corán, y su subsiguiente aplicación al arte.
El Corán proporciona muchos detalles y ejemplos sobre la decoración, y da muchas pistas sobre ella, que van desde las zonas adecuadas donde construir casas hasta la decoración de interiores.
Las aleyas que describen el Paraíso se refieren a dichos indicios y, además de dar cuenta detallada del ambiente, guían a las personas para que puedan disfrutar de los lugares más agradables en este mundo.
Algunos de los elementos decorativos que se presentan en el Corán son los siguientes:
(4) ¡Considera la perenne casa [de adoración]! (5) ¡Considera la bóveda elevada [del cielo]! (Corán, At-Tur (El Monte Sinaí)52:4-5)
Al ser espaciosos y grandes, los lugares con techos altos proporcionan alivio al alma humana. También son bellos. Por otro lado, los techos bajos provocan desasosiego. El que esta última sea una característica de los tormentos del infierno hace que comprendamos mejor la clase de angustia que sufrirán sus habitantes. Implícito en la llamada de atención que Dios hace sobre los lugares bajos y estrechos del infierno está el hecho de que no debemos preferir ese tipo de lugares en este mundo.
(33)… habríamos dado a esos que [ahora] niegan al Más Misericordioso tejados de plata para sus casas, y escalinatas [de plata] por las que subirían, (Corán, Sujruf (Oro)43:33)
Otros elementos de decoración que menciona el Corán son los techos y las altas escalinatas de plata. Dios otorga a la humanidad todas estas bendiciones, pero también nos recuerda que se trata de meras trampas de la vida de este mundo y que nuestro verdadero hogar está en el Más Allá.
(34) y puertas [de plata] para sus casas, y divanes [de plata] en los que reclinarse, (35) y oro [sin tasa]....(Corán, Sujruf (Oro)43:34-5)
Esta aleya señala la estética y el valor artístico de las puertas como elemento decorativo: " puertas [de plata] para sus casas". Aparte de su uso funcional, las puertas, que pueden ser de plata, oro o madera labrada, o estar adornadas con cristal, se pueden utilizar como elementos decorativos a la entrada de la casa o en su interior. De hecho, el arte otomano hizo un uso extensivo de este estilo y también embelleció puertas de varios tamaños y diseños en palacios, mansiones y casas.
(7) Con Iram, la de las columnas, (8) sin par en el país (Corán, al-Fajr(El alba): 7-8)
Como aprendemos del Corán, Iram, la ciudad del pueblo de ‘Ad, era increíblemente bella gracias a su gloriosa arquitectura, que consistía principalmente en altas columnas. La historia que el Corán nos narra sobre Iram indica la belleza y la imponente apariencia de las altas columnas.
El Corán se refiere con frecuencia a los divanes (o lechos), describiéndolos como regalos que Dios garantiza a aquellos de Sus siervos con los que está complacido:
(13) [y] habrá lechos [de felicidad] elevados, (14) y copas preparadas, (15) y cojines alineados, (16) y alfombras extendidas....(Corán, Al-Gáshiya (El Suceso Sobrecogedor) 88:13-16)
Los divanes, que son cómodos y de apariencia espectacular, son unos asientos ideales para las personas. Además, se pueden embellecer y hacer más espléndidos. Leemos:
(15) Estarán sobre lechos de felicidad incrustados de oro, (16) reclinados sobre ellos, unos enfrente de otros. (Corán, Al-Wáqiaa (Lo Que Ha De Ocurrir)56:34)
La comodidad que proporcionan los divanes se enfatiza especialmente en las siguientes aleyas:
(13) En ese [jardín] estarán reclinados en divanes, y no conocerán allí ni el [ardiente] sol ni el frío severo (Corán, Al-Insán (El Hombre)76:13)
(55) "En verdad, los que están destinados al paraíso serán hoy dichosos con lo que les ocupe: (56) ellos y sus esposas, estarán felices, reclinados en divanes; (Corán, Ia Sin (Oh Tú, Ser Humano)36:55-56)
(50) jardines de felicidad perpetua, cuyas puertas estarán abiertas para ellos, (51) allí estarán reclinados… (Corán, (Sad) 38:50-51)
(20) reclinados sobre lechos [de felicidad] dispuestos en fila!" (Corán, At-Tur (El Monte Sinaí)52:20)
(34) en lechos elevados (Corán, Al-Wáqiaa (Lo Que Ha De Ocurrir)56:34)
Los divanes y lechos elevados, elementos decorativos en el Paraíso, deparan una vista mucho más amplia que los bajos. A la larga, proporcionan alivio:
(54) [En ese paraíso morarán los bienaventurados,] reclinados sobre alfombras forradas de fino brocado; y la fruta de ambos jardines estará al alcance de la mano. (55) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis? (Corán, Ar-Rahmán (El Más Misericordioso) 55:54-55)
Esta aleya resalta la belleza de utilizar brocados de seda de primera calidad en las alfombras y lechos. Esta seda, que es gruesa y elaborada, es un tejido muy preciado y estéticamente agradable. Cuando se embellece con ricos diseños y finos hilos, hace que un diván tenga una apariencia más impresionante.
(76) [En ese paraíso morarán,] reclinados sobre verdes cojines y alfombras de exquisita belleza. (77) ¿Cuál, pues, de los poderes de vuestro Sustentador negaréis?(Corán, Ar-Rahmán (El Más Misericordioso) 55:76-77)
Los cojines son otra de las bellezas que menciona el Corán. Además de los cojines, la aleya también señala la importancia del color verde, del cual la ciencia moderna ha demostrado su poder relajante.
(71) [Y allí] serán servidos en platos y copas de oro; y habrá allí cuanto las almas deseen, y [todo lo que] sea deleite para los ojos. Y allí permaneceréis, [Oh vosotros que creéis:] (72) ¡pues así será el paraíso que habréis de heredar por vuestras acciones pasadas(Corán, Sujruf (Oro)43:71-72)
Dios nos informa de que las copas del Paraíso también tienen un valor artístico y estético. Como mantiene la aleya, estos materiales son bendiciones "y habrá allí cuanto las almas deseen, y [todo lo que] sea deleite para los ojos.”
Aparte de platos y copas de oro, sabemos que tendremos a nuestra disposición en el Paraíso vasijas de plata y copas de cristal. Las aleyas dicen:
(15) Y serán servidos en vasijas de plata y copas [como] de cristal – (16) como cristal, [pero] de plata—cuya medida sólo ellos determinarán. (Corán, Al-Insán (El Hombre)76:15-16)
Quienes viven según los principios del Islam serán recompensados con la vida eterna en el Paraíso y con numerosas bendiciones de las cuales sus almas obtendrán la felicidad. De hecho, los creyentes residirán en mansiones y jardines con una decoración sin precedente, y les servirán bebidas de los manantiales del Paraíso en platos de oro, copas y vasos cristalinos. Como leemos:
(44) [recostados] unos enfrente de otros, sobre lechos de felicidad. (45) Se hará pasar entre ellos una copa [con una bebida] de manantiales puros, (Corán, As-Saffat (Los Alineados en Filas) 37:44-45)
Estos regalos del Paraíso no se pueden comparar a sus copias en este mundo. Sin embargo, Dios dota a Sus siervos de numerosos favores en este mundo que se asemejan a los del Paraíso. A cambio de estas bendiciones, los creyentes deben apreciarlos y disfrutarlos, y sentirse agradecidos a Dios, nuestro Sustentador.