Muchas personas manifiestan que son infelices, aunque cuenten con muchas bendiciones maravillosas y con los medios para disfrutar de ellas, y contemplan la vida como algo repleto de dificultades y preocupaciones. Mas, durante su vida, deben detenerse a preguntarse lo que están haciendo, cuales son sus objetivos y a dónde van. Deben considerar que la vida, entre tantas cosas maravillosas y agradables, no debería ser tan difícil, penosa e infeliz. Deberían buscar el origen de su vacío espiritual y el sinsentido de sus vidas, y comprender que malgastar más tiempo sólo incrementará su infelicidad.
Aunque dedican sus vidas a utilizar lo mejor y más agradablemente posible los recursos de los que disponen, deben darse cuenta de que existe una razón específica por la que no pueden ser felices ni disfrutar de sus bendiciones. Deben contemplar esta situación como parte de la misericordia y compasión de Dios, que está calculada para darles innumerables oportunidades para que se vuelvan a Él y sigan la moral del Corán.
No deberían pensar en estas cosas cuando lo han perdido todo y se acerca la hora de la muerte; antes bien, deberían hacerlo la primera vez que Dios les muestra la verdad y avisa a sus conciencias. Llegados a este punto, si son sinceros, Él les mostrará el verdadero camino y lo que deben hacer. Como Dios es el Que Todo Lo Sabe y está más cerca de ellos que su vena yugular, sabrá lo que desean y buscan, y les mostrará el camino correcto y cómo escapar de sus preocupaciones. Sin embargo, si la gente no cambia, es culpa de ellos, puesto que:
Todo lo bueno que te ocurre viene de Dios; y todo lo malo que te ocurre viene de ti mismo.
(Corán, 4:79)
En otra aleya, dice Dios que si una persona desea cambiar su situación, primero debe hacer un cambio sincero desde el corazón:
Así es, porque Dios nunca modifica las bendiciones con las que ha favorecido a una gente a menos que estos se cambien a sí mismos: y [sabed] que Dios todo lo oye, es omnisciente.
(Corán, 8:53)
En el momento en que alguien decide cambiar y se examina a sí mismo con sinceridad, y luego modifica su modo de pensar, Dios lo sabe y cambia las bendiciones que le envía, puesto que Su perdón y generosidad son infinitos y Su misericordia es inmensa:
Salvo a quienes se arrepientan, se enmienden y den a conocer la verdad: de esos aceptaré su arrepentimiento --pues, sólo Yo soy el Aceptador de Arrepentimiento, el Dispensador de Gracia.
(Corán, 2:160)
Cuando la gente sigue la moral del Corán, a pesar de lo que hayan hecho en el pasado, Dios les perdonará, cambiará lo malo que han hecho por bueno y, a cambio de su buena moral, creará para ellos en este mundo la bondad y belleza que tendrá su continuación en el Paraíso:
en verdad: todo aquel que someta su ser por entero a Dios, y además obre rectamente, tendrá su recompensa junto a su Sustentador; esos nada tienen que temer y no se lamentarán.
(Corán, 2:112)
por ello, Dios les concedió la recompensa de esta vida y también la hermosa recompensa de la Otra Vida: pues Dios ama a quienes hacen el bien!.
(Corán, 3:148)
Quien se presente [ante Dios] con una buena acción recibirá una recompensa diez veces mayor;
(Corán, 6:160)
… ¡ciertamente, la gracia de Dios está siempre cerca de quienes hacen el bien!
(Corán, 7:56)
Y sé constante en la oración al comienzo y al final del día, y también durante la primera parte de la noche: pues, en verdad, las buenas acciones borran las malas: esto es un recordatorio para todos los que recuerdan [a Dios].
(Corán, 11:114)
Excepto aquellos que se arrepientan, lleguen a creer y hagan buenas obras: pues a esos Dios les transformará sus malas obras [previas] en buenas --ya que Dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia,
(Corán, 25:70)
Quien se presente [ante Él] con una buena acción obtendrá en recompensa algo [mucho] mejor; y esos estarán a salvo del terror de ese Día.
(Corán, 27:89)
… ¡El supremo bien aguarda a los que perseveran en hacer el bien en esta vida. Y [recordad:] ancha es la tierra de Dios, [y,] ciertamente, a los que son pacientes en la adversidad les será dada su recompensa completa, sin medida!’"
(Corán, 39:10)
ese [favor] del que Dios da buenas nuevas a aquellos siervos Suyos que llegan a creer y hacen buenas obras.
Di [Oh Profeta]: "No os pido recompensa alguna a cambio de este [mensaje], sólo que améis a vuestro prójimo."
Pues, si alguien adquiere [el mérito de] una buena acción, le concederemos en virtud de ella un incremento en bien: y, ciertamente, Dios es indulgente, sumamente agradecido.
(Corán, 42:23)
… pues así recompensamos a los que hacen el bien.
(Corán, 12:22)
Dios revela el verdadero camino a quienes de verdad lo buscan y les ayuda en dicha búsqueda. Él ahuyentará el miedo, la oscuridad, la tristeza y las preocupaciones que solían imperar en sus vidas y los tornará satisfacción y seguridad.Quienes se percaten de esta verdad, se sometan a Dios y se “aferren, todos juntos, al pacto con Dios y no os separéis” (Corán, 3:103) sabrán que “se ha asido en verdad del soporte más firme: y a Dios se remite el desenlace de todos los asuntos” (Corán, 31:22), y que no sufrirá ninguna desgracia que Dios no quiera que sufra, y que vivirá lo mejor posible en este mundo y en el Paraíso, sintiendo un sumo gozo por todas las bendiciones que Dios le ha dado:
Y [sabe que] si Dios te aflige con una desgracia, nadie sino Él podrá librarte de ella; y si desea un bien para ti, nadie podrá apartar Su favor: Él lo hace llegar a quien quiere de Sus siervos. Y sólo Él es realmente indulgente y dispensador de gracia.
(Corán, 10:107)
Y a todo aquel --sea hombre o mujer-- que haga buenas obras, y además sea creyente --le haremos vivir una buena vida; y, ciertamente, concederemos a esos su recompensa con arreglo a lo mejor de sus acciones.
(Corán, 16:97)