Conclusión

Dondequiera que te encuentres en este momento, detente un momento y mira a tu alrededor. Intenta captar realmente toda la belleza que te rodea sin que nada se te escape. Piensa en las bendiciones y las posibilidades que tienes, y luego piensa en los que están peor que tú. Pronto te darás cuenta de que puedes ver más cosas bellas y contemplarás los detalles, y que puedes disfrutar de lo que te rodea más de lo que habías imaginado. Es una bendición respirar sin dificultad, disfrutar del sabor de tu comida favorita y desperezarte y dormir confortablemente cuando estás cansado. Es maravilloso tener la libertad de disfrutar de tantas bendiciones en todo momento sin ni siquiera tener que pensar en ellas. No todo el mundo cuenta con las mismas bendiciones, pero a aquellos que carecen de algunas (por ejemplo, la salud) Dios, en Su infinita misericordia, les concede otras.

Quienes están felices al darse cuenta de esto por primera vez y disfrutar de un profundo gozo espiritual deben saber que esta vida está repleta de cosas mucho más maravillosas. Quizás nunca han tenido en cuenta estas bendiciones por el pesimismo que se deriva de la falta de fe. Quizás nunca se han percatado de lo importante que son dichas bendiciones. Puede que no vean que Dios lo ha creado todo para el disfrute, confort y felicidad de la humanidad; puede que no comprendan que deben estarle agradecidos. Incluso aunque hayan sido descuidados, se borrará su pasado si acogen esta verdad con sinceridad y se someten a Dios. Él los creó, los protege y les sustenta; derrama Su amor, compasión y misericordia sobre ellos, y les dota de innumerables bendiciones. A cambio, deben vivir de modo que agrade a Dios.

Deben saber que sus vidas cambiarán después de haber tomado tal decisión. Con toda seguridad, contemplarán cómo sus vidas nunca han sido tan buenas. Muchos problemas solían hacer de ellas un infierno, pero ahora empezarán a vivir su vida en la tierra como lo harán en el Paraíso. Cada bendición adquirirá un nuevo significado, y al final se darán cuenta de cuantas cosas bellas que les rodean les proporcionan gozo, placer y felicidad. Por primera vez, disfrutarán de verdad del hecho de amar y ser amados; experimentarán el goce que la amistad, la fidelidad y la moral correcta conllevan. Y, lo más importante de todo, sentirán la profunda emoción de tener a Dios como amigo y la esperanza de conseguir Su amor, proximidad y aprobación.

Esta buena vida en la tierra es la promesa que Dios hace a los creyentes, y Dios nunca rompe Sus promesas: [Esta es la] promesa de Dios. Dios jamás falta a Su promesa --pero la mayoría de la gente no [lo] sabe: (Corán, 30:6)

Anuncia las buenas nuevas de la belleza infinita de la vida en el Paraíso a quienes se han refugiado en Él y han sobrellevado sus pruebas pacientemente. En ambos mundos, Dios nos ofrece la mejor vida, la que complace al alma.

Por este motivo, todos deberíamos apreciar esta realidad y ser conscientes de cómo alcanzarla. ¿Qué es preferible? ¿Unas cuantas décadas de infelicidad, tristeza e inquietud durante las cuales se malgastan todos los placeres, seguida de una vida de agonía en el Infierno; o una vida de amistad, cercanía y proximidad con Dios, en la que ganarse Su aprobación, una vida llena de satisfacción y seguridad en la que cada momento es placentero, seguida de la vida eterna en el Paraíso, cuyos placeres nunca acaban?

Sin duda, el único camino para quienes utilizan sus mentes y sus conciencias es el camino de la sumisión a Dios y seguir la moral del Corán. Esperamos que este libro haga que la gente tome conciencia de esta realidad y logren la misericordia de Dios.

¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! Someteos por entero a Dios, y no sigáis los pasos de Satán: pues, ciertamente, él es enemigo declarado vuestro(Corán, 2:208)