Tiempo Y Lugar De La Oración

Quien reza como se describe en el Corán, ora reconociendo su estatus como siervo de Allah. Siente profundamente su sumisión ante Su poder y tiene la certeza de que Allah le ve y oye.

Según el Corán, la oración no puede limitarse a un momento y lugar en particular. Puesto que los deseos y necesidades de las personas nunca disminuyen, nuestras oraciones nunca tienen fin. Es decir, la oración no tiene limitaciones de tiempo.

Sin embargo, el Corán menciona cuáles son los mejores momentos para orar, como por ejemplo la noche y las oraciones de la mañana, cuando uno se aleja de las tareas diarias con el fin de concentrarse en la oración. Una aleya subraya la importancia de la oración del alba: ". ... y los que imploran el perdón de Dios antes del amanecer" (Sura 3: Al Imran (La Casa de Imrán), aleya 17)

Otras aleyas ponen de relieve cómo rezar por la noche ofrece el mejor momento para la reflexión, la lectura del Corán y la oración:

(6) [y,] en verdad, las horas de la noche dejan mayor impronta en la mente y hablan con voz más clara, (7) mientras que de día tus ocupaciones son muchas. (8) Pero [tanto de noche como de día,] recuerda el nombre de tu Sustentador, y conságrate a Él con total devoción.(Sura 73: Al-Mussammil (El Arropado), aleyas 6-8)

Aunque no hay limitaciones de tiempo para la oración, existen razones por las que el Corán llama la atención sobre el alba y las oraciones nocturnas. Un creyente que comienza un nuevo día con una oración sincera, y por lo tanto, establece un estrecho vínculo con Allah, recuerda el objetivo principal de lograr Su aprobación o de respetar los límites que Él impone. Alguien que comienza el día orando se comporta con la conciencia de que Allah lo ve en cada momento.

La oración de la noche mencionada en el Corán es una oportunidad para que alguien que se ha implicado en las tareas mundanas de la vida diaria reconsidere y reoriente sus acciones y actitudes; reflexionar al final del día proporciona una retrospectiva que permite a una persona ver conscientemente la sabiduría divina en los acontecimientos aparentemente negativos que sucedieron y que, en aquel momento, parecieron cosa del azar.

Dedicar algún tiempo a la oración por la noche ayuda a la gente reflexionar sobre los actos ilícitos cometidos durante ese día, a buscar el arrepentimiento y el perdón de los mismos, y limpiar su mente de las posibles emociones negativas que podrían estar nublándola.

Por otro lado, no se necesita un lugar especial para rezar. Se puede orar en el centro comercial, en la calle, en el coche, en la escuela o en el trabajo, es decir, en cualquier lugar. Lo que importa es recordar que, dondequiera que una persona esté, Allah está más cerca de ellos que su propia vena yugular. En el Corán, Allah afirma que los profetas se dirigieron a Él en cualquier momento y en cualquier lugar. Una aleya dice:

(24) Abrevó (Moisés), entonces, por ellas [su rebaño]; y luego se retiró a la sombra y oró: "¡Oh Sustentador mío! ¡En verdad, estoy necesitado de cualquier bien que hagas descender para mí!" (Sura 28: Al-Qasas (La Historia), aleya 24)