Preocuparse Por Si No Se Responde A Lo Que Se Pide En La Oración

Como resultado de las inculcaciones a las que estamos sometidos a lo largo de nuestra vida, hemos llegado a ignorar los increíbles milagros que tienen lugar en su devenir. Con el tiempo, muchas personas llegan a creer que los acontecimientos en la tierra se producen por casualidad o al azar. En la actualidad, la mayoría de estas personas no niegan la existencia de Allah o, por lo menos, no reniegan de ella abiertamente. Sin embargo, asumen que el universo funciona de manera independiente de Allah, que Allah no interviene en el curso de los asuntos mundanos, o que interviene de vez en cuando a través de "milagros". Estas personas, que no consideran a Allah como se debe, tampoco comprenden que da respuesta a las oraciones. Incluso si rezan, abrigan dudas de que Allah les vaya a contestar.

Sin embargo, un creyente sabe seguro que Allah le escucha cuando reza y le responde de una manera u otra, porque es consciente de que los acontecimientos no tienen lugar por casualidad, sino en cumplimiento de un destino predeterminado por Él. Por esta razón, no se preocupa de que su oración pueda quedar sin respuesta. Allah responde a las oraciones sinceras. Como Él afirma:

(186) Y si Mis siervos te preguntan acerca de Mí --ciertamente, Yo estoy cerca; respondo a la invocación de quien Me invoca, cuando Me invoca: que Me escuchen y crean en Mí, para que puedan seguir el camino recto. (Sura 2: Al-Baqara (La Vaca), aleya 186)

Otras aleyas dicen: "... (62) ¿O quién, si no, es el que responde al afligido cuando Le invoca…?" (Sura 27: An-Naml (Las Hormigas), aleya 62). Esta aleya refuerza el hecho de que Allah responde a todas las oraciones sinceras.

Por consiguiente, se debe suplicar con la firme certeza de que Allah nos ayuda. Lo contrario, es decir, tener dudas acerca de si Allah responderá a nuestras plegarias, es desde el principio una actitud contraria a la lógica del Corán. El siguiente hadiz de nuestro Profeta (saaw) "se debe rogar a nuestro Señor con voluntad y entrega total, porque no hay nada que Dios no pueda conceder". (Muslim) también apunta a este hecho.

Por esta razón, los dos atributos básicos de alguien que reza son la sinceridad y la confianza en Allah. Allah quiere que Sus siervos estén cerca de Él; Él responde a las llamadas que Sus siervos hacen con sinceridad de corazón. Para Allah, que creó a la humanidad a partir de una sola gota de agua, y el universo de la nada, es muy fácil responder a la oración. Sólo hay que recurrir a Él con una fe inquebrantable y paciencia.

El error más grande que las personas hacen en lo que se refiere a las oraciones es dejar de rezar por temor a que no se les responda. Esto es, en muchos sentidos, una actitud errónea e incluso de ignorantes. En primer lugar, debemos dejar claro que la respuesta de una oración no es necesariamente la "respuesta exacta" que uno espera. Como se mencionó anteriormente, uno puede pedir algo que le sea perjudicial. La siguiente aleya aclara este punto:

"(11) No obstante, el hombre [a menudo] ruega por cosas que son malas como si rogara por un bien: pues el hombre es dado a precipitarse [en sus juicios]. " (Sura 17: Al-Isra’ (El Viaje Nocturno), aleya 11)

La razón por la que una persona puede que no reciba una respuesta inmediatamente después de sus oraciones o de que reciba una respuesta en una forma diferente a la esperada, es una prueba de Allah. Allah puede muy bien otorgar Sus bendiciones al final de un período determinado con un propósito particular: para poner a prueba la paciencia de sus siervos, por ejemplo, o para hacerlos alcanzar una fe más perfeccionada.