La muerte te puede llegar en cualquier momento. Quién sabe, quizá en este preciso instante. O puede que mucho antes de lo que esperas.
Estas líneas pueden ser la última oportunidad, el último recordatorio, el último aviso antes de que te alcance. Conforme las lees, no puedes saber si aún estarás vivo dentro de una hora. Incluso si lo estuvieses, nada te puede garantizar otra hora de vida. No se puede asegurar que vivirás una hora más, incluso un solo momento. No existen garantías de que terminarás de leer este libro. Lo más probable es que te llegue la muerte cuando, sólo un instante antes, no habías pensado en ella.
Es seguro que morirás, como lo harán todos tus seres queridos. Morirán antes o después que tú. De aquí a cien años, no habrá nadie que conozcas en este mundo.