La Realidad De La Materia

La noción de "la verdadera naturaleza de la materia" puede hacer cambiar fácilmente nuestra forma de ver las cosas, de hecho, puede cambiar toda nuestra vida, una vez que se conoce el fondo de la cuestión. Este tema está directamente relacionado con el significado de nuestra vida, nuestras expectativas de futuro, ideales, pasiones, deseos, planes, los conceptos que estimamos y los bienes materiales que poseemos.

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El tema de este capítulo, "la naturaleza de la materia", no es algo que haya surgido hoy por primera vez. A través de la historia de la humanidad, muchos pensadores y científicos han discutido sobre este concepto. Desde el principio, la gente se ha dividido en dos grupos: uno, conocido como los materialistas, basaron sus filosofías y sus vidas en la suposición de la existencia absoluta de la materia y vivieron engañándose a sí mismos; otro grupo actuó con sinceridad y, sin temor a un pensamiento más profundo, condujeron sus vidas aferrándose a la esencia de las "cosas" a las que estaban expuestos y al profundo significado que yacía tras ellas. Sin embargo, los avances científicos y tecnológicos de nuestra época han acabado finalmente con esta controversia al probar indiscutiblemente el hecho evidente de que nunca podemos encontrarnos directamente con la esencia de la materia.

La importancia del tema proviene del impacto que éste tiene sobre la vida de las personas. Cada uno de nosotros cuenta con un período limitado de vida, y Dios nos pone a prueba durante el mismo. Con posterioridad, cada individuo será recompensado estrictamente según el camino que eligió seguir, la conducta y el carácter de que hizo gala en este mundo, y su vida eterna será conforme a lo que haya merecido. Esto significa que, en nuestra vida eterna, se nos compensará según la vida que hayamos elegido en este mundo, y no volveremos a tener la oportunidad enmendar nuestros errores.

Desde este punto de vista, resulta fácil comprender el valor que tienen nuestras vidas en la Tierra. De aquí la importancia del tema que tratamos de resolver en este libro.Puesto que cada uno de nosotros cuenta con un corto período de prueba, y puesto que seremos recompensados o castigados por nuestras acciones en nuestra eterna vida futura, se deduce pues que, sin duda, debemos pasar dicho período de la manera más inteligente posible. Si no lo hacemos así, nuestro arrepentimiento final será inútil.

El propósito de este libro es ayudar a las personas antes de que lleguen a la etapa en la que ya no sea posible arrepentirse, en la que no tengan posibilidad de expiación, en "ese día" en el que se enfrenten a su Creador "solos, tal como os creamos por vez primera". (Corán, 6: 94)

La verdadera naturaleza de la materia se aborda en primer lugar, por tanto, desde una perspectiva científica. Como hemos dicho antes, los temas que tratamos aquí no son en absoluto cuestión de opiniones ni ideas filosóficas, sino hechos probados por diferentes ramas de la ciencia. Sin embargo, no se trata de temas complejos, incomprensibles o difíciles, como normalmente se supone. Alguien que no tema pensar y que reflexione con sinceridad sobre la realidad llegará fácilmente a una conclusión muy importante en lo que se refiere a su propia vida una vez que haya comprendido estos hechos. Lo que leas ahora quizá será la clave de muchas cuestiones que, hasta ahora, eras incapaz de resolver o de comprender del todo; entenderás por fin conceptos tales como el Paraíso, el infierno y el Más Allá, y vivirás sabiendo el significado de la vida.

La Pregunta Sobre La Que Se Ha Debatido Durante Tanto Tiempo: ¿Cuál Es La Verdadera Naturaleza De La Materia?

Quienes contemplan su entorno con sentido común y de modo consciente se dan cuenta de que todo lo que hay en el universo (animado o inanimado) debe haber sido creado. Así que la pregunta se transforma en: "¿Quién es el Creador de todas estas cosas?"

Resulta obvio que la creación, que se revela en cada faceta del universo, no puede ser una consecuencia del mismo universo. Por ejemplo, ningún insecto podría haberse creado a sí mismo, ni el sistema solar se podría haber creado y organizado por sí solo. Ni las plantas, ni los humanos, ni las bacterias, ni los eritrocitos (glóbulos sanguíneos), ni las mariposas se han podido crear a sí mismos. Como este libro explica de principio a fin, la posibilidad de que todo esto se podría haber originado "por casualidad" es inimaginable.

Por tanto, llegamos a la siguiente conclusión: todo lo que vemos ha sido creado, pero ninguna de esas cosas puede ser "creadora". El Creador es diferente y superior a todo lo que vemos, un Poder Superior invisible a nuestros ojos pero cuya existencia y cualidades se revelan en todo lo que Él ha creado.

Éste es el punto en el que se extravían quienes niegan la existencia de Dios. Estas personas se han visto condicionadas a no creer en Su existencia a menos que lo vean con sus ojos, forzadas a encubrir la realidad de la creación que se manifiesta a lo largo y ancho del universo, y obligadas a afirmar que el universo y todos los seres vivos que hay en él no han sido creados. Para sostener su posición, recurren a engaños. La teoría de la evolución es un ejemplo clave de sus mentiras y vanos esfuerzos con tal fin.

El error más común de quienes niegan a Dios lo sufren también muchas personas que realmente no niegan Su existencia, pero tienen una percepción equivocada de Él. Estas personas, que constituyen la mayoría de la sociedad en algunos países, no rechazan abiertamente la creación, pero tienen creencias supersticiosas sobre Dios, y la mayor parte de ellos cree que sólo se encuentra "arriba en el cielo". Imaginan tácita y equivocadamente que Dios está tras un planeta muy distante y que interfiere en sus "asuntos cotidianos" de vez en cuando, o no interfiere en absoluto. Se imaginan que Dios creó el universo y luego lo abandonó a su suerte, dejando que las personas decidan, ellas mismas, su destino. (Por supuesto Dios está más allá de esa suposición).

Todavía hay otros que han oído que, como se afirma en el Corán, Dios está "en todas partes", pero no llegan a entender con exactitud lo que esto significa. Supersticiosamente, creen que Dios envuelve toda la materia (como las ondas de radio o un gas invisible e intangible) ( Dios está más allá de esa suposición).

Sin embargo, ésta y otras creencias que no pueden clarificar "dónde" se encuentra Dios (y, puede que como consecuencia de lo dicho, niegan insensatamente Su existencia palpable) se basan en un error común. Tienen un prejuicio infundado que les llevan a sostener opiniones equivocadas respecto a Dios.

¿En qué consiste ese prejuicio? Trata de la existencia y la naturaleza de la materia. Algunas personas se encuentran tan condicionadas por sus suposiciones sobre la verdadera naturaleza de la materia que puede que nunca hayan pensado en ello a fondo. Sin embargo, la ciencia moderna echa por tierra este prejuicio sobre la naturaleza de la materia y deja al descubierto una verdad muy importante y reveladora. En las páginas que siguen, clarificaremos esta gran realidad señalada por el Corán.

El Mundo De Los İmpulsos Nerviosos

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Stimulations coming from an object are converted into electrical signals and cause effects in the brain. When we "see", we in fact view the effects of these electrical signals on the mind.

Toda la información de la que disponemos sobre el mundo en el que vivimos nos es transmitida por nuestros cinco sentidos. Así, el mundo que conocemos consiste en lo que ven nuestros ojos, tocan nuestras manos, huele nuestra nariz, saborea nuestra lengua, y oyen nuestros oídos. Hay mucha gente que nunca piensa que el mundo exterior puede ser algo distinto a lo que nuestros sentidos nos transmiten, puesto que hemos dependido de ellos desde el día en que nacimos.

No obstante, investigaciones recientes en diversos campos de la ciencia apuntan hacia un hecho muy diferente y crean serias dudas acerca del mundo "exterior" que percibimos a través de nuestros sentidos.

Según este nuevo parecer, el punto de partida es que todo lo que percibimos como externo es sólo una reacción que se forma a través de impulsos nerviosos que llegan a nuestro cerebro. La información que tenemos sobre lo roja que es una manzana, la dureza de la madera (incluso sobre nuestro padre, madre, familia y todo lo que poseemos, nuestra casa, nuestro trabajo e incluso las páginas de este libro) consiste únicamente en impulsos nerviosos. En otras palabras, nunca llegaremos a saber el verdadero color que tiene la manzana en el mundo exterior, ni la verdadera estructura de la madera, ni la apariencia real de nuestros padres o de las personas que queremos. Todo esto existe en el mundo exterior como creaciones de Dios pero, mientras vivamos, sólo podemos tener una experiencia directa de las copias que se crean en nuestros cerebros.

Con el fin de clarificar este punto, consideremos los cinco sentidos que nos proporcionan toda la información sobre el mundo exterior.

¿Cómo Vemos, Oímos Y Degustamos?

El acto de ver se lleva a cabo de una manera progresiva. La luz (fotones) viaja del objeto al ojo y pasa por el cristalino situado en la parte anterior del ojo, donde la imagen se refracta y se invierte en la retina ubicada en la parte posterior del mismo. Aquí, los estímulos visuales se convierten en impulsos nerviosos, transmitidos a su vez por las neuronas hasta un minúsculo punto situado en la parte posterior de nuestro cerebro conocido como el centro de la visión. Tras una serie de procesos, estos impulsos nerviosos de este centro de la visión se perciben como una imagen. La verdadera visión tiene lugar, en realidad, en este minúsculo punto situado en la parte posterior de nuestro cerebro, que es oscuro como boca de lobo y está completamente aislado de la luz.

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All we see in our lives is formed in a part of our brain called the "center of vision" which occupies only a few cubic centimeters. The brain is insulated from light. Inside the skull is absolutely dark; and the brain itself has no contact with light that exists outside.

Reconsideremos este proceso aparentemente común y ordinario. Cuando decimos que "vemos", estamos, de hecho, percibiendo los efectos de estímulos que llegan a nuestros ojos y motivan nuestro cerebro después de haberse transformado en impulsos nerviosos. Es decir, cuando decimos "vemos", en realidad estamos observando el conjunto de impulsos nerviosos que hay en nuestra mente.

Todas las imágenes que vemos a lo largo de nuestra vida se forman en nuestro centro de la visión, que sólo ocupa unos pocos centímetros cúbicos del volumen total del cerebro. El libro que estás leyendo ahora mismo, así como el paisaje sin fin que ves cuando contemplas el horizonte, caben en este minúsculo espacio. Y recuerda que, como hemos apuntado antes, el cerebro se encuentra completamente aislado de la luz. El interior de nuestro cráneo está totalmente oscuro. El cerebro, en sí mismo, no tiene ningún contacto con la luz que hay en el exterior.

Podemos ilustrar esta interesante paradoja con un ejemplo. Supongamos que colocamos delante de nosotros una vela ardiendo. Nos podemos sentar enfrente de ella y contemplarla con detenimiento. Sin embargo, durante ese tiempo, nuestro cerebro no tiene contacto directo con la luz original de la vela. Incluso aunque percibamos la luz de la vela, el interior de nuestro cerebro está completamente a oscuras. Vemos un mundo de luz y color dentro de nuestro oscuro cerebro.

R. L. Gregory nos ofrece la siguiente explicación sobre los asombrosos aspectos de la visión (algo que habíamos dado por supuesto):

Estamos tan familiarizados con el sentido de la vista, que nuestra imaginación debe hacer un esfuerzo para percatarse de que existen problemas que deben resolverse. Pero analicémoslo. Nuestros ojos nos proporcionan minúsculas imágenes distorsionadas y luego invertidas, y aparte vemos objetos sólidos en el espacio que nos rodea. Percibimos el mundo de los objetos a través de los modelos de simulación de la retina, y esto es un milagro.1

Lo mismo se aplica a todos los demás sentidos. Todo lo que oímos, tocamos, degustamos y olemos se transmite al cerebro por medio de impulsos nerviosos que se perciben en la zona correspondiente del cerebro.

El oído funciona de modo similar a la vista. El oído externo recoge sonidos que pasan a través de la oreja y los dirige al oído medio. El oído medio transmite las vibraciones sonoras intensificadas al oído interno. El oído interno traduce las vibraciones en impulsos nerviosos, que envía al cerebro. Al igual que ocurre con el ojo, el acto de oír ocurre en el centro auditivo del cerebro. El cerebro está aislado del sonido al igual que lo está de la luz. Por tanto, no importan los ruidos que haya fuera, el interior del cerebro se encuentra en absoluto silencio.

No obstante, el cerebro percibe los sonidos de la manera más precisa, tanto que el oído sano lo aprecia todo sin ruidos atmosféricos ni interferencias. Nuestro cerebro se encuentra aislado del sonido, pero escuchamos las sinfonías de una orquesta, oímos los ruidos de un auditorio concurrido, y percibimos todos los sonidos en un amplio radio de frecuencia, desde el crujir de las hojas al estruendo de un avión a reacción. Sin embargo, si un dispositivo midiese el nivel de sonido de nuestro cerebro en ese preciso instante, se comprobaría que permanece en completo silencio.

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The scent of a perfume, a flower, any delicious food, the sea, or other odors we like or dislike, we perceive entirely in our brain.

El sentido del olfato trabaja de manera similar. Las moléculas volátiles que emiten el extracto de vainilla o una rosa, por ejemplo, llegan a los receptores que existen en los delicados pelos de la región epitelial de la nariz y se involucran en una interacción que se transmite al cerebro en forma de impulsos nerviosos y se percibe como un olor. Todo lo que olemos, ya sea algo agradable o repugnante, no es sino la percepción que tiene el cerebro de las interacciones de las moléculas volátiles con el tejido epitelial después de haberse transformado en impulsos nerviosos. Percibimos el aroma de un perfume, de una flor, de la comida que nos gusta, del mar, o de otros olores que nos agradan o desagradan a través de nuestro cerebro. Las moléculas en sí no llegan al cerebro. Al igual que ocurre con el oído y la vista, lo que llega a nuestros centros sensoriales es simplemente un conjunto de impulsos nerviosos. En otras palabras, todas las sensaciones que, desde que nacimos, hemos asumido que pertenecían a objetos del mundo exterior son sólo impulsos nerviosos que experimentamos a través de nuestros órganos sensoriales. Nunca podemos disfrutar de una experiencia directa de la verdadera naturaleza de un aroma del mundo exterior.

Análogamente, existen cuatro tipos distintos de receptores químicos en la parte frontal de la lengua que nos permiten percibir cuatro sabores: dulce, salado, ácido y amargo. Nuestros receptores transforman estas percepciones en impulsos nerviosos a través de una cadena de procesos químicos y los transmiten al cerebro, que percibe dichos impulsos como sabores. El sabor que experimentamos cuando comemos un trozo de chocolate o una fruta que nos gusta es la interpretación que el cerebro hace de los impulsos nerviosos. No podemos alcanzar el objeto en el mundo exterior; no podemos ver, ni oler, ni degustar el chocolate en sí. Por ejemplo, si se cortasen los nervios gustativos que van desde la lengua hasta el cerebro, no le llegaría el sabor de las cosas que comemos; perderíamos por completo el sentido del gusto.

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Rays of light coming from an object fall upside-down on the retina as seen in the above picture. Here, the image is converted into electrical signals and transmitted to the center of vision at the back of the brain. The center of vision is a very tiny place. Since the brain is insulated from light, it is impossible for light to reach the center of vision. This means that we view a vast world of light and depth in a tiny spot that is insulated from light. Even at the moment when we feel the light and heat of a fire, the inside of our brain is pitch dark and its temperature never changes.

Llegados a este punto, nos enfrentamos a otro hecho: No podemos estar seguros de que el sabor que experimentamos cuando probamos una comida es el mismo que el que otra persona experimenta cuando prueba la misma comida; o que lo que percibimos cuando escuchamos una voz es lo mismo que lo que otra persona percibe cuando escucha la misma voz.2 El escritor científico Lincoln Barnett escribió al respecto que "nadie puede saber si otra persona percibe el color rojo o escucha la nota Do de igual modo que lo hace él mismo".

El sentido del tacto funciona de manera similar. Cuando tocamos un objeto, toda la información que nos permite reconocerlo se transmite al cerebro a través de los nervios sensoriales de la piel (los receptores del tacto). El sentido del tacto toma forma en nuestro cerebro. Al contrario de lo que muchos creen, el lugar donde percibimos el sentido del tacto no es la yema de los dedos, ni la piel, sino el centro del tacto que se encuentra en nuestro cerebro. Gracias a la interpretación que hace el cerebro de los estímulos nerviosos procedentes de la piel, experimentamos sensaciones diferentes cuando tocamos los objetos, por ejemplo, dureza o suavidad, frío o calor. Deducimos todos los detalles que nos permiten reconocer un objeto a partir de dichos estímulos. Respecto a este importante hecho, consideremos la opinión de dos conocidos filósofos: Bertrand Russell y L. J. J. Wittgenstein:

Por ejemplo, el que un limón exista en realidad o no y cómo llegó a existir no se puede cuestionar ni investigar. Un limón consiste en un sabor que percibe la lengua, un olor que percibe la nariz, y un color y una forma que perciben los ojos; y únicamente se pueden examinar y evaluar estas características. La ciencia no puede conocer el mundo físico. 3

Nos resulta imposible alcanzar el original del mundo físico que se encuentra fuera de nuestro cerebro. Todos los objetos con los que estamos en contacto son en realidad conjuntos de percepciones tales como la vista, el oído y el tacto. A lo largo de nuestra vida el cerebro, que procesa los datos de los centros sensoriales, no se enfrenta a los "originales" de la materia existente fuera de nosotros, sino a las copias que se forman dentro de él. Nunca podremos saber cómo es el original de estas copias.

El "Mundo Exterior" Que Existe Dentro De Nuestro Cerebro

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All we see in our lives is formed in a part of our brain called the "center of vision" which lies at the back of our brain, and occupies only a few cubic centimeters. Both the image of a small room and the boundless landscape you see when you gaze at the horizon fit into this tiny space. Therefore, we see objects not in their actual sizes existing outside, but in the sizes perceived by our brain.

Como resultado de las realidades físicas descritas hasta ahora, podemos sacar la siguiente conclusión incuestionable: Nunca tendremos una experiencia directa de las cosas que vemos, tocamos, oímos, y llamamos "materia", "el mundo" o "el universo". Únicamente conocemos sus copias, que se encuentran en nuestro cerebro, y no podemos alcanzar el original de la materia que se encuentra fuera de él. Solamente saboreamos, oímos y vemos la imagen del mundo exterior que se forma en nuestro cerebro. De hecho, alguien que se está comiendo una manzana no se enfrenta a la fruta real, sino a las percepciones que de ella se crean en el cerebro. Lo que dicha persona considera que es una manzana en realidad es la percepción de la información que por medio de estímulos nerviosos tiene su cerebro con respecto a la forma, sabor, olor y textura. Si de repente se cortase el nervio óptico que conduce al cerebro, la imagen de la fruta desaparecería instantáneamente. Si hubiese una desconexión entre el nervio olfativo que va desde los sensores de la nariz al cerebro, el sentido del olfato desaparecería por completo. Dicho de modo simple, esa manzana no es sino la interpretación que el cerebro hace de los impulsos nerviosos que se le envían.

Consideremos también el sentido de la distancia. La distancia existente entre esta página y tú es sólo la sensación de espacio que se crea en tu cerebro. Los objetos que parecen distantes también se forman en el cerebro. Por ejemplo, alguien que contempla las estrellas por la noche asume que se encuentran a millones de años luz. Sin embargo, las estrellas están en su interior, en el área visual de su corteza cerebral. Mientras lees estas líneas no te encuentras, en realidad, en la habitación que crees que estás; al contrario, la habitación está dentro de ti. El que veas tu cuerpo te hace pensar que estás dentro de él. Pero debes recordar que tampoco has visto nunca tu cuerpo original; siempre has visto la copia que de él se forma en tu cerebro.

Lo mismo se aplica a todas nuestras demás percepciones. Por ejemplo, cuando creemos que escuchamos el sonido de la televisión que hay en la habitación de al lado, lo que en realidad experimentamos es el sonido que hay en nuestro cerebro. Ambos, el sonido que crees que escuchas a varios metros y la conversación de una persona que tienes justo al lado se perciben en el centro auditivo de tu cerebro, que sólo tiene unos pocos centímetros cuadrados. A parte de dentro de este centro de percepción, no existen conceptos tales como derecha, izquierda, delante o detrás. Es decir, el sonido no proviene de la derecha, de la izquierda o de arriba; en realidad, el sonido no proviene de ninguna dirección.

De modo similar, ninguno de los olores que percibimos llega a nosotros desde la distancia. Suponemos que los olores que percibimos en el área olfativa son los verdaderos olores de los objetos del mundo exterior. Pero, así como la imagen de una rosa se encuentra en nuestra área visual, el olor de dicha rosa está en nuestra área olfativa. No podemos tener contacto directo ni con el olor ni con la visión de la rosa que existen en el mundo exterior.

Para nosotros, el "mundo exterior" es simplemente un conjunto de impulsos nerviosos que llegan a nuestro cerebro simultáneamente. Nuestro cerebro procesa estos impulsos y algunas personas viven sin reconocer lo equivocadas que están al asumir que éstos son las versiones originales de las cosas que existen en el "mundo exterior". Están confundidos porque nunca podemos alcanzar la materia en sí por medio de nuestros sentidos.

Nuestro cerebro interpreta y atribuye significados a los impulsos relacionados con el "mundo exterior", del cual las personas imaginan que están en contacto con el original que existe en el exterior. Por ejemplo, consideremos el sentido del oído. En realidad, es nuestro cerebro el que interpreta y transforma en sinfonías las ondas sonoras que llegan a nuestros oídos. Es decir, conocemos la música como la interpreta nuestro cerebro, no la música original que existe en el exterior. Del mismo modo, cuando vemos los colores, lo que llega a nuestros ojos son simplemente impulsos nerviosos de distintas longitudes de onda que nuestro cerebro transforma en colores. Los colores del "mundo exterior" nos son desconocidos. No podemos tener una experiencia directa del verdadero color rojo de una manzana, el verdadero color azul del cielo o el verdadero color verde de los árboles. El mundo exterior depende enteramente del perceptor.

Incluso el más leve defecto de la retina puede causar daltonismo. Algunas personas perciben el azul como si fuese verde, y otras el rojo como si fuese azul, y hay otras que ven todos los colores como diferentes tonos de grises. Llegados a este punto, no tiene importancia si el objeto exterior tiene color o no.

THE WORLD IN DREAMS

dream surfing

For you, reality is all that can be touched with the hand and seen with the eye. In your dreams you can also "touch with your hand and see with your eye", but in reality, then you have neither hand nor eye, nor is there anything that can be touched or seen. In your dreams, there is no material reality that makes these things happen except your brain. You are simply being deceived.

sleeping man What is it that separates real life and dreams from one another? Ultimately, both forms of living are brought into being within the brain. If we are able to live easily in an unreal world during our dreams, a similar state of affairs can equally be true for the world we live in while awake. When we wake up from a dream, there is no logical reason not to think that we have entered a longer dream called "real life". The reason dreams are considered fancies and the world 'real' is only a product of habits and prejudices. This shows that you may well be awoken from the life on earth, which you think you are living right now, just as you are awoken from a dream.

El Mundo De Los Sentidos Puede Darse Sin La Existencia Del Mundo Exterior

Un factor que revela que todo lo que vemos y experimentamos existe en nuestro cerebro y que no podemos conocer la materia original que existe en el exterior es el hecho de que no necesitamos un mundo exterior para que los sentidos surjan en nuestro cerebro. Las evidencias más importantes de esta verdad las tenemos en muchos avances tecnológicos, como los simuladores, y también en los sueños.

La escritora científica Rita Carter afirma en su libro "Mapping the Mind" ("El nuevo mapa del cerebro") que "no es necesario que los ojos vean" y describe con todo detalle un experimento llevado a cabo por científicos. En el experimento, se colocó a pacientes ciegos un dispositivo que transformaba imágenes de video en impulsos vibratorios. Una cámara montada cerca de los ojos de dichos sujetos propagaba los impulsos hacia atrás de modo que tuvieran un aporte sensorial continuo del mundo visual. Al cabo de un rato, los pacientes empezaron a comportarse como si realmente pudiesen ver. Por ejemplo, había un teleobjetivo en uno de los dispositivos para aproximar la imagen. Cuando se manejaba ese teleobjetivo sin informar al paciente de antemano, éste sentía el impulso de protegerse con los brazos porque la imagen de la parte de atrás del sujeto de repente se expandía como si el mundo surgiera amenazadoramente.4

Como podemos comprobar a través de este experimento, podemos crear sensaciones incluso aunque no las originen sus equivalentes materiales en el mundo exterior. Todos los estímulos se pueden crear artificialmente.

"El Mundo De Los Sentidos" Que Experimentamos En Los Sueños

Una persona puede experimentar todos los sentidos vívidamente sin la presencia del mundo exterior. El ejemplo más obvio son los sueños. Una persona está tendida en la cama con los ojos cerrados, pero, a pesar de ello, siente muchas cosas que experimenta en la vida real, y las experimenta con tal realismo que no se puede distinguir entre el sueño y la experiencia de la vida real. Cualquiera que lea este libro puede dar testimonio de ello a través de su propia experiencia. Por ejemplo, alguien que está tendido una noche solo en su cama rodeado de calma y quietud puede, en sueños, verse en peligro entre una gran multitud. Puede experimentarlo como si fuese algo auténtico, huyendo desesperadamente del peligro y escondiéndose tras un muro. Lo que es más, las imágenes de sus sueños son tan realistas que siente temor y pánico como si de verdad estuviese en peligro. Con cada ruido, tiene el corazón en un puño, tiembla de miedo, y el corazón le late deprisa, suda y evidencia otros efectos físicos que el cuerpo humano sufre en una situación de peligro.

Alguien que se cae de un lugar elevado en su sueño, lo siente con todo su cuerpo, incluso aunque esté echado en cama sin moverse. O puede que alguien se vea a sí mismo resbalándose en un charco, empapándose y sintiendo frío a causa de un viento helado. Sin embargo, no hay ni charco, ni viento. Además, a pesar de estar durmiendo en una habitación muy caliente, uno experimenta la humedad y el frío como si estuviese despierto.

Alguien que cree que se expone a la materia original en su sueño puede estar muy seguro de sí mismo. Puede poner la mano en el hombro de su amigo cuando éste le dice que "no es posible enfrentarse al mundo original", y luego preguntar: "¿No sientes mi mano sobre tu hombro? Si es así, ¿cómo puedes decir que no estás viendo la materia original? ¿Qué te hace pensar así? Vamos a dar un paseo por el Bósforo; podemos charlar sobre esto y me explicas porqué crees eso". El sueño que ve cuando está más profundamente dormido es tan claro que enciende el motor con deleite y acelera despacio y, de repente, pisa a fondo casi haciendo saltar el coche. Mientras avanza, los árboles, la carretera y las rayas de la carretera parecen sólidos debido a la velocidad. Además, respira el aire limpio del Bósforo. Pero supongamos que le despierta el ruido del despertador justo cuando le va a decir a su amigo que está viendo la materia original. ¿No objetaría de la misma manera independientemente de si estuviese dormido o despierto?

Cuando las personas se despiertan, saben que lo que han visto hasta el momento es un sueño. Pero, por alguna razón, no sospechan de la naturaleza de la vida (que ellos llaman "real") que comienza con una imagen "despierta". Sin embargo, el modo como percibimos las imágenes en la "vida real" es exactamente igual al modo en que percibimos nuestros sueños. Ambos los vemos en nuestra mente. No comprendemos que son imágenes hasta que despertamos. Sólo entonces decimos "lo que acabamos de ver era un sueño". Entonces, ¿cómo podemos probar que lo que vemos en cualquier momento no es un sueño? Podríamos asumir que el momento que estamos viviendo es real sólo porque aún no nos hemos despertado. Es posible que descubramos este hecho cuando nos despertemos de este "sueño despierto" que es más largo que nuestros sueños de cada día. No tenemos la evidencia que demuestre lo contrario.

Muchos estudiosos islámicos han proclamado que la vida que nos rodea es sólo un sueño, y que únicamente cuando despertemos de este sueño con "un gran despertar", seremos capaces de comprender que vivimos en un mundo irreal. Un gran sabio islámico, Muhyiddin Ibn al-'Arabi, conocido como Sheikh Akbar (el Sheik más grande) debido a su gran conocimiento, compara el mundo con nuestros sueños citando un dicho del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él):

El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que "las personas están dormidas y se despiertan cuando mueren". Es decir, los objetos que vemos en el mundo cuando estamos vivos son similares a los que vemos cuando estamos dormidos…5

En una aya del Corán se dice que la gente exclama el Día del Juicio Final cuando se les resucita de la muerte:

Dirán: "¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha hecho salir de nuestro lecho?"

[Entonces se les dirá:] "¡Esto es lo que el Más Misericordioso prometió! ¡Y Sus mensajeros dijeron la verdad!" (Corán, 36:52)

Como demuestra esta aleya, la gente se despierta el Día del Juicio Final como si lo hiciese de un sueño. Como alguien que se despierta en mitad de un sueño cuando duerme profundamente, dichas personas también preguntarán quién las ha despertado. Como Dios revela en dicha aya, el mundo que nos rodea es como un sueño y todos despertaremos de este sueño y empezaremos a ver imágenes de la vida después de la muerte, que es la verdadera vida.

THIS WORLD IS A DREAM PLACE. ''PEOPLE ARE ASLEEP, AND WAKE WITH DEATH.''

Adnan Oktar Harun Yahya
PRESENTER: There is a hadith that reads "The worst of you is he who loves the world."

ADNAN OKTAR: No, if they knew what this world was, they would not love it or be so attached to it. They have no ideas what it is. For example, I am picking this cup up; it is perfectly clear. It can be seen 3-dimensionally. It does not seem to be an image. It also appears to be at a distance from me, such is the high quality image that forms. And the sense of touch also arises. That is also in my brain. But it is as if I am touching it at a distance. In other words, since the quality of sensation is 3-D, it really gives me the impression I am touching it at a distance. And it has a taste. Lime. It is sweet, and has a scent. Now let someone who does not believe come here. But these things all form in my brain. Because of this image and the 3-D quality of the senses; all five senses are such high quality. Allah creates sensations to a very high quality. They are flawless, immaculate and very sharp. But they are sharper in the Hereafter, of course....

Adnan Oktar Harun Yahya

CİHAT GÜNDOĞDU: As you have said, the hadiths say "People are asleep, and wake with death." Insha' Allah.

ADNAN OKTAR:"People are asleep, and they wake with death." They wake, and again go to another kind of asleep, of course. This is very clear, it totally clarifies the issue. "People are asleep, and they wake with death." That is the essence of what I am talking about. And our Prophet (may Allah bless him and grant him peace) says it. In the same way is illogical to cry over or be saddened by a dream, so it is illogical to cry over or be saddened by anything in this world. (Mr. Adnan Oktar's live interview on HarunYahya.tv, 4 March 2010)

¿Quién Es El Perceptor?

atom

The brain is a collection of cells made up of protein and fat molecules. It is formed of nerve cells called neurons (above right). It is certainly not neurons that constitute consciousness. When we examine the structure of neurons, we see atoms. (above left) Unquestionably, it is impossible for unconscious atoms to produce consciousness. There is no power in this piece of meat to observe images, to constitute consciousness, or to create the being we call "myself".

No podemos tener una experiencia directa del "mundo exterior" que muchas personas creen habitar. Sin embargo, surge una cuestión de primordial importancia: Si no podemos llegar hasta el original de ningún objeto físico que conozcamos, ¿qué pasa con el cerebro? Puesto que nuestro cerebro forma parte del mundo físico al igual que nuestros brazos, piernas, o cualquier otro objeto, tampoco podemos alcanzar su original.

Cuando analizamos el cerebro, sólo encontramos lípidos y moléculas de proteínas, que también existen en otros órganos del cuerpo. Esto significa que, dentro del tejido que llamamos "cerebro", no hay nada para observar las imágenes, nada que constituya la conciencia o que sirva para crear el ser que llamamos "el yo".

R. L. Gregory alude a un error que comete la gente en relación a cómo el cerebro percibe las imágenes:

Existe la tentación, que debe evitarse, de decir que los ojos producen imágenes en el cerebro. Una imagen en el cerebro sugiere la necesidad de que alguna clase de ojo interno la vea. Pero entonces se necesitaría otro ojo para ver la imagen…etc, en una secuencia interminable de ojos e imágenes. Esto es absurdo. 6

new scientist cover

The following question appears on the cover of the American science magazine New Scientist, which dealt with the fact that we experience the material universe only as it appears in our minds, in its 30 January 1999 issue: "Beyond Reality: Is the Universe Really a Frolic of Primal Information and Matter Just a Mirage?"

Este problema pone en un aprieto a los materialistas (que sostienen que sólo la materia es real): ¿Quién está tras el ojo que ve, percibe y reacciona en consecuencia?

El renombrado especialista en neurología cognoscitiva Karl Pribram también se centró en esta importante cuestión (quién es el perceptor), relevante para los campos de la ciencia y la filosofía:

Desde los griegos, los filósofos han especulado sobre el "fantasma" en la máquina, el "enano dentro del enano", etc. ¿Dónde está el yo (la entidad que usa el cerebro)? ¿Quién es el que en realidad conoce? O, como san Francisco de Asís dijo una vez: "Al que buscamos es a aquél que ve".7

El libro que sostienes entre tus manos, la habitación en la que te encuentras, en resumen, todas las imágenes que tienes ante ti se perciben dentro de tu cerebro. ¿Son los ciegos, sordos e inconscientes átomos los que ven esas imágenes? ¿Por qué unos átomos adquieren esta cualidad y otros no? ¿El hecho de pensar, comprender, recordar, deleitarnos con algo, etc., son las reacciones electroquímicas que tienen lugar entre las moléculas de estos átomos?

No tiene sentido atribuir voluntad a los átomos. Obviamente, el ser que ve, oye, percibe y siente es un ser supramaterial, "vivo", que no es ni materia ni una imagen. Este ser interactúa con las percepciones que tiene delante utilizando la imagen de nuestro cuerpo.

Este ser es el alma.

Es el alma la que ve, oye, siente, percibe e interpreta las copias de la materia externa que se crean en el cerebro.

El ser inteligente que lee estas líneas no es una mezcla de átomos y moléculas y las reacciones químicas que surgen entre ellos, sino un alma.

La Verdadera Existencia Absoluta E Indiscutible

Nos enfrentamos cara a cara con una cuestión muy significativa: puesto que no sabemos nada sobre el original del mundo material y sólo nos relacionamos con las imágenes que son sus copias en el cerebro, entonces, ¿cuál es el origen de estas imágenes?

¿Quién hace que nuestra alma contemple las estrellas, la Tierra, las plantas, la gente, nuestro cuerpo y todo lo demás que vemos?

Resulta evidente que existe un Creador supremo que ha creado todo el universo material, y que continúa Su creación incesantemente. Este Creador hace gala de una grandiosa creación, y sin duda tiene un poder y fuerza sin límites.

Este Creador se ha descrito a Sí mismo, al universo y ha expuesto la razón de nuestra existencia en un Libro que nos ha enviado.

Este Creador es Dios y Su libro es el Corán.

El hecho es que los cielos y la Tierra (es decir, el universo) no son estables. Su presencia únicamente es posible si Dios los crea, y desaparecerán cuando Él acabe esta creación. Esto se revela en la aleya siguiente:

Ciertamente, [sólo] Dios sostiene los cuerpos celestiales y la tierra, para que no se desvíen [de sus órbitas] –pues si se desviaran, no hay nadie que pueda sostenerlos una vez que Él haya dejado de hacerlo.

[Pero,] ¡en verdad, Él es siempre benigno, indulgente!
(Corán, 35:41)

Como mencionamos al principio, algunas personas no comprenden realmente quien es Dios y, como resultado de su terrible ignorancia, se imaginan que es un ser que se encuentra en algún lugar del cielo y que no interviene realmente en los asuntos de este mundo. (Sin duda, Dios está más allá de esa suposición). El principio fundamental de esta corrompida lógica estriba en la errónea creencia de que el universo es meramente un ensamblaje de materia y Dios está "fuera" de este mundo material, en un lugar lejano. (Sin duda, Dios está más allá de esa suposición)

El único ser que la única existencia absoluta e indiscutible, el único ser que realmente existe, es Dios. Esto significa que sólo Dios existe; la materia no es una existencia absoluta. El mundo material externo es una de las obras de la sublime creación de Dios.

Sin duda, Dios está "en todas partes" y todo lo abarca. Esta realidad se explica en el Corán como sigue:

Dios --no hay deidad sino Él, el Viviente, la Fuente Autosubsistente de Todo Ser.

Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quien puede interceder ante Él, si no es con Su venia?

Conoce lo está manifiesto ante los hombres y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen].

Su poder eterno se extiende sobre los cielos y sobre la tierra, y el mantenimiento de estos no le fatiga. Y Él es el altísimo, el grandioso. (Corán, 2:555)

El hecho de que Dios no está limitado por el espacio y que todo lo abarca se afirma en otra aleya:

De Dios son el este y el oeste: y allí donde os volváis hallaréis la faz de Dios. Ciertamente, Dios es infinito, omnisciente. (Corán, 2:115)

La plenitud de la fe consiste en comprender esta verdad, evitando el error de asociar a otros con Dios y admitir que Dios es la única existencia absoluta, el Único Ser Indiscutible. Alguien que sabe que, excepto Dios, todo tiene una existencia imaginaria, dirá con fe cierta (al nivel de certeza verdadera de Haqq-al yakin) que sólo Dios existe y que no hay ninguna otra deidad (o ser poderoso) excepto Él.

Los materialistas no creen en la existencia de Dios porque no lo pueden ver con sus ojos. Pero sus afirmaciones se invalidan por completo cuando conocen la verdadera naturaleza de la materia. Alguien que reconoce esta verdad comprende que su propia existencia es una ilusión, y entiende que un ser que es una ilusión no es capaz de ver a un ser que es absoluto. Como se revela en el Corán, los seres humanos no pueden ver a Dios, pero Dios los ve.

La vista no le alcanza, pero Él sí que alcanza todas las vistas. (Corán, 6:103)

Ciertamente, los seres humanos no podemos ver a Dios con nuestros ojos pero sabemos que Dios abarca por completo nuestro interior, exterior, apariencia y pensamientos. Por este motivo, Dios se revela a Sí mismo en el Corán: … O ¿quien es el que tiene poder sobre [vuestro] oído y vista? (Corán, 10:31). No podemos articular una sola palabra, ni siquiera respirar, sin que Dios lo sepa. Él sabe todo lo que hacemos. Esto se dice en el Corán:

Ciertamente, nada de cuanto hay en la tierra o en el cielo está oculto a Dios. (Corán, 3:5)

Cuando las personas contemplan la copia del mundo que se crea en sus cerebros, imaginando que están tratando con la materia original (es decir, de la manera en que conducen sus vidas) el ser más cercano a nosotros es claramente Dios. En el Corán está secreto de esta realidad: SÍ, EN VERDAD, Nosotros hemos creado al hombre y sabemos lo que su mente le susurra: pues estamos más cerca de él que su vena yugular. (Corán, 50:16). Dios nos abarca por completo y está infinitamente cerca de nosotros.

El hecho de que Dios se halla infinitamente cerca de los seres humanos se pone de manifiesto en esta aleya: Y si Mis siervos te preguntan acerca de Mí --ciertamente, Yo estoy cerca (Corán, 2:186). En otra, se expone la misma realidad: … "Ciertamente, tu Sustentador circunda a toda la humanidad [con Su conocimiento y poder] (Corán, 17:60).

Muchas personas se equivocan al pensar que el ser más cercano a ellos son ellos mismos. Al contrario, Dios se encuentra incluso más cerca de nosotros que nosotros mismos. Dios revela este hecho en estas aleyas: ¿Por qué, pues, cuando llega [el último aliento] a la garganta [de un moribundo],(83) mientras vosotros miráis [impotentes] –(84) y Nosotros estamos más cerca de él que vosotros, pero no [Nos] veis--: (Corán, 56:83-85).(85) Pero, como se expone en estas ayas, al no poderlo ver con sus ojos, mucha gente ignora esta extraordinaria realidad.

Algunas personas no se percatan de este portentoso hecho. Aceptan que Dios los creó, pero piensan que el trabajo que hacen les pertenece. Sin embargo, cada cosa que hace el ser humano la lleva a cabo con el permiso de Dios. Por ejemplo, una persona que escribe un libro lo escribe con el permiso de Dios; cada frase, cada idea, cada párrafo se escribe porque Dios así lo desea. Dios expone este principio tan importante en varias aleyas, una de las cuales es: "…mientras que Dios os ha creado a vosotros y lo que hacéis" (Corán, 37:96). En la aleya: … no fuiste tú quien arrojó [el terror dentro de ellos, Oh Profeta], cuando lo arrojaste, sino que fue Dios quien lo arrojó. (Corán, 8:17). Dios dice que todo lo que hacemos es un acto que le pertenece.

Puede que haya personas que no quieran reconocer esta realidad, pero eso no cambia nada.

Comprender La Realidad De La Materia Hace Que Nos Desprendamos De Nuestras Ambiciones Mundanales

life

If one ponders deeply on all that is said here, one will soon realize this amazing, extraordinary situation by oneself: that we can never have direct contact with the "external world" …

Lo que hemos descrito hasta ahora es una de las realidades más profundas que hayas escuchado en toda tu vida. Hemos mostrado que todo el mundo material es en realidad una sombra, y que ésta es la clave para comprender la existencia de Dios, Su creación y el hecho de que Él es la verdadera existencia absoluta, el Único Ser Indiscutible. Al mismo tiempo, hemos presentado una demostración científica innegable de lo desvalidos que son los seres humanos y una manifestación del maravilloso talento de Dios. Este conocimiento provoca que las personas se reafirmen en su fe, haciendo imposible el que no crean. Ésta es la razón principal de que algunos eviten esta verdad.

Lo que estamos explicando es tan cierto como una ley física o una fórmula química. Cuando es necesario, los seres humanos pueden resolver los problemas matemáticos más difíciles y entender muchos y variados asuntos complejos. Sin embargo, cuando se les informa a esas mismas personas de que durante toda su vida sólo han experimentado las imágenes que se forman en sus mentes, que no tienen relación con la materia original, no sienten ningún deseo de comprenderlo. Éste es un caso "exagerado" de incapacidad para entender, porque lo que aquí se plantea no es más difícil que la respuesta a las preguntas "¿Cuánto son dos por dos?" o "¿Cuántos años tienes?". Si le preguntas a cualquier científico o profesor de neurología dónde ve el mundo, te contestará que en el cerebro. Está escrito en los libros de biología de los institutos. Pero, a pesar de que es algo evidente, la información relativa al hecho de que percibimos el mundo material en nuestros cerebros y las consecuencias que esta información conllevan para los serse humanos se pasan por alto. Resulta de una enorme trascendencia que uno de los más importantes hechos científicos probados se esconda a la gente con tanto cuidado.

La razón fundamental del porqué la gente acepta con facilidad todos los hechos científicos pero le asusta tanto aceptar éste, es que saber la verdad sobre la materia cambiaría básicamente el modo en el que nos enfrentamos a la vida. Quienes creen que la materia y uno mismo son seres absolutos, incuestionables, descubrirán un día que únicamente han tratado con la imagen reflejada en sus mentes de todo por lo que han trabajado y protegido basándose en esa idea (su mujer, hijos, salud, riqueza, e incluso personalidad). Las personas tienen mucho miedo a esta realidad y fingen no entenderla, aunque sí lo hagan. Intentan con determinación refutar los hechos, que son tan simples que hasta un niño de primaria los entiende. El motivo que se oculta tras esta oposición es que tienen miedo de perder lo que este mundo les ofrece.

Para alguien que se aferra a sus posesiones, hijos, o efímeros ofrecimientos de este mundo, la naturaleza ilusoria de la materia le causa un gran temor. En el momento en el que una persona entienda lo dicho, habrá muerto antes de su muerte natural y habrá renunciado a sus posesiones y a su alma. En la aleya:"[pues] si os los exigiera todos, y os apremiara, os aferraríais [a ellos] con avaricia, y entonces [sólo] sacaría a la luz vuestras flaquezas morales. (Corán, 47:37), Dios revela cómo los seres humanos reaccionarán con tacañería cuando les reclame sus posesiones.

Pero cuando una persona comprende la verdadera naturaleza de la materia, entiende que su alma y sus posesiones ya pertenecen a Dios. Si sabe que no tiene nada que dar o que resistirse a dar, se someterá él y todo lo que posee a Dios antes de que muera. Para los verdaderos creyentes, esto es algo hermoso y honorable y un modo de acercarse a Dios. Los que no creen o su fe es débil no pueden reconocer esta belleza y rechazan obstinadamente esta realidad.

El Ambiente Que Se Creará Cuando No Se Esconda La Verdadera Naturaleza De La Materia

Quienes saben que no tienen relación con las cosas materiales reales, y que únicamente están en presencia de las imágenes que Dios les presenta, cambiarán su modo de vivir, su perspectiva de la vida y sus valores. Éste será un cambio útil desde el punto de vista personal y social porque alguien que comprende esta verdad vivirá sin dificultad según los elevados valores morales que Dios ha expuesto en el Corán.

Para quienes el mundo no es tan importante y que entienden que no podemos tener una experiencia directa de la materia original, los asuntos espirituales son los importantes. Alguien que sabe que Dios le escucha y ve en todo momento, y es consciente de que rendirá cuenta de todos sus actos en el Más Allá, llevará una vida moralmente virtuosa. Tendrá mucho cuidado en cumplir lo que Dios ha ordenado y evitar lo que ha prohibido. Todos nos querremos y respetaremos, y competiremos para ver quien hace actos más nobles. Las personas cambiarán los valores por los que juzgan a los demás. Las cosas materiales perderán su valor y, por tanto, no se juzgará a la gente según su posición en la sociedad sino de acuerdo con su moral y piedad. Nadie perseguirá cosas cuyos originales no puede alcanzar, todos buscarán la verdad. Todos actuarán sin preocuparse de lo que pensarán los demás; lo único que tendrán en mente será si Dios está contento o no con lo que hacen. En lugar de sentir el orgullo, la arrogancia y autosatisfacción que provienen de las posesiones, propiedades y posición, imperará el sentimiento de comprender lo que significan la humildad y la dependencia. Por tanto, la gente vivirá voluntariamente y de buen grado según los ejemplos de buena moral que se mencionan en el Corán. Con el tiempo, estos cambios acabarán con muchos de los problemas de la sociedad de hoy en día.

En lugar de gente enfadada, agresiva, ansiosa por obtener el más pequeño beneficio, habrá quienes saben que lo que ven son imágenes que Dios les muestra. Serán conscientes de que reaccionar con ira y gritos les hará parecer estúpidos. El bienestar y la confianza prevalecerán tanto en los individuos como en la sociedad y todos estarán satisfechos con su vida y posesiones. Éstas son algunas de las bendiciones que esta realidad que se esconde pueden llevar a los individuos y la sociedad. Saber, considerar y vivir según esta realidad acarreará mucho bien a los seres humanos. Quienes desean alcanzar este bien deberían tenerla muy en cuenta y esforzarse en entenderla. Dios dice en una aleya:

Os han llegado de vuestro Sustentador vías de discernimiento [por medio de esta escritura divina]. Así pues, quien quiera ver, lo hace por su propio bien; y quien decida seguir a ciegas, lo hace en detrimento propio. … (Corán, 6:104)

Las Deficiencias Lógicas De Los Materialistas

Desde el principio, este capítulo ha puesto de manifiesto clara y científicamente que la materia no es una existencia absoluta, incuestionable, como claman los materialistas, y que no podemos alcanzar el original que existe en el exterior. De manera extremadamente dogmática, los materialistas se resisten a esta evidente realidad que destruye su filosofía, y presentan argumentos sin fundamento para rebatirla.

George Politzer, por ejemplo, un ferviente marxista y uno de los más grandes defensores del siglo veinte de la filosofía materialista, puso el "ejemplo del autobús" como una evidencia importante sobre este tema. Según Politzer, incluso los filósofos que aceptan el hecho de que únicamente tratamos con las copias de la materia que se forman en nuestro cerebro corren cuando ven que un autobús les va a atropellar. 8

Cuando le dijeron a Samuel Johnson, otro famoso materialista, que no podemos tener experiencia directa de la materia original, trató de negar esta realidad y buscó "probar" la existencia física de las piedras dándoles patadas. 9

Encontramos ejemplos parecidos en libros de materialistas famosos tales como Marx, Engels, Lenin, etc., junto con frases vehementes del tipo: "Comprendes la verdadera naturaleza de la materia cuando te dan una bofetada."

dream bus crash

Some people accept that when they touch a bus, they feel the cold metal in their brains. On the other hand, they do not accept that the feeling of pain at the moment the bus hits them forms in the brain. However, a person will feel the same pain if he sees himself falling under a bus in his dream.

El punto en el que los materialistas se equivocan es que creen que el concepto de "percepción" sólo se aplica al sentido de la vista. De hecho, todas las sensaciones, tales como el tacto, contacto, dureza, dolor, calor, frío y humedad, también se forman en el cerebro humano, de igual modo que las imágenes visuales. Por ejemplo, alguien que siente el frío metal de la puerta cuando se baja del autobús, en realidad "siente el frío metal" en su cerebro. Ésta es una verdad clara y bien conocida. Como ya hemos dicho, el sentido del tacto se forma en una determinada parte del cerebro, por medio de los impulsos nerviosos que provienen de la punta de los dedos. No son nuestros dedos los que sienten. La gente acepta esto porque se ha demostrado científicamente. Sin embargo, cuando se trata de que nos atropelle un autobús, no sólo de que sintamos el metal (en otras palabras, cuando la sensación táctil es más violenta y dolorosa), algunos creen que este hecho no se aplica. Sin embargo, el dolor o los golpes fuertes también se perciben en el cerebro. Alguien a quien le atropella un autobús siente toda la violencia y el dolor que ello implica en su cerebro.

Para comprenderlo mejor, tengamos en cuenta nuestros sueños. Alguien puede soñar que le atropella un autobús, que luego abre los ojos y se encuentra en un hospital, que lo llevan a operar, que los médicos le hablan, que su familia llega al hospital, y que está mutilado o sufre terribles dolores. En su sueño, percibe todas las imágenes, sonidos, sentimientos de crudeza, dolor, luz, los colores del hospital, de hecho, todos los aspectos del incidente, clara e inconfundiblemente. Todo es tan natural y creíble como en la vida real. En ese momento, si le dijésemos a la persona que está soñando que sólo es un sueño, no nos creería. Y sin embargo todo lo que ve es una ilusión y el autobús, el hospital e incluso el cuerpo que ve en su sueño no tienen un equivalente físico en el mundo real. Aunque no tienen equivalentes físicos, siente como si un "cuerpo real" hubiese sido atropellado por un "autobús real".

Del mismo modo, no tienen validez las objeciones materialistas tales como "Te das cuenta de la verdadera naturaleza de la materia cuando algo te golpea", "No hay duda sobre si ves o no la materia original cuando alguien te da una patada en la rodilla", "Corres cuando ves un perro salvaje", "Cuando te atropella un autobús, te das cuenta de si es algo que está o no en tu cerebro" o "En ese caso, ve y ponte en medio de la autopista". Un fuerte golpe, el dolor que ocasiona el mordisco de un perro o una violenta bofetada no son la evidencia de que estás tratando con la materia en sí. Como hemos comprobado, puedes experimentar las mismas cosas en los sueños, que no tienen equivalentes físicos. Además, la violencia de una sensación no altera el hecho de que dicha sensación tiene lugar en el cerebro. Éste es un hecho científico claramente probado.

El motivo por el que algunas personas piensan que un autobús que va a gran velocidad por la autopista o un accidente causado por dicho autobús son pruebas contundentes de que están tratando con la existencia física de la materia es que la imagen correspondiente se ve y se siente tan real que les engaña. Las imágenes que les rodean, por ejemplo la perfecta perspectiva y profundidad de la autopista, la perfección de los colores, formas y sombras, la intensidad del sonido, olor y solidez, y la unidad de la lógica que tiene esa imagen pueden engañar a algunos. A causa de esta viveza, algunas personas olvidan que, en realidad, sólo son percepciones. No importa lo completa ni perfecta que esta percepción sea en nuestra mente, esto no altera el hecho de que se trata de percepciones. Si a alguien le atropella un coche mientras circula por la carretera, o si se queda atrapado bajo una casa tras un terremoto, o si se encuentra rodeado de llamas en un incendio, o si tropieza y se cae escaleras abajo, todas estas cosas las experimenta en su cerebro, y lo cierto es que no confronta la realidad de lo que ocurre.

Cuando alguien cae bajo un autobús, el autobús que hay en su mente golpea el cuerpo que hay en su mente. El hecho de que, como consecuencia, muera o que su cuerpo quede completamente destrozado no altera dicha realidad. Si algo de lo que una persona experimenta en su mente acaba en muerte, Dios reemplaza las imágenes que le muestra a esa persona con imágenes que pertenecen al Más Allá. Quienes ahora son incapaces de comprender esta verdad una vez que reflexionan con honestidad, ya lo harán cuando mueran.

El Ejemplo De Un Sistema Nervioso Compartido

Consideremos el ejemplo del accidente de circulación que propone Politzer. Si los nervios de la persona herida que van de sus cinco sentidos a su cerebro estuviesen conectados en paralelo a los de otra persona (Politzer, por ejemplo), entonces, en el mismo instante en que el autobús golpease a esa persona, Politzer (que estaría sentado en casa en ese momento) también sentiría el impacto. Politzer experimentaría todas las sensaciones que sufriría la persona que tuvo el accidente, al igual que la misma canción se escucharía a través de dos altavoces diferentes conectados al mismo equipo de música. Politzer oiría el frenazo del autobús, sentiría el impacto en su cuerpo, vería un brazo roto y la sangre manando, sufriría las dolorosas fracturas, experimentaría su entrada en el quirófano, la dureza del vendaje de escayola, y la debilidad de su brazo curado.

brain

As a result of artificial stimulations, a world as true and realistic as the real one can be formed in our brain. Thus, if it were possible to send the requisite electrical signals to our brain with the help of an advanced computer, we could experience all kinds of events without the existence of the external world, for example we could think that we are flying an airplane.

Al igual que Politzer, cualquier otra persona conectada a los nervios de ese hombre experimentaría el accidente de principio a fin. Si el hombre que ha sufrido el accidente cayese en coma, todos lo harían. Lo que es más, si hubiese algún dispositivo que pudiera grabar todas las percepciones que ocurren durante el accidente, y se transmitieran reiteradamente a alguien, el autobús atropellaría a esa persona una y otra vez.

¿Pero cual de los dos autobuses que atropellan a estas personas es real? Los filósofos materialistas no tienen una respuesta coherente a esta pregunta. La respuesta correcta es que todos ellos experimentan el accidente, con todo detalle, en sus mentes.

El mismo principio se aplica a los demás ejemplos. Si los nervios del materialista Johnson, que sintió su pie dolorido cuando dio una patada a una piedra, estuviesen conectados a otro individuo, esa persona también sentiría que está golpeando la misma piedra y sufriría el mismo dolor.

Por tanto, ¿qué piedra es real? De nuevo, la filosofía materialista se queda corta y no da una respuesta consistente. La respuesta correcta y consistente es que tanto Johnson como el segundo individuo han experimentado en sus mentes, en su totalidad, la patada dada a la piedra.

Hagamos un cambio respecto al ejemplo previo: conectemos los nervios del hombre atropellado por el autobús al cerebro de Politzer y los nervios de Politzer (que está sentado en casa) al cerebro del hombre que tuvo el accidente. En este caso, Politzer creerá que le ha atropellado un autobús, pero el accidentado no sentirá el impacto y creerá que está sentado en la casa de Politzer. La misma lógica se puede aplicar al ejemplo de la piedra.

Resulta evidente que, para el hombre, es imposible ir más allá de sus sentidos y liberarse de ellos. A este respecto, el alma de un hombre puede estar sujeta a todo tipo de representaciones, aunque no tenga un cuerpo físico ni existencia material y tampoco haya un entorno material. Una persona no puede llegar a entender esto porque asume que estas perfectas imágenes tridimensionales son reales y tiene la absoluta certeza de que existen, porque todos dependemos de las percepciones que emanan de nuestros órganos sensoriales.

El famoso filósofo británico David Hume expresó sus pensamientos al respecto:

En lo que a mí concierne, cuando me adentro más íntimamente en lo que llamo yo mismo, siempre me tropiezo con alguna percepción u otra en concreto: puede ser frío o calor, luz o sombra, amor u odio, dolor o placer. No me puedo sorprender a mí mismo en ningún momento sin que tenga algún tipo de percepción, y no puedo observar nada sino la percepción.10

La Formación De Las Percepciones En El Cerebro No Es Filosofía, Sino Ciencia

Los materialistas alegan que lo que hemos afirmado en estas líneas es una perspectiva filosófica. Pero el evidente hecho científico es que no podemos interactuar con el original del "mundo exterior". Ésta no es una cuestión filosófica. Todas las escuelas de medicina enseñan en detalle cómo las imágenes y las emociones se forman en el cerebro. Los hechos probados por la ciencia del siglo XX, y por la física en particular, muestran claramente que no podemos alcanzar los originales de la materia física y que, en cierto sentido, todos vemos el "monitor" en nuestro cerebro.

Todos los que creen en la ciencia, ya sean ateos, budistas, o tengan cualquier otro tipo de creencia, deben aceptar este hecho. Incluso los materialistas que rechazan la existencia de Dios no pueden negar esta realidad científica.

El que Kart Marx, Friedrich Engels, Georges Politzer y otros fueran incapaces de comprender un hecho tan simple y evidente resulta sorprendente, incluso aunque su conocimiento de la ciencia fuese primitivo e insuficiente. La sumamente avanzada ciencia y tecnología de nuestros días hace mucho más fácil comprender este hecho explícito. Los materialistas están paralizados por su miedo a comprender, aunque sea parcialmente, esta realidad y, por consiguiente, no se percartan de cómo ésta destruye por completo su filosofía.

Los Materialistas Han Caído En La Trampa Más Grande De La Historia

La atmósfera de pánico que azota los círculos materialistas en Turquía, de la cual ya mencionamos algunos ejemplos, muestra que se enfrentan a una derrota total. La ciencia moderna ha probado que no tenemos experiencia directa de la materia original, y lo ha expuesto de modo claro, sincero y contundente. Los materialistas se dan cuenta de que el mundo material, en el que creen a ciegas y en el que confían y del cual dependen, desaparece por completo. No pueden hacer nada frente a esta realidad. A lo largo de la historia de la humanidad siempre ha existido el pensamiento materialista. Al sentirse muy seguros de ellos mismos y de su filosofía, los materialistas se rebelaron contra Dios, que les creó. Irrazonable y nada científicamente, mantienen que la materia es eterna, que nada podría tener un Creador. (Sin duda Dios está más allá de estas suposiciones.) Mientras niegan a Dios debido a su arrogancia, buscan refugio en la mentira de que la materia tenía una existencia absoluta, incuestionable. Estaban tan seguros de esta filosofía que creían que ningún argumento podría nunca desmentirla.

Éste es el porqué los hechos que se exponen en este libro en lo que se refiere a la verdadera naturaleza de la materia les sorprendieron tanto. Lo que hemos contado ha destruido el principio fundamental de su filosofía y les deja sin argumentos para más debates. La materia, en la cual basan todas sus ideas, vidas, arrogancia y negación, se ha desvanecido de repente.

Una de las cualidades de Dios es intrigar contra los incrédulos. Esto se dice en la aleya: "Intrigaban ellos e intrigaba Dios, pero Dios es el mejor de los que intrigan." (Corán, 8:30)

Dios puso una trampa a los materialistas haciéndoles suponer que estaban en contacto directo con el original de la material y, al hacerlo así, los humilló de un modo nunca visto. Los materialistas consideraban que conocían los originales de sus posesiones, estatus, rango, la sociedad a la que pertenecían, el mundo entero y todo lo demás de lo cual en realidad sólo conocían sus copias. Es más, al confiar en esto, se convirtieron en unos arrogantes e ignorantes en contra de Dios. Al hacer alarde de la sinrazón más grande y volverse vanidosos, además de su escepticismo, se rebelaron contra Dios. Como consecuencia, dependieron de la materia. Sin embargo, tienen tan poco conocimiento que no se dan cuenta de que Dios les tiene rodeados. Dios anuncia el estado al que conduce a los incrédulos como resultado de su cabezonería:

¿O es que quieren atrapar [en contradicciones al enviado]? Pero los que se empeñan en negar la verdad --¡ellos son los que están realmente atrapados! (Corán, 52:42)

La suya es, probablemente, la derrota intelectual más grande de la historia. Mientras crecía su arrogancia, los materialistas han caído en una trampa y han sufrido una seria derrota en su lucha contra Dios al plantear algo monstruoso en Su contra.La aleya: Y así es como hemos hecho de los dignatarios de cada ciudad sus [mayores] malhechores, para que urdan allí sus intrigas; pero sólo intrigan contra sí mismos --y no se dan cuenta (Corán, 6:123) anuncia lo inconscientes que son estas personas que, ignorantemente, se rebelan contra nuestro Creador (Dios está por encima de todo), y cómo acabarán. En otra aleya también se relata este hecho:

Pretenden engañar a Dios y a aquellos que han llegado a creer ‑-pero sólo se engañan a sí mismos, y no se dan cuenta. (Corán, 2:9)

Al tiempo que recurren a artimañas, los incrédulos no se dan cuenta de algo tan importante como que todo lo que experimentan son copias que se forman en su cerebro, y que únicamente experimentan las imágenes de todos los planes que urden y que se forman en su cerebro, justo como cualquier otro acto que lleven a cabo. Su necedad les ha hecho olvidar que están solos ante Dios y, por lo tanto, están atrapados en sus propias maquinaciones.

Al igual que esos incrédulos de antaño, los de hoy día se enfrentan a una realidad que hace pedazos los principios de sus malintencionados planes. Con la aleya: … ¡ciertamente, el engaño de Satán es en verdad débil! (Corán, 4:76), Dios ha puesto de manifiesto que estos planes están condenados al fracaso desde el mismo día que se traman, y nos anuncia buenas nuevas a los creyentes con la aleya: … su malicia no os dañará en absoluto: pues Dios abarca [con Su poder] todo lo que hacen. (Corán, 3:120)

En otra aleya Dios revela la falsa ilusión de los incrédulos: Pero aquellos que están empeñados en negar la verdad, sus [buenas] obras son como un espejismo en el desierto, que el sediento cree agua --hasta que al acercarse, descubre que no era nada: en su lugar, descubre [que] Dios [ha estado siempre presente] con él, y [que] Él le saldará íntegra su cuenta --¡pues Dios es rápido en ajustar cuentas! (Corán, 24:39). También la filosofía materialista se convierte en un espejismo para los rebeldes que, cuando recurren a ella, encuentran que todo es una mera ilusión. Dios les ha engañado por medio de un espejismo, y les ha inducido a creer que tienen una experiencia directa del original de sus percepciones. Todos esos profesores, astrónomos, biólogos, físicos, etc., independientemente de su rango y puesto, son simple y llanamente engañados y humillados porque imprudentemente hicieron de la materia su dios. (Sin duda Dios está por encima de todo). Al asumir que las copias que veían en su cerebro eran absolutas, incuestionables, basaron en ello su filosofía e ideología, se enzarzaron en serias discusiones y adoptaron un denominado discurso "intelectual". Se creyeron lo suficientemente sabios como para argumentar sobre la verdad del universo y, lo que es más grave, tuvieron pensamientos indignos sobre Dios sin tener en cuenta su limitada inteligencia. Dios explica la situación en la siguiente aleya:

Y los incrédulos intrigaron; y Dios intrigó también [contra ellos]: y Dios es el mejor de los que intrigan. (Corán, 3:54)

Posiblemente uno pueda escapar de ciertas intrigas en el mundo, pero el plan de Dios contra los incrédulos es tan firme que no hay modo de evitarlo. No importa lo que hagan o a quien recurran, no pueden encontrar a otro que no sea Dios para que les ayude. Como Dios mismo nos informa en el Corán: … no hallarán quien les proteja de Dios, ni quien les auxilie. (Corán, 4:173)

Los materialistas nunca pensaron que caerían en una trampa. Teniendo todos los recursos del siglo XX a su disposición, creyeron que podían obstinarse en su negativa y arrastrar a otros a su incredulidad. Esta mentalidad permanente de los incrédulos y el fin que encontrarán se describen en el Corán como sigue:

(50) Y tramaron una intriga; pero Nosotros tramamos otra, sutilmente, y no se apercibieron de ello.

(51) Mira, pues, en que acabaron todas sus intrigas: los destruimos por completo a ellos y a su gente, a todos;
(Corán, 27:50-51)

En otro sentido, lo que se describe en las aleyas precedentes significa: Ahora se les dice a los materialistas que todo lo que poseen son únicamente las copias que se forman en su cerebro y, por tanto, ya no tiene ningún valor, es algo ilusorio. Cuando se dan cuenta de que sus posesiones, fábricas, oro, dinero, hijos, esposa, amigos, rango y estatus, e incluso su propio cuerpo (originales de todo lo cual creían conocer) se les escapa de las manos, en cierto sentido están arruinados.Llegados a este punto, ya no son entidades materiales sino almas.

Darse cuenta de esta verdad es sin duda lo peor que le puede pasar a los materialistas. Es, en sus propias palabras, equivalente a "morir antes de estar muerto" en este mundo.

Con la aleya: "Déjame solo con quien Yo he creado" (Corán, 74:11)" Dios nos hace ver que cada ser humano se encuentra, en realidad, a solas en Su presencia. Este extraordinario hecho se pone de manifiesto en muchas otras aleyas:

[Y Dios dirá:] "Y ahora habéis venido a Nosotros, solos, tal como os creamos por vez primera; y habéis dejado atrás todo lo que [en vida] os dimos… (Corán, 6:94)

Y todos comparecerán ante Él en el Día de la Resurrección, individualmente. (Corán, 19:95)

Esto es lo que, en otro sentido, significan las aleyas: Aquellos que, en su ignorancia, toman a la materia como su dios (Sin duda Dios está por encima de todo) provienen de Dios y a Él retornarán. Lo quieran o no, se someterán a la voluntad de Dios. Ahora esperan el Día del Juicio Final, cuando se llamará a cada uno de ellos a rendir cuentas, a pesar de lo poco dispuestos que estén a comprenderlo.

Conclusión

El tema que hemos explicado hasta ahora es una de las grandes verdades que leerás en toda tu vida. Probar que no podemos tener experiencia directa de la materia original es clave para entender la existencia de Dios y Su creación y para comprender que Él es la única existencia absoluta, incuestionable.

La persona que comprenda esto, se dará cuenta de que el mundo no es la clase de lugar que la mayoría de la gente supone que es. No es un lugar absoluto, incuestionable cuyo original conocemos y que tiene existencia real, como suponen quienes vagan por las calles sin rumbo fijo, se pelean en los bares, fardan en lujuriosos cafés, hacen alarde de sus propiedades, o dedican su vida a vanos objetivos. Todo lo que sabemos del mundo está compuesto por imágenes que son copias y que vemos en nuestro cerebro. Todas las personas anteriormente citadas son la sombra de seres que ven estas imágenes en sus mentes y, no obstante, no son conscientes de ello.

Este importante concepto echa por tierra la filosofía materialista que niega la existencia de Dios. Por este motivo a materialistas como Marx, Engels y Lenin les entró el pánico, se enfurecieron y advirtieron a sus seguidores que "no recapacitaran" sobre el mismo. Este tipo de personas tienen la mente tan limitada que ni siquiera comprenden que las percepciones se forman en el cerebro. Al asumir que lo que ven en su cerebro es el "original del mundo exterior", no pueden entender la evidencia obvia de lo contrario.

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Este desconocimiento es el resultado de la falta de sabiduría con que Dios dota a los incrédulos. En el Corán, se dice que los incrédulos: … tienen corazones con los que no comprenden la verdad, ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen. Son como el ganado --¡que va! son aún menos conscientes del camino recto: ¡ellos, precisamente, son los [realmente] inconscientes! (Corán, 7:179)

En la época en que vivimos, el tema que tratamos se ha probado con claridad debido a la cantidad de evidencias expuestas por la ciencia. Por primera vez, el hecho de que no tenemos experiencia directa del original del universo se describe de modo concreto, claro y explícito.

Por esta razón, el siglo XXI marcará un momento crucial en el que la mayoría de las personas entenderán las realidades divinas y serán conducidos en multitudes hacia Dios, la única existencia absoluta, incuestionable. En el siglo XXI, las retorcidas creencias materialistas del siglo XIX quedarán relegadas al gran basurero de la historia; se llegará a entender la existencia de Dios y la creación; hechos tales como la relatividad del espacio y del tiempo se comprenderán mejor. La humanidad se liberará de siglos de vendas, engaños y supersticiones que la cegaban totalmente.

Notes

(1) Dr. Hugh Ross, Big Bang Refined by Fire, 1998. Reasons To Believe (Razones para creer), Pasadena, California. http://www.jps.net/bygrace/index.html.

(2) Michael Pidwirny, "Atmospheric Layers" (Capas Atmosféricas), Octubre 17, 1996, http://royal.okanagan.bc.ca/mpidwirn/atmosphereandclimate/atmslayers.html.

(3) Numerical Prediction Models used by NWS (Modelos de predicción meteorológica usados por NWS); http:// www.tpub.com/weather3/4-27.htm.

(4) Carolyn Sheets, Robert Gardner, Samuel F. Howe, General Science (Ciencia General), Allyn and Bacon Inc. Newton, Massachusetts, 1985, ps. 305.

(5) SAR Interferometry and Surface Change Detection, VI. Topography, Tectonics and Erosion (SAR Interferometría y Detección de Cambios en la Superficie, VI. Topografía, Tectónica y Erosión); http://southport.jpl.nasa.gov/scienceapps/dixon/report6.html.

(6) Carolyn Sheets, Robert Gardner, Samuel F. Howe; General Science (Ciencia General), Allyn and Bacon Inc. Newton, Massachusetts, 1985, p. 305.

(7) National Geographic Society, Powers of Nature (Fuerzas de la Naturaleza), Washington D.C., 1978, ps. 12-13.

(8) Dr. Mazhar, U. Kazi, 130 Evident Miracles in the Qur'an (130 Milagros evidentes en el Corán), Crescent Publishing House, New York, 1997, ps. 110-111.

(9) Richard A. Anthes, John J. Cahir, Alistair B. Fraser, Hans A. Panofsky, The Atmosphere (La Atmósfera), 3ª edición, Columbus, Charles E. Merrill Publishing Company, 1981, ps. 268-269; Albert Millers, Jack C. Thompson, Elements of Meteorology (Elementos de Meteorología), 2ª edición, Columbus, Charles E. Merrill Publishing Company, 1975, p. 141.

(10) Richard A. Anthes, John J. Cahir, Alistair B. Fraser, Hans A. Panofsky, The Atmosphere (La Atmósfera), 1981, p. 269; Albert Millers, Jack C. Thompson, Elements of Meteorology (Elementos de Meteorología), 1975, ps. 141-142.