(57) Nosotros somos quienes os creamos, [Oh hombres:] ¿por qué, pues, no aceptáis la verdad?
(58) ¿Habéis considerado alguna vez esa [semilla] que emitís?
(59) ¿Sois vosotros quienes la creáis –o somos Nosotros sus creadores?
(60) Hemos decretado [en verdad] que la muerte esté [siempre presente] entre vosotros: pero nada Nos impide
(61) cambiar la naturaleza de vuestra existencia y crearos [de nuevo] de una forma desconocida [aún] para vosotros.
(62) Y [puesto que] en verdad sois conscientes [del milagro] de vuestra primera creación --¿por qué, pues, no recapacitáis?
(63) ¿Habéis considerado alguna vez la semilla que sembráis?
(64) ¿Sois vosotros quienes la hacéis crecer –o somos Nosotros la causa de su crecimiento?
(65) [Pues,] si quisiéramos, lo convertiríamos en broza, y os quedaríais aturdidos [lamentándoos]:
(66) "¡Realmente, estamos arruinados!
(67) ¡Es más, hemos sido despojados [de nuestro sustento]!"
(68) ¿Habéis considerado alguna vez el agua que bebéis?
(69) ¿Sois vosotros quienes la hacéis caer de las nubes –o somos Nosotros la causa de su caída?
(70) [Cae dulce –pero] si quisiéramos, podríamos hacerla salobre y amarga: ¿por qué, pues, no sois agradecidos [a Nosotros]?
(71) ¿Habéis considerado alguna vez el fuego que encendéis?
(72) ¿Disteis vosotros vida al árbol que le sirve de combustible --o somos Nosotros quienes le dimos vida?
(73) Nosotros lo hemos hecho como recordatorio [Nuestro], y fuente de bienestar para quienes están perdidos y hambrientos en el desierto [de sus vidas].
(74) ¡Glorifica, pues, el nombre de tu Sustentador, el Grandioso!
(75) ¡Pero no! ¡Juro por el descenso [de este Qur’án] en partes –
(76) y, ciertamente, este es en verdad un juramento tremendo, si supierais!
(77) ¡En verdad, es un discurso realmente noble,
(78) [transmitido al hombre] en una escritura divina protegida
(79) que nadie sino los puros [de corazón] puede tocar:
(80) una revelación del Sustentador de todos los mundos!
(81) ¿Desdeñáis, ahora un discurso como este? Sura 56: 57-81 (Lo Que Ha De Ocurrir)
En la mayor parte de los países de Oriente Medio, donde los musulmanes son mayoría, casi todos aquellos que se pueden considerar como “ciudadanos medios” darían esta respuesta: “El Corán es el libro sagrado de nuestra religión”. A pesar de todo, saben muy poco sobre su contenido, sobre lo que está escrito en sus páginas.
De hecho, el Corán sirve para muchos fines que distan del verdadero propósito revelado. A menudo está colgado en las paredes de las casas dentro de una funda decorativa y, por lo general, son las personas mayores quienes lo leen de vez en cuando. La gente lo lee en árabe pero, como sólo saben cómo leer las letras árabes sin entender su significado, la mayoría de las veces no tienen ni idea de qué es lo que han estado leyendo, así que no entienden su contenido.
Se supone que el Corán también ofrece algunos beneficios muy interesantes para la gente. Después de leerlo y realizar algunos extraños rituales, como respirar con fuerza en la cara de otra persona, se supone que los lectores y sus parientes cercanos están protegidos de un posible “futuro accidente o desgracia”. Se cree que el Corán es una especie de amuleto que incluye palabras talismánicas que protegen a las personas de la mala suerte. También se piensa que tiene un poder atemorizante: ¡Castiga a las personas si dicen mentiras! En los cementerios se lee en voz alta para el difunto, sin que nadie sepa lo que se está leyendo. Incluso puede servir para predecir la suerte.
En resumen, en la mayor parte de los países donde los musulmanes son mayoría, sólo un pequeño porcentaje de personas conoce el contenido del Corán y medita sobre él como es preceptivo. Como consecuencia, los que desconocen su verdadero mensaje le atribuyen diferentes significados. Muchas personas creen que algunas tradiciones tienen su origen en el Corán, aunque puede que sean contradictorias a la misma naturaleza del mensaje coránico. Por ejemplo, hay muchos que creen que el Corán recomienda utilizar una cuenta azul, que se supone posee el poder de evitar el mal de ojo.
Entonces, ¿cuál es la verdadera naturaleza del Corán? La respuesta debe ser deducida del Corán mismo, puesto que es aquí donde se encuentra la verdad.
(52) Este es un mensaje para toda la humanidad. Así pues, ¡qué tomen nota de él, y que sepan que Él es el Dios Único; y que los dotados de perspicacia recapaciten sobre esto!
Sura 14: 52 (Abraham)
(32) Por eso, hemos hecho en verdad este Qur’án fácil de tener presente: ¿quién, pues, está dispuesto a dejarse amonestar? Sura 54: 32 (La Luna)
(111) Sin duda, en las historias de estos hombres hay una lección para los dotados de perspicacia.
[En cuanto a esta revelación,] no podría ser un discurso inventado [por el hombre]: bien al contrario, [es una escritura divina que] confirma la verdad de lo que aún queda [de revelaciones anteriores], exponiendo con claridad todas las cosas, y [ofreciendo] guía y misericordia para una gente dispuesta a creer.
Sura 12: 111 (José)
(2) Esta escritura divina -sin lugar a duda- es una guía para quienes son conscientes de Dios
Sura 2: 2 (La Vaca)
Estas aleyas y muchas otras hacen énfasis en que el verdadero propósito de la revelación del Corán es animar a las personas a reflexionar en asuntos tan cruciales como la creación y el propósito de la vida, para hacerles saber sobre Dios, que los ha creado, y para guiarles hacia el camino recto. El Corán es un libro necesario para las personas con la mente y el espíritu abiertos.
Muchos rituales que se cree provienen del Corán se practican ampliamente, pero de hecho no es éste su origen. Al contrario, entran en conflicto con el mensaje coránico. Esto nos muestra que hay una diferencia enorme entre la religión verdadera, como la ilustra el Corán, y el concepto de religión que por lo común prevalece. Esta diferencia se debe al abandono de la fuente real, el Corán. Sobre esto, el mismo Corán dice:
(30) Y [en ese Día] el enviado dirá: "¡Oh Sustentador mío! En verdad, [una parte de] mi pueblo ha llegado a considerar este Qur'án como algo [que debería ser] descartado."
Sura 25: 30 (El Criterio de la Verdad)
Por consiguiente, lo que se necesita en primer lugar es corregir este punto de vista equivocado acerca del Corán y hacer que las personas comprendan que no es un libro que se dirige sólo al Mensajero sino a todas las personas que se consideran musulmanes. Cualquier persona que pronuncia esta conocida afirmación: “Soy musulmán, alhamdulillah” debe leer el Corán y debe tratar de comprender el significado de las aleyas. En el Corán, la importancia de aprender las aleyas y recitarlas es algo sobre lo que se hace especial énfasis.
(34) Y tened presente lo que se recita en vuestras casas de los mensajes de Dios y [Su] sabiduría: pues, ciertamente, Dios es inescrutable [en Su sabiduría], consciente de todo.
Sura 33:34 (La coalición)
Por culpa de no hacer lo que manda el Corán, y de no aprender la religión de su fuente originaria, se han introducido en la religión incontables prejuicios resultantes de las tradiciones. Las aleyas del Corán hacen firme énfasis en que, para entender la religión, no hay necesidad de buscar ninguna otra fuente aparte del mismo:
(154)¿Qué os pasa? ¿Cómo juzgáis? (155) ¿No vais, pues, a recapacitar? (156) O ¿es que tenéis una autoridad clara [que apoye lo que decís]? (157) ¡Presentad, entonces, esa escritura divina vuestra, si es verdad lo que decís!
Sura 37: 154-157 (Los Alineados en Filas)
Por supuesto, aprender el Corán únicamente supone un paso previo, puesto que debería seguirle su aplicación. Algunas personas creen que el Corán se dirige sólo a los musulmanes del siglo VII, mientras que otros piensan que tan sólo un pequeño número de las aleyas se refiere a otros aparte de aquellos. Alguien con tal mentalidad está satisfecho simplemente con leerlo y piensa que así ya ha cumplido con sus deberes religiosos. Sin embargo, no sólo es cuestión de aprender lo que está en el Corán, sino también de ponerlo en práctica, cumplir con los deberes consignados en él, adoptar los estándares morales allí descritos, en resumen, aplicar el Corán a nuestra vida diaria.
Aquéllos que afirman que el Corán han pasado de moda y necesita una revisión para estar en consonancia con esta nueva época, no pueden llegar a comprender el hecho de que el Corán no se encuentra confinado por las cadenas del tiempo, sino que abarca todas las épocas y sociedades, como ha sido revelado por Dios, Quien tiene conocimiento de todo, pasado y futuro. Cuando alguien lee el Corán con un corazón sincero y una amplitud de ideas, ve que los modelos de personas y sociedades descritas en él existieron en cada período de la historia, incluyendo el momento presente, y que explica la condición actual de las personas y las sociedades. El Corán ha relatado con claridad todo el desorden, la perversión y los errores de una sociedad que se ha desviado de los verdaderos valores religiosos. Se han descrito las reacciones de la gente de estas sociedades hacia la religión analizando detalladamente los personajes. Estas descripciones y análisis tienen importancia en todos los sentidos para el mundo de hoy en día, demostrando así el “milagro sociológico” del Corán.
Lo interesante aquí estriba en que puntos de vista tan inconsistentes como: “La sociedad está en una situación de progreso continuo, mientras que la religión es estática” también se han diagnosticado en el Corán como resultado de una comprensión deficiente. Deberíamos recordar que los incrédulos, que vivieron miles de años antes del Corán, también interpretaron la religión como "Fábulas antiguas" Sura 16: 24 (La Abeja)
Cuando un individuo comienza a leer el Corán y trata de ponerlo en práctica en su vida diaria, se puede considerar que está en camino de llegar a ser un musulmán auténtico como lo describen las escrituras. Con asombro, comienza a ver cómo éste abarca cada momento de su vida. El Corán menciona muchos de los acontecimientos que una persona experimenta y también se han ilustrado en detalle las reacciones que serían apropiadas para un musulmán en dichas ocasiones.
Estar satisfecho con leer y saber el Corán sin practicarlo puede tener ciertas repercusiones desagradables. Dios describe a los judíos como la clase de personas que se comportan de este modo y se los compara con “un burro que lleva unos volúmenes enormes” sin entender nada de lo que en ellos está escrito:
(5) La parábola de esos que fueron agraciados con la carga de la Tora y luego no supieron llevar esa carga, es la de un asno que lleva una carga de libros [pero no puede beneficiarse de ellos].
Funesta parábola la de una gente que se empeña en desmentir los mensajes de Dios --¡pues Dios no guía a semejantes malhechores!
Sura 62: 5 (La Congregación)