(84) Di: "¿De quién es la tierra y cuantos viven en ella? ¡[Decidme esto] si sabéis [la respuesta]!"
(85) [Y] responderán: "De Dios."
Di: "¿No vais, pues, a recapacitar?"
(86) Di: "¿Quién sustenta los siete cielos y está entronizado en Su augusta omnipotencia?"
(87) [Y] responderán: "[Todo este poder pertenece] a Dios."
Di: "¿No vais, pues, a ser conscientes de Él?"
(88) Di: "¿En manos de quién está el dominio absoluto sobre todas las cosas, y quién es el protector frente al que no existe protección? ¡[Decidme esto] si sabéis [la respuesta]!"
(89) [Y] responderán: "[Todo este poder pertenece] a Dios."
Di: "¿Cómo, entonces, podéis estar tan ofuscados?"
(90) Pero, ¡qué va!; les hemos transmitido la verdad: pero están, en verdad, empeñados en mentir[-se a sí mismos].
Sura 23: 84-90 (Los Creyentes)
Volvamos a nuestro ejemplo del principio. Habíamos mencionado a un grupo de gente de la ciudad, que eran muy diferentes de los demás en todos los aspectos, y hacia quiénes los otros ciudadanos abrigaban una actitud hostil. Habíamos explicado, además, que este grupo de gente poseía un libro que les había sido transmitido por el Dueño de esa ciudad y de todo lo demás como guía. Estas personas se llaman musulmanes en el Corán. Son los creyentes.
Con todo, de lo que somos testigos es de que estas personas no son muy queridas por el resto. Habíamos mencionado que la sociedad de esta ciudad fue una 'sociedad de la ignorancia'. Mas esto no quiere decir que esta sociedad sea irreligiosa. Al contrario, las personas que pertenecen a esta sociedad de la ignorancia se consideran muy religiosas. Sin embargo la religión a la que se vincularon no es la religión verdadera. Es una religión de tradición, una religión repleta de creencias sin base e incluso distorsionadas y de prácticas que tienen sus raíces en la religión de sus padres. Piensan que siguen la religión correcta y tratan de mantenerla viva con insistencia. El Corán se refiere a esta característica en la siguiente aleya:
(21) y que cuando se les dice que sigan lo que Dios ha hecho descender, responden: "¡No, seguiremos lo que hemos hallado que creían y hacían nuestros antepasados!"
¡Cómo! --¿[vais a seguir a vuestros antepasados] aunque Satán les haya invitado al castigo de las llamas abrasadoras?
Sura 31: 21 (Luqmán)
Una de las características más importantes de una sociedad de ignorantes es que sus miembros defienden su tradición en nombre de Dios. De hecho, ésta es una defensa poco sincera pues no están realmente preocupados por Él. A la vez que no dejan de alabar a Dios, le vuelven la espalda si la religión entra en conflicto con sus intereses –especialmente los líderes y los grupos dirigentes del pueblo- al extremo de jurar por Dios incluso aunque hayan cometido la mayor de las ofensas: matar al Mensajero.
(48) Y había en la ciudad nueve hombres que eran dados a cometer actos depravados por todo el país, y no se enmendaban; (49) [y] que, habiéndose ligado mediante un juramento en el nombre de Dios, dijeron: "¡En verdad, habremos de caer sobre él y la gente de su casa por la noche [y los mataremos a todos]; y luego diremos con aplomo a su familiar más próximo: 'No hemos sido testigos de la matanza de su familia --y, ciertamente, decimos la verdad!'"
Sura 27: 48-49 (Las Hormigas)
Existe también un grupo en la sociedad de la ignorancia que conoce el Corán y promete seguir su religión, pero que prefiere las “vanidades de este mundo” y le vuelve la espalda. A pesar de toda esta hipocresía, se presentan como “los perfectos musulmanes”.
(169) Y han sido sucedidos por [nuevas] generaciones que --[a pesar de] haber heredado la escritura divina-- se agarran sólo a los bienes pasajeros que este mundo les brinda y dicen: "Seremos perdonados," mientras que están prestos, si otro de tales bienes se les brinda, a agarrarlo [y pecar de nuevo]. ¿No se les tomó acaso el compromiso solemne, por medio de la escritura divina, de que no atribuirían a Dios nada excepto la verdad, y [no han] leído una y otra vez todo lo que contiene?
Y la Otra Vida es la mejor [de las dos] para todos los que son conscientes de Dios --¿es que no vais a usar vuestra razón?
Sura 7: 169 (La Facultad del Discernimiento)
Siendo éste el caso, llegar a saber si un individuo o un grupo de gente es verdaderamente musulmán o no requiere una observación más meticulosa. Porque, como se indica claramente en la aleya citada anteriormente, hablar continuamente acerca de la religión no demuestra necesariamente que el orador sea un verdadero creyente musulmán. Uno podría pensar que tales personas apenas existen, que son muy pocos en número, y sin embargo son legión y en muchas aleyas del Corán se menciona claramente su existencia.
(8) Y hay gentes que dicen: "Creemos en Dios y en el Último Día", mientras que [en realidad] no creen. (9) Pretenden engañar a Dios y a aquellos que han llegado a creer ‑-pero sólo se engañan a sí mismos, y no se dan cuenta. (10) En sus corazones hay enfermedad, y por eso Dios deja que aumente su enfermedad; y les espera un penoso sufrimiento por sus continuas mentiras.
Sura 2: 8-10 (La Vaca)
Otras aleyas nos advierten de que cuando se les hacen ciertas preguntas a estas “personas falsamente religiosas" contestan “usando las palabras de un creyente.”
(31) Di: "¿Quien es el que os procura el sustento del cielo y de la tierra? O ¿quien es el que tiene poder sobre [vuestro] oído y vista? Y ¿quien es el que saca lo vivo de lo que está muerto y saca lo muerto de lo que está vivo? Y ¿quien es el que gobierna todo cuanto existe?
Y ellos [sin duda] responderán: "[Es] Dios."
Di, entonces: "¿No vais, pues, a ser conscientes de Él --(32) cuando Él es Dios, vuestro Sustentador, la Suprema Verdad? Pues, una vez que la verdad [ha sido abandonada], ¿qué [queda] sino el error? ¿Cómo es, pues, que os apartáis de la verdad?"
Sura 10: 31-32 (Jonás)
(87) Pero si preguntas a esos [que adoran a otros seres distintos de Dios] acerca de quién es el que los ha creado, seguro que responden: "Dios." ¡Qué deformadas están sus mentes! Sura 43: 87 (Oro)
Todas estas aleyas nos muestran que el criterio para ser un auténtico creyente es diferente a ese criterio “religioso” de una sociedad de la ignorancia. En una sociedad de ignorantes, uno que dice “Soy musulmán, alhamdulillah”, se cree que es un verdadero musulmán. Sin embargo, cuando consideramos el criterio del Corán, vemos que ésta no es una prueba aceptable. En el siguiente capítulo, examinaremos en detalle las características que posee un verdadero musulmán.