El ateo Richard Dawkins se refirió en su libro de 1986, El Relojero Ciego, a las supuestas "características defectuosas" en la naturaleza. Más tarde se supo que dicho argumento provenía del desconocimiento en el tema.
El profesor de zoología Richard Dawkins de la Universidad de Oxford, uno de los más destacados defensores del darwinismo y del ateísmo en la actualidad, es bien conocido por el importante trabajo en el campo de su profesión.
En 1986 publicó El Relojero Ciego, con el que intenta persuadir a sus lectores de que las características complejas de las criaturas vivientes son el resultado de la selección natural. Sus argumentos se basan principalmente en especulaciones, en comparaciones erróneas y en cálculos incorrectos, cosas que fueron evidenciadas detalladamente por distintos científicos y escritores66.
Uno de los argumentos que usó es el de las características “imperfectas” o “deformadas”. Con el objeto de rechazar la preeminencia de la creación sin tacha, dice que algunas estructuras en lo viviente son inservibles y por lo tanto defectuosas. El principal ejemplo que da es el de la retina invertida en los ojos de los vertebrados, incluidos los nuestros.
Veamos esto. Arteriolas y vénulas convergen en una pequeña área de la retina –desde donde salen del ojo–, a la vez que forman una membrana fina muy vascularizada junto con las terminales sensoriales de las células que reciben la luz. En ésa área de convergencia no hay ningún fotorreceptor, por lo que carece de visión y se la denomina punto ciego (papila óptica).
Los darwinistas han considerado a la retina invertida y al punto ciego como “defectos”, producto del proceso de selección natural. Algo que era de esperar. El proponente de esas elucubraciones, escribe en su libro:
“Cualquier ingeniero asumiría, naturalmente, que las fotocélulas buscan la luz y que los conductores se dirigen hacia atrás, al cerebro. En cambio se reiría si alguien sugiriese que el mecanismo funciona a la inversa. No obstante, es exactamente esto lo que sucede en los ojos de todos los vertebrados”67.
El error del escritor y de quienes lo aceptan, se debe a la ignorancia sobre la anatomía y fisiología del ojo.
El biólogo molecular Michel Denton de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y uno de los principales críticos actuales del darwinismo, nos hace un relato detallado de este asunto. En un artículo publicado en la revista Orígenes y Delineamiento, titulado “La Retina Invertida: ¿Adaptación Inadecuada o Adaptación a las Condiciones Precisas?”, explica cómo lo que Dawkins presenta como imperfecto, en realidad fue creado de la manera más apropiada, en este caso, para el ojo del vertebrado:
ojo, una de las manifestaciones de la Creación suprema de Dios, ha sido originado de una forma que permite que funcione de la manera más eficiente.
1-La córnea ayuda a enfocar la luz.
2-La retina transforma la imagen en señales nerviosas.
3-Las venas en la cavidad óptica alimentan la retina.
4-El nervio óptico conecta el ojo con el cerebro.
5-Las lentes enfocan las imágenes.
6-La esclerótica es una capa blanca y consistente (membrana) que cubre el globo del ojo.
7-Los músculos del iris controlan la entrada de luz.
8-La luz penetra a través de la apertura de la pupila.
“…la consideración de la muy alta demanda de energía de las células fotorreceptoras en la retina del vertebrado, sugiere que su curioso diseño puede representar, en realidad, antes que un desafío a la teleología, la única solución al problema del suministro de una copiosa cantidad de oxígeno y nutrientes requerido por las mismas”68.
Para comprender lo que se remarca aquí, pero que a Dawkins le pasa inadvertido, debemos saber primero que las células fotorreceptoras de la retina necesitan una gran cantidad de energía y oxígeno. Cuando abrimos los ojos y percibimos la luz, los fotones, es decir, las partículas más pequeñas de la misma, son reconocidas por las células y se da inicio a reacciones químicas muy complejas y continuas. Y es tal la complejidad que, en palabras de Denton, “de los tejidos estudiados, el correspondiente a la capa de fotorreceptores posee uno de los niveles metabólicos más elevado”69.
Es decir, necesitan muchísima energía para mantener la alta velocidad metabólica requerida. Esas células consumen hasta dos veces y media más de oxígeno que las renales, tres veces más que las de la corteza cerebral y seis veces más que las del músculo cardíaco. Por otra parte, esta comparación está hecha sobre la base de toda la lámina que constituye la retina. Y las células fotorreceptoras, que abarcan menos de la mitad de esa lámina, necesitan, en verdad, más energía que la estimada para toda ella.
G. L. Walls describe a los fotorreceptores, en su libro enciclopédico El Ojo del Vertebrado, como “codiciosos” de nutrientes y oxígeno70.
¿Por medio de qué estas células, que nos permiten ver, cubren esa asombrosa demanda?
Sin duda, lo hacen por medio del mismo elemento que atiende las demás funciones de nuestro organismo: la sangre.
¿Y de dónde proviene la sangre?
En este punto vemos que la retina invertida es un signo perfecto de la Creación. En la parte externa inmediata a la retina, existe un tejido de venas muy importante que la envuelve como una red. Escribe Denton:
“El oxígeno y los nutrientes para el voraz apetito metabólico de los fotorreceptores, son provistos por una capa capilar singular llamada coriocapilar, una red muy vascularizada de capilares grandes y achatados situada inmediatamente al exterior de los mismos y separada de ellos por las células del epitelio pigmentario de la retina (EPR) y una membrana especial –membrana de Bruch–, las que juntas forman una barrera muy selectiva que sólo permite el pasaje a la retina de metabolitos y nutrientes requeridos para el funcionamiento de las células fotorreceptoras y del EPR. Dichos capilares son mucho más grandes (18 a 50 micrones de diámetro) que los normales. Esta malla singular de canales sanguíneos dan toda la impresión de estar especialmente adaptados para proveer a la lámina basal de los fotorreceptores una copiosa cantidad de sangre”71.
Dice el profesor James T. McIlwain en su libro Introducción a la Biología de la Visión: “Debido a los requerimientos metabólicos de los fotorreceptores, parece que el ojo ha adoptado la estrategia de ‘encharcar’ con sangre la coroide, para asegurarse que su provisión nunca sea un problema”72.
Es debido a eso que los fotorreceptores están “invertidos”. Resulta absolutamente clara la existencia de una estrategia al efecto. La cuestión de la retina invertida no es un defecto sino una prueba de la Creación con un propósito específico.
Dawkins sugirió que la retina debería ser achatada, con las células fotorreceptoras enfrentando la luz. Pero eso las distanciaría de los capilares que las alimentan, cosa que, en gran medida, les hurtaría el oxígeno y los nutrientes necesarios. Además, extender los capilares dentro de la lámina de la retina no resolvería el problema, porque produciría muchos “puntos ciegos” y reduciría la capacidad del ojo para ver.
Por ese motivo y otros, Denton expresa en un artículo, después de importantes exámenes, que no es posible que la retina se hubiese constituido de un modo diferente:
“Cuanto más se considera el diseño de la retina de los vertebrados, más patente se hace que cada característica es virtualmente necesaria. Si se rediseñase un ojo con la más elevada resolución y sensibilidad posible (capaz de detectar un fotón) desde el principio, se finalizaría creando el ojo del vertebrado, con la retina invertida…”73.
En resumen, los argumentos de Dawkins y otros evolucionistas, en cuanto a que “la retina es defectuosa”, derivan del desconocimiento. Las conclusiones de éstos han sido invalidadas por investigaciones más avanzadas y minuciosas hechas sobre criaturas vivientes. En realidad, en la historia del darwinismo existe otro montón de deducciones que emanan de la ignorancia. Entre ellas está la de los órganos “atrofiados”.
Puede ser que usted haya leído que el apéndice y el cóccix son órganos atrofiados que en algún momento cumplieron funciones importantes en nuestros supuestos ancestros, para luego evolucionar y dejar de hacerlo.
La mayoría de la gente mantiene en vigencia la idea de los órganos atrofiados debido a que, desde los tiempos de Darwin, ha sido usada como material de propaganda destacada por parte de los evolucionistas.
Esta fábula comienza cuando En el Origen de las Especies se dice que, en algún momento, perdieron su funcionalidad o la redujeron. Allí se los considera “rudimentarios” y se los compara “con las letras de una palabra que se conservan todavía en la escritura, pero que son inútiles en la pronunciación”74. El anatomista alemán R. Wiedersheim propuso en 1895 una lista de unos cien “órganos atrofiados”, incluidos los nombrados.
Al igual que las otras aseveraciones de la misma fuente, esta también es un mito que ha prosperado debido al nivel aún poco desarrollado de la ciencia al enunciársela. Pero al avanzar los estudios, se pasó a conocer que esos órganos, supuestamente atrofiados, cumplen, en realidad, funciones destacadas que no podían determinarse anteriormente. En consecuencia, la lista inicial de Wiedersheim se fue reduciendo ininterrumpidamente. Entre las tantas “bajas” de esa enumeración se encuentra el apéndice, pues se descubrió que es una parte muy importante del sistema linfático que lucha contra los gérmenes que entran al cuerpo. Este tipo de cosas se menciona en un artículo titulado “Los Ejemplos de Diseños Defectuosos Perdieron Sustento”:
“Un examen microscópico del apéndice muestra que contiene una cantidad significativa de tejido linfoide, que también existe agregado en otras áreas del sistema gastrointestinal (tejido linfoide asociado al intestino –GALT–) y está involucrado en la capacidad del cuerpo para reconocer antígenos extraños en lo que se ha ingerido. Mi investigación se centra, en particular, en el examen de las funciones inmunológicas del intestino”.
“Los experimentos en conejos demuestran que la apendicectomía neonatal perjudica el desarrollo de la inmunidad de la mucosa. Los estudios funcionales y morfológicos del apéndice del conejo indican que en los mamíferos sería equivalente a la bursa avícola, la cual juega un papel crítico en el desarrollo de la inmunidad humoral de las aves. La similitud histológica e inmunohistoquímica del apéndice en conejos y humanos sugiere que cumple funciones análogas en ambos. El nuestro puede ser particularmente importante al comienzo de la vida, porque adquiere el mayor desarrollo poco después de que nacemos. Con el paso de los años se retrograda, asemejándose a otras regiones del GALT, como los Parches de Peyer en el intestino delgado. Estos estudios recientes demuestran que el apéndice humano no es un órgano atrofiado, como se afirmó inicialmente”75.
En resumen, el antiguo criterio se debió al dogmatismo de Darwin y sus seguidores y a un conocimiento deficiente, pues al contar sólo con microscopios rudimentarios, no podían observar el tejido linfoide del apéndice y conocer su estructura. Por eso lo consideraron algo inútil y lo incluyeron en la lista mencionada. Una vez más, esa gente fue inducida al error por la ciencia poco avanzada del siglo XIX.
La misma situación se repite con los demás órganos de la nómina de Wiedersheim. Con el paso de los años se supo que las amígdalas, tenidas por algo atrofiado, cumplían un papel importante en la protección de la garganta frente a las infecciones, especialmente antes de la adultez. También se supo que el cóccix, en la base de la columna vertebral, sostenía los huesos alrededor de la pelvis. Si no fuese por el mismo, no podríamos sentarnos cómodamente. Además se pasó a saber que se trataba del lugar en el que se amarraban los órganos y músculos de la región pélvica.
Más adelante se reconoció que el timo –otro supuesto órgano atrofiado– activa las células T y hace operativo el sistema inmune; que la glándula pineal es la responsable de la secreción de hormonas esenciales, como la melatonina, controladora a su vez de la producción de hormona luteinizante; que la glándula tiroides asegura el desarrollo equilibrado de los infantes y juega un papel importante en el metabolismo; que la glándula pituitaria asegura el funcionamiento correcto de otras glándulas hormonales, como la tiroides, las suprarrenales y las reproductoras y el desarrollo apropiado del esqueleto.
Asimismo, el pliegue semilunar de la córnea, que Darwin lo consideró inservible, ayuda a limpiar y lubricar el ojo.
Hoy día, se ha determinado que esos órganos considerados anquilosados poseen funciones definidas. Los doctores Jerry Bergman y George Howe exponen esto detalladamente en su libro Los “Organos Atrofiados” Son Totalmente Funcionales.
“En la medida en que nuestra información aumentó, la lista de estructuras atrofiadas ha disminuido. …Dado que no es posible identificar sin ambigüedades estructuras inútiles y que los argumentos usados no son científicamente válidos, concluyo que los ‘órganos atrofiados’ no suministran ninguna evidencia especial para la teoría de la evolución”76.
Aunque a los opuestos al criterio citado les llevó cerca de un siglo y medio llegar a dicha conclusión, la verdad es que se ha evaporado otro mito darwinista.
Por lo tanto, se acepta que el mito en la materia se basa en el desconocimiento. El biólogo evolucionista S. R. Scadding escribió un artículo en la revista Teoría Evolucionista, titulado “¿Proporcionan Evidencias a Favor del Evolucionismo Los Organos Atrofiados?”:
“En la medida en que nuestra información aumentó, la lista de estructuras atrofiadas ha disminuido. …Dado que no es posible identificar sin ambigüedades estructuras inútiles y que los argumentos usados no son científicamente válidos, concluyo que los ‘órganos atrofiados’ no suministran ninguna evidencia especial para la teoría de la evolución”76.
Aunque a los opuestos al criterio citado les llevó cerca de un siglo y medio llegar a dicha conclusión, la verdad es que se ha evaporado otro mito darwinista.
En el comienzo de este capítulo se invalida la afirmación de Dawkins respecto a lo defectuoso de la retina de los vertebrados. Otro evolucionista que sostiene las mismas ideas es quien fuera paleontólogo en la Universidad de Harvard. Antes de su muerte en 2002, se había convertido en uno de los líderes del darwinismo en los EE. UU.
Nos referimos a Gould, quien al igual que el antes mencionado, también brindó su ejemplo de característica “defectuosa”: el pulgar del panda.
La mano de este mamífero, a diferencia de la humana, no tiene un pulgar opuesto que le permita agarrar los objetos fácilmente. Sus cinco dígitos están en paralelo. Pero además posee en la muñeca una proyección, llamada “hueso sesamoide radial”. El animal a veces lo usa como dedo, motivo por el que los biólogos lo llaman “pulgar del panda”.
Gould sostuvo que dicho hueso no era funcional. Convencido de la importancia de su tesis, publicó en 1980 un libro en el que se ocupa del tema.
No obstante, al igual que Dawkins, también se equivocaba. Su error yace en comparar esa mano con la humana, al darle a ambas la misma función. Paul Nelson hace el siguiente comentario al respecto:
“Aunque el pulgar del panda puede no ser óptimo para muchas tareas (como mecanografiar), parece apropiado para lo que parece ser su función normal, es decir, cortar en tiras el bambú”77.
Los autores de Pandas Gigantes de Wolong dicen:
“La mano del panda puede agarrar el bambú con gran precisión, sosteniéndolo, como si se valiese de fórceps, en la muesca lampiña que conecta la almohadilla del primer dígito y el pseudopulgar… Siempre quedamos impresionados al observarlo comiendo hojas… por la destreza con que lo hace. Las zarpas delanteras y la boca operan coordinadamente con gran precisión y una gran economía de movimientos…”78.
En una investigación publicada en la revista Nature en 1999, se manifiesta que su pulgar es extremadamente útil cuando el animal se encuentra en su ambiente natural. Dicho estudio fue hecho por cuatro investigadores japoneses, quienes se valieron de técnicas de imágenes con tomografía computada y resonancia magnética. Descubrieron que se trata de “uno de los sistemas de manipulación más extraordinario”79 en el mundo de los mamíferos. A continuación transcribimos un comentario que aparece en el mismo artículo bajo el subtítulo “El Papel del Pseudopulgar del Panda Gigante”:
“Hemos demostrado que la mano del panda gigante posee un mecanismo de agarre mucho más refinado que lo que ha sido sugerido en los modelos morfológicos previos”80.
En resumen, investigaciones más precisas de la estructura en cuestión, han evidenciado que las afirmaciones que hicieron los evolucionistas en los ciento cincuenta últimos años sobre “organismos atrofiados” y características biológicas “imperfectas”, resultan falsas.
Esa gente no puede dar razón del origen de ninguna estructura biológica en la naturaleza, a la vez que sus objeciones a la explicación en función de la Creación resultan inválidas.
Podemos decir entonces que, aunque algo conocido como darwinismo afirmó en algún momento que lo viviente estaba lleno de órganos “atrofiados” y “defectuosos”, la ciencia moderna ha quitado todo crédito a esa teoría.
66- Dawkins'in "kör saatçi" tezinin çürülmesi için bkz. Lee Spetner, Not By Chance: Shattering the Modern Theory of Evolution, Judaica Press, 1997; Michael J. Behe, Darwin's Black Box: The Biochemical Challange to Evolution, The Free Press, 1996; Phillip E. Johson, Darwin on Trial, 199, 2nd.ed., InterVarsity Press, 1993
67- Richard Dawkins, The Blind Watchmaker, London: Penguin Books,1986; s.93-94
68- Michael Denton, "The Inverted Retina: Maladaptation or Pre-adaptation?", Origins & Design, 19:2, Issue 37, 1999
69- Michael Denton, "The Inverted Retina: Maladaptation or Pre-adaptation?", Origins & Design, 19:2, Issue 37, 1999
70- Walls, G.L. (1963). The Vertebrate Eye . New York: Hafner Publishing Company; s.652
71- Michael Denton, "The Inverted Retina: Maladaptation or Pre-adaptation?", Origins & Design, 19:2, Issue 37, 1999
72- McIlwain, T.J. (1996). An Introduction to the Biology of Vision. Cambridge: Cambridge University Press; s. 14
73- Michael Denton, “The Inverted Retina: Maladaptation or Pre-adaptation?”, Origins & Design, 19:2, Issue 37, 1999
74- Charles Darwin, The Origin of Species, III. ed. Chapter 13: Mutual Affinities of Organic Beings: Morphology: Embryology: Rudimentary Organs
75- http://www.cerrah.net/apandist.htm
76- www.geocities.com/CapeCanaveral/Lab/6562/evolution/designgonebad.html
77- S. R. Scadding, "Do 'Vestigial Organs' Provide Evidence for Evolution?", Evolutionary Theory, Cilt 5, Mayıs 1981, s. 173
78- Paul A. Nelson, "Jettison the Arguments, or the Rule? The Place of Darwinian Theological Themata in Evolutionary Reasoning", Access Research Network, 1988, http://www.arn.org/docs/nelson/pn_jettison.htm
79- George Schaller, H. Jinchu, P. Wenshi, and Z. Jing, The Giant Pandas of Wolong , Chicago: University of Chicago Press, 1986, s.4, 58
80- Endo, H., Yamagiwa, D., Hayashi, Y. H., Koie, H., Yamaya, Y, and Kimura, J., Nature, vol. 397, 1999, ss. 309-310
81- Endo, H., Yamagiwa, D., Hayashi, Y. H., Koie, H., Yamaya, Y., and Kimura, J., Nature, vol. 397, 1999, ss. 309-310