En los días cálidos de primavera, mientras remontamos nuestros barriletes, vemos pasar a las cigüeñas. Son pájaros grandes migratorios que miden un metro y medio de altura, con alas amplias y una cola negra larga. Patas y picos largos y rojos les dan una apariencia agradable.
Una de las características más notables de la cigüeña es la manera en que vuela, pues extiende la cabeza hacia delante y las patas hacia atrás. Este estilo tan estético le permite volar mucho más ligero cortando el aire de modo aerodinámico. Emigran todos los años a regiones cálidas porque el frío les afecta. El verlas llegar nos avisa que se aproximan días de temperatura elevada. En verano viven en las regiones templadas que se extienden desde Europa al norte de Africa y desde Turquía al Japón. Antes de la época fría emigran al hemisferio sur, a las zonas tropicales de Africa y la India.
Es sorprendente que en ese momento del año sepan que en el hemisferio sur hace calor. Pero más sorprendente es que seis meses después, exactamente en primavera, hagan todo el camino de vuelta, cubriendo miles de kilómetros, para retornar a los nidos que habían dejado.
¿Cómo hacen para regresar exactamente al lugar donde quedó su nido vacío tanto tiempo antes? ¿Usarán algún tipo de instrumento para no desviarse del camino? Por supuesto, esa memoria y sentido de orientación tan excelentes han sido inspirados por Dios, Su Señor.
Además, no viajan sobre los mares porque necesitan de tierra firme donde descansar. Por eso lo hacen bordeando los mares y pasan por lugares como el Bósforo, el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez.
No rehuyen a los seres humanos y los nidos los construyen los machos, con ramas, en las partes elevadas de los edificios, árboles y chimeneas. Luego se dedican a cuidarlos, por lo que se alejan muy poco de los mismos y sólo para buscar alimento. Algunas cigüeñas hacen sus nidos en zonas de pantanos, en ramas elevadas y viven en grupos. En un mismo ciprés pueden encontrarse doce nidos grandes. El Corán señala la convivencia de las aves en comunidad: No hay animal en la tierra, ni ave que vuele con sus alas, que no constituyan comunidades como vosotros. No hemos descuidado nada en la Escritura. Luego (el Día de la Resurrección), serán congregados hacia su Señor (Corán, 6:38).
¿Saben cómo se comunican entre ellos? Lo hacen por medio de ruidos producidos con los picos. Al hacer “tap, tap”, se explican muchas cosas entre sí.
¿Sabían que las cigüeñas bailan? Cuando quieren formar pareja, danzan y hacen sonar sus picos mientras agitan las alas. En tanto danzan buscan formalizar la relación. Si tienen en cuenta que algunos de estos pájaros son casi tan altos como una persona, se pueden imaginar lo imponente que es ese baile.
Las cigüeñas más pequeñas son del género Anastomus y viven en Asia y Africa. Se las llama “pico abierto” porque al cerrarlo sólo se tocan los extremos de las dos partes. Esta característica les facilita alimentarse de caracoles y mejillones.
Que Dios cree a todo lo viviente con distintas capacidades y rasgos bellos, es algo que profundiza nuestra fe en El y nos ayuda a ponderar más Su potestad y creación perfecta en todo lo que vemos a nuestro alrededor, así como a comprender Sus signos.