¿Sabían que las mariposas no tienen alas al nacer? Así es. Porque antes de verlas en su jardín o en el campo pasan por cuatro fases o etapas. Algunas viven dos meses y otras solamente veinticuatro horas. Del huevo fecundado puesto por una mariposa sale una pequeña larva (primera fase) que se va a transformar muy pronto en una oruga muy atractiva (segunda fase). En el cuerpo de ésta hay catorce o quince anillos, dos ojos pequeños en la cabeza y una mandíbula que la usa para masticar. En la parte frontal del cuerpo tiene ocho patas, no dispone de alas, las antenas son muy cortas aún y su glándula salival segrega un tipo de seda. Al aumentar la edad no se hace más larga sino más pesada. Por último se desprende de la piel gradualmente rasgándola y reemplazándola rápidamente por otra más apropiada a su cuerpo obeso.
La oruga es un alimento muy delicioso para los pájaros que buscan insectos. Por esa razón nuestro Señor le ha enseñado varias técnicas de defensa. Algunas se colocan bien rectas y se confunden con las ramas. Otras se camuflan en las hojas que tienen exactamente el mismo color que ellas. Otras más se hacen las muertas. Todas esas son técnicas vitales para sobrevivir y llegar a transformarse en mariposas cuyos colores también se asemejarán a los del ambiente en que viven. Pero, ¿cómo hace la mariposa para controlar esa semejanza si no puede observarse a sí misma? ¿Cómo puede estar segura de que no se equivoca? Por cierto, es Dios, Su creador, Quien coloca a las mariposas en los lugares más seguros y convenientes para ellas.
Dios, que es “el Misericordioso” y “el Protector”, les otorga a los seres vivientes distintas capacidades como una manifestación de sus atributos, para protegerse de los peligros. Es decir, la mariposa no posee la sabiduría o el juicio que le permitirían pensar en preservarse. En consecuencia, nunca podrá desarrollar por iniciativa propia algún tipo de camuflaje como medio de defensa. Es nuestro Señor, el Uno, Quien ha creado todas las técnicas que facilitan la vida y Quien ha creado los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos y entre ellos.
La oruga, que se desarrolla bajo la protección de las técnicas de defensa suministradas por Dios, se llena la boca con hojas y come lo más que puede, hasta casi reventar, y se encierra en un saco ella misma. Ahora empieza la metamorfosis (tercera fase). Desarrolla un caparazón duro y pasa a llamarse “crisálida”. En esta etapa no ingiere nada y utiliza la energía de las hojas con las que casi se atragantó poco antes, cuando aún era oruga. El caparazón de la crisálida se adhiere a la hoja de una planta, a una piedra, a una rama u otro objeto. Si encuentran alguna obsérvenla porque en su interior podrán ver la delineación todavía rudimentaria de la trompa (probóscide) y los miembros que tendrá la mariposa.
Después de unos diez días se rasga el caparazón en unos pocos minutos y sale la mariposa de la crisálida. En ese momento las alas todavía no tienen sus medidas normales.
Comienza la etapa de expansión de las alas (cuarta fase). Lo hace con un líquido que bombea allí y el sobrante lo expulsa del cuerpo. Como las alas quedan mojadas, espera que se sequen e inmediatamente después comienza a volar sin ningún tipo de entrenamiento. Las alas también le ayudan a respirar.
Como vemos, hasta esta pequeña criatura es un gran milagro creado por nuestro Señor. Los científicos han estado investigando para responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo se determina la transformación de la oruga en mariposa?
Dicho cambio se produce solamente porque nuestro Señor lo desea. Dios nos muestra lo variadas que son las existencias que El crea y las maneras sin precedentes en que puede hacerlas pasar por etapas distintas.
Otro milagro es que las alas de las mariposas están cubiertas de laminillas colocadas una sobre otra. ¿Se les ocurre cómo pasaron a existir esas alas? ¿Es posible que las laminillas se hayan juntado de manera casual para formar un ala con una estructura tan perfecta? ¿También las laminillas se habrán formado por sí solas? ¿O será que por propia iniciativa las mariposas colocaron una laminilla sobre otra para construir el ala? ¿Puede ser que después de eso las mariposas fijaran esas alas sobre sus espaldas?
Como dijimos, aunque la mariposa no puede verse la espalda, allí tiene estructuras simétricas perfectas. Las laminillas están ordenadas de una manera tan precisa sobre ambas alas, al punto que éstas son idénticas. Si al mismo componente de cada ala lo miden con un instrumento de precisión, verán lo iguales que son.
Lo que nos está mostrando esto es el arte, el conocimiento sin fin y el poder ilimitado de nuestro Señor. Al verlo deberíamos reflexionar sobre la creación de la mariposa y honrar a Dios.